jueves, 6 de octubre de 2011

"Welcome 2 My Nightmare" o el retorno al infierno con Alice Cooper

Félix Morriña

Debo reconocer que la banda estadounidense Alice Cooper me causaba terror cuando niño, pero al mismo tiempo me causaba tal fascinación que deseaba tener las pesadillas de las que hablaba en sus primeros discos, mismos que yo escuchaba en casetes que me regalaban mis tíos, primos y la banda del barrio Barrientos. Escuché por vez primera Welcome To My Nightmare (1975) siete años después de su salida al mercado, porque en aquella época los materiales tardaban mucho en llegar a México y sólo los pudientes podían tenerlos a la mano cuando los traían de sus viajes al extranjero.
            Luego de siete discos oficiales como banda,  el cantante Vincent Damon Furnier junto con el seis cuerdas Glen Buxton (quien murió en 1997 a la edad de 50 años), el guitarrista Michael Bruce, el bajista Dennis Dunaway y el baterista Neal Smith decidieron romper relaciones laborales y despedirse con un disco de éxitos en 1974, para luego Furnier iniciar una carera en solitario retomando el nombre de la banda y desde entonces lo reconocemos como Alice Cooper, quien era una mítica bruja maldita que se metía en tus sueños para convertirlas en pesadillas.
            De esta manera, Alice Cooper saca su primer disco solista bajo el nombre de Welcome To My Nightmare, considerado uno de los mejores trabajos sonoros del hombre teatro, uno de los primeros en emplear las artes escénicas sobre un entarimado rockero y de sorprender al mundo con sus macabras historias que daban miedo. Alice Cooper era un producto redondo, porque la escenografía, la iluminación, los vestuarios y la parafernalia usada que incluía boas, ataúdes, mujeres mutiladas, hombres desollados y sexo al por mayor con altas dosis de drogas duras, blandas e inteligentes, lo hacían realmente horroroso, profundamente terrorífico.
            En la actualidad hablar de esas rarezas son una cursilería, porque era teatro con música metalera, pop, rocker, jazzera, funky punky, entre otras tantas mezclas de la que es capaz Alice Cooper. Hoy día, mister Vincent Damon Furnier sólo podría musicalizar la decadente sociedad mexicana sumergida en una guerra de cárteles de la droga y una somnolienta y estúpida participación del Ejército verde nacional, ordenado por el enano FECAL (Felipe Calderón Hinojosa).
            Todavía recuerdo la delirante influencia de mister Frank Zappa cuando le dijo a Alice Cooper que hiciera mucho más pesado su espectáculo, aventándoles gallinas desolladas al horrorizado y extasiado público que asistía a sus conciertos. Hasta ahora son pocos los músicos que te atrapan con este tipo de propuestas. Me atrevo a decir que en este país nadie lo ha hecho y que de atreverse se vería muy kitsch y vergonzante y en nada se parecerían a los discos conceptuales que hiciera la banda nacida en 1964 en Arizona, Estados Unidos.
            Luego de 36 años de la salida de Welcome To My Nightmare, Alice Cooper decide sacar la secuela de ese álbum con las palabras Welcome 2 My Nightmare, el cual contiene 14 temas que van del folk judío, al rock pesado heavymetalero, pasando por un sonido discotequero, el rockabilly, el country, charleston y algo de punk.  Además de esas 14 rolas, el álbum regala tres temas, uno en vivo titulado “We Gotta Get Out Of This Place” y las versiones en vivo de “No More Mr. Nice Guy” y “The Black Widow”.
            Como saben, Alice Cooper ha manejado a su antojo todos los géneros musicales y los ha trabajado de manera magistral, pero si a eso le agregamos que este disco lo produjo su amigo Bob Ezrin (recordado como un genio que hizo discos memorables de Pink Floyd, Lou Reed, Kiss, Peter Gabriel y hasta los Héroes del Silencio), entonces estamos hablando de un producto memorable. Además, el disco trae un poster difícil de olvidar y un cuadernillo con las letras de las rolas. Entre las piezas que se destacan está “Last Man On Earth” (en la que “puedo fumar, puedo beber, puedo sudar y puedo apestar”), “Disco Bloodbath Boogie Fever”, “When Hell Comes Home”, “Ghouls Gone Wild”, “Something To Remember Me By” (una baladita cachondísima y sentimental) y “The Nightmare Returns” (la razón del disco).
            El resto del material es genial, sólo que las mencionadas me movieron el tapete. No les digo más para que se atasquen con esta pesadilla del genial y elegantemente horroroso Alice Cooper, uno de los músicos más influyentes para Kiss, White Zombie, Mötley Crüe, Twisted Sister, Invasion, Marilyn Manson, Mercyful Fate y Lordi, entre una larga lista de seguidores que ha tenido por más de 40 años. Muchas gracias Alice Cooper por ayudarme a controlar mis fantasmas. Ojalá Ocesa te traiga pronto a México.


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