martes, 24 de abril de 2012

Memorable concierto de Pulp para la gente común mexicana


Félix Morriña

Vaya noche para no olvidar en muchos años la del pasado lunes 23 de abril en el Palacio de los Deportes cuando arribó a las 21 horas en punto la banda británica Pulp para tocar por espacio de dos horas y media un set list de 17 canciones al hilo, para luego ejecutar cinco rolas más como parte de su regreso y posterior encore, además de interpretar un par de canciones como regalo a la audiencia que los esperó por más de 30 años.
         El lánguido cantante, guitarrista, show-front man y líder de Pulp, Jarvis Cocker, el único miembro original de la banda creada en Sheffield, Inglaterra, a finales de la década de los años 70, que editó su primer disco It en 1983, dijo al inicio del concierto en el Domo de cobre que lució prácticamente lleno (18 mil personas asistieron al foro con capacidad de 20 mil) que no sabía el motivo por el cual habían tardado tanto tiempo en venir y que estaban felices de estar por vez primera en tierra azteca.
         El resto de la actual alineación, integrada por la tecladista Candida Doyle; el guitarrista Mark Webber (quien tocó la velada con una mano fracturada); el bajista Steve Mackey y el baterista Nick Banks, hicieron un decoroso papel, al grado de dejar completamente satisfechos a los asistentes, en su mayoría aquellos que fueron a recordar sus años mozos en la preparatoria en la década de los años 90.
         Cabe destacar que Pulp es una de esa bandas reconocidas por armar un concierto con poca parafernalia escénica, toda vez que ellos mismos son toda la infraestructura musical y escénica, que sólo requieren de pequeños, pero efectivos efectos, adecuada iluminación y un excelente equipo de sonido, como se pudo apreciar durante su único recital en México. Todo mundo sabe que el Palacio de los Deportes no cuenta con la acústica idónea para un concierto de estos niveles, pero el ingeniero que Pulp trae consigo es toda una eminencia.
         El concierto de Pulp estuvo plagado de todos los elementos y clichés necesarios del mundo del rock internacional para convertirlo en un encuentro memorable, desde el streaptease hasta los movimientos erotómanos en el piso o sobre los instrumentos, pasando por la actitud aptitud de su líder que a la menor provocación interactuaba con su fiel público, hasta las oportunas intervenciones sonoras de cada uno de los músicos del grupo que ha grabado siete discos oficiales (It, Freaks, Separations, His ‘N’ Hers, Different Class, This Is Hardcore y We Love Life)y varias compilaciones, como grabaciones en directo.
         Pulp es una de esas bandas que se la saben de la A hasta la Z en materia de seducción masiva, además de ser elegantes en su vestuario y conducción sobre el entarimado. Como buenos ingleses utilizan viejos y largos micrófonos alámbricos, así como altavoces Marshall, que dan buena y potente definición al sonido para grandes audiencias. También dan lugar a la parte Nerd de la sociedad, pero sin excesos. Vamos, son una agrupación con oficio y experiencia para ofrecer un producto redondo.
         Algo que llamó la atención del respetable fueron las dos pantallas que usó Pulp para proyectar imágenes de lo que sucedía en el escenario, pero en elegante blanco y negro, como parte de su idiosincrasia inglesa, como lo han hecho desde The Smiths, Morrissey, Stone Roses, Blur hasta los desaparecidos Oasis, en pocas palabras todos los grupos que han sido parte del Brit Pop. Eso es parte de su sello, como también el usar de manera gigantesca el nombre del grupo o solista al fondo del escenario, pero en colores fosforescentes. Todo eso es parte del fenómeno británico del rock.
         De las rolas que más impactaron en el gusto del público están “Something Changad”, la bailable “Disco 2000”, “F.E.E.L.I.N.G.C.A.L.L.E.D.L.O.V.E”, “Like A Friend”, “This Is Hardcore”, la famosa “Common People”, la cual le dio el distintivo de una de las mejores bandas de rock para los Nerds del mundo; “Babies”, “I Spy”, en la que interactuó con el público de la primera fila; “Underwear”, “Ou”, “Help The Aged”, “Mis Shapes” y “Little Girl (With Blue Eyes)”, la cual nunca había sido tocada por la banda, según palabras de Jarvis Cocker, convirtiéndose en la joya de la corona de la visita del grupo a México.
         Nadie salió descontento. Nadie salió aburrido. Todos tenían el rostro del orgasmo en sus rostros. Todos fueron felices y yo también.

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viernes, 20 de abril de 2012

Radiohead y Anthrax, dos encuentros sonoros para recordar


Félix Morriña

Fueron dos días intensos, húmedos, frescos, potentes y memorables los vividos el martes 17 y miércoles 18 de abril, pese al lugar desde donde tuve la oportunidad de oír y ver a una de las más grandes bandas inglesas de los recientes 20 años, Radiohead; mientras que ver tan cerca a Anthrax en el Vive Cuervo Salón fue algo completamente inesperado, ni pensado verlo de esta forma cuando estaban promocionando el disco State Of Euphoria de 1988. Presenciar a Radiohead en el Foro Sol fue mucho más visual que musical, porque desde lo más alto del palomar se pierde el sonido. Mis amigos y colegas que fueron a verles hasta abajo, en la zona VIP, dicen que el concierto musicalmente no tenía madre, que fue uno de los mejores que han visto en lustros.
            Por un momento pensé que la fuerte lluvia que azotó a la capital del país había menguado las fuerzas de los más de 50 mil personas que se dieron cita en el primer concierto de dos en el Foro Sol de Radiohead, pero después me di cuenta que este concierto no era para verse desde el palomar, ni era el sitio adecuado para apreciar el trabajo sonoro del grupo liderado por el cantante y guitarrista Tom Yorke y secundado por el guitarrista Jonny Greenwood, el baterista Phil Selway, el seis cuerdas Ed O’Brien y el bajista Colin Greenwood.
A este “Servibar y amigo” le hubiera gustado ver a Radiohead en el Teatro Metropólitan o el Auditorio Nacional, porque tanto el audio, como la parte visual hubiera sido mucho más preciosista y se hubieran disfrutado mucho más las atmósferas de los discos recientes, como The King Of Limbs (2011), In Rainbows (2007), Hail To The Tief (2003) y Amnesiac (2001), por mencionar los hechos con el presente siglo, en donde por cierto es otro Radiohead, en ocasiones muy distinto al de los discos Kid A (2000), Ok Computer (1997), The Bends (1995) y Pablo Honey (1993).
Una de las cosas que debemos aplaudir de una banda como Radiohead es que no son complacientes, no tocan temas éxito de antaño, como es el caso de su primer hit de los años 90, “Creep”, que viene siendo como el “Stairway To Heaven” de Led Zeppelin. Se prometieron no tocarla más en las giras y lo han cumplido. Varios de los asistentes al concierto del martes 17 de abril no daban crédito de que Radiohead no tocara temas del disco Bends, por ejemplo, o nada de la primera hostia plateada que los hizo venir por vez primera a México en 1994 para tocar en la extinta Diabla, cerca de la Zona Rosa, como también los hicieron en la ex Hacienda Ojo de Agua del estado de México y luego ofrecieran un concierto en el Sanchos Bar de Guanajuato en pleno Festival Internacional Cervantino (FIC) de ese año.
Radiohead es una banda que hay que seguirle bien los pasos, porque de lo contrario te pierdes en sus conceptos líricos y terminas por no apreciar los contenidos y las formas propositivas del grupo. Para que tengan una visión mucho más completa de lo ofrecido por Radiohead al público mexicano, les dejo las brillantes imágenes de mi colega y querido amigo Alejandro Meléndez. Una vez disfrutado estas fotografías, les digo que Anthrax hizo mella en este pesado corpus, porque los representantes genuinos del trash metal estadounidense dieron uno de sus mejores conciertos en foros pequeños y ante un público fiel y conocedor.
Ver a todo lo que da la voz de Joey Belladona, escuchar al potente bajo de Frank Bello, la guitarra del mítico Scott Ian, la potente batería de Charlie Benante y la seis cuerdas de Rob Caggiano, es en definitiva memorable y los cerca de tres mil seguidores que fueron al Vive Cuervo Salón lo constataron. Es más, decirles el set list que interpretaron, sería una grosería para todos los que no pudieron ir por falta de dinero. Anthrax tocó todo lo conocido por sus más fieles seguidores. Yo en particular todavía traigo en la cabeza el estribillo de la rola “Antisocial”, así como los riffs de “Indians”, “Caught In A Mosh” y “Metal Thrashing Mad”, entre otras que fueron escuchadas a lo largo de casi dos horas en el foro de Polanco de la Ciudad de México.
Ahora hay que descansar un poco para asistir el próximo lunes al concierto de la banda inglesa Pulp en el Palacio de los Deportes. Por allá nos vemos.

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miércoles, 18 de abril de 2012

Recuento del Primer Festival Internacional de Culturas Indígenas


Félix Morriña

Por espacio de cinco días en Ixmiquilpan, Hidalgo (del 10 al 14 de abril), se llevó a cabo el Primer Festival Internacional de Culturas Indígenas, en el que sólo faltó la programación literaria para que fuera un encuentro redondo, cien por ciento plausible, pese a los vaivenes en la producción y logística, que se pueden tolerar por ser un esfuerzo loable con tan sólo tres meses de planeación por la administración del alcalde panista Cipriano Charrez Pedraza, en la que el objetivo es institucionalizar de manera anual este festival más allá de su trienio en pro de defender y difundir a las 64 lenguas indígenas existentes en territorio nacional, a partir de la etnia otomí.
            El munícipe de origen otomí, el ingeniero agrónomo de profesión por la Universidad de Chapingo, con una maestría en Economía hecha en Europa y un posgrado en la materia en Rusia, Cipriano Charrez Pedraza, logró persuadir a los otros dos niveles de gobierno (estatal y federal) para concretar este añorado esfuerzo que resume su lucha social indígena de más de una década. El presidente municipal tomó posesión a mediados del pasado mes de enero y de inmediato puso a toda la administración a preparar lo que ahora es una realidad: Un Festival Internacional que intente en la medida de lo posible cohesionar a la mayoría de los grupos indígenas de México para evitar su exterminio y a participar de manera activa en la organización, como también invitar a los demás grupos étnicos de Latinoamérica y después de otros continentes.
            Con tan sólo cinco millones de pesos, Cipriano Charrez Pedraza logró un encuentro envidiable para muchos organizadores de festivales masivos al aire libre y de manera gratuita, en la que participaron Radaid de Guadalajara, El Colectivo Nortec de Tijuana, Sonidero Mestizo (el nuevo y propositivo proyecto de Rocco, el otrora cantante de La Maldita Vecindad y Los Hijos del Quinto Patio), Lluvia de Palos, Petrona Martínez de Colombia, Mariana Carrizo de Argentina, Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra de Xichú, Uchpa de Perú, Antidoping y danzas de grupos pertenecientes a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de Chichuahua, Puebla, Michoacán, Oaxaca y por supuesto del estado anfitrión, Hidalgo.
            Aparte de estos grupos que atraen multitudes, hubo un encuentro de cine indígena en la que estuvieron presentes una parte representativa de la comunidad cinematográfica nacional como es Gerardo Taracena, Noé Hernández, el maestro Antonio Monroi, Lilia Mendoza, José Carlos Montes-Roldán, el director de la mítica película Retorno Aztlán, Juan Mora; entre otros, quienes se hicieron presentes en la Alfombra Roja en el Teatro Hidalgo de Ixmiquilpan, donde se proyectaron cortometrajes y una selección de películas con el corte indígena, la migración y proezas de las distintas etnias que pueblan nuestra nación, como es el caso del filme Espiral del cineasta Jorge Pérez Solano, en el que se refleja la lucha de un grupo de mujeres por sobrevivir en un poblado oaxaqueño en el que no quedan hombres para labrar la tierra y son ellas las que tienen que llevar las riendas de las familias.
            Tanto Jorge Pérez Solano, como el maestro Juan Mora, tuvieron interacciones con el público de Ixmiquilpan, quienes ansiosos preguntaban cómo desarrollaron sus proyectos, en especial el de Retorno a Aztlán, porque fue filmado en este municipio hidalguense hace 22 años, cuando todo era muy diferente y las condiciones para rodar eran otras a las que se emplean en la actualidad. Para que se den una idea queridos lectores, les recomiendo consigan esta película en formato DVD, en donde hay una larga entrevista con Juan Mora sobre todo el contexto de la película, misma que ya fue reseñada en este espacio periodístico (consultar blogspot). También deben ver los cortometrajes Takei kna, Lupano Leyva, Tres cantos, Dentro de uno y Carretera del norte, para entender más lo que viven nuestros hermanos indígenas y dejar de lado por un momento la cotidianeidad en la que estamos inmersos y no vemos lo que hay más allá de nuestras narices.
            Otra de las cosas destacables en este Primer Festival Internacional de Culturas Indígenas de Ixmiquilpan, Hidalgo, es que está organizado por la comunidad indígena otomí en conjunto con la presidencia municipal. En este municipio de 150 comunidades, se habla el otomí en un 95 por ciento, por lo que son prácticamente comunidades bilingües otomí-español. Ellos tienen muy presente el hecho de no perder su lengua, ni su origen, pero tampoco cerrarse en su cosmovisión e idiosincrasia, saben que la tecnología y el capitalismo brutal los ha alcanzado con todo y desempleo y marginación, por lo que se adaptan e integran. En ese sentido, la comunidad otomí de Hidalgo es un ejemplo a seguir por sus pares de Puebla y sobre todo del Valle de Toluca, en especial de Ocoyoacac, una zona donde no han progresado los pueblos otomíes como podrían hacerlo, teniendo como principal aliado el bello bosque de La Marquesa.
En Ixmiquilpan sólo hay aridez con balnearios de aguas termales a comparación de Ocoyoacac que posee grandes extensiones de bosque, con una infraestructura envidiable, pero mal aprovechada, gracias a los abusadores de la tierra y demás recursos naturales. Ixmiquilpan tiene comunidades bien organizadas, preparadas, inteligentes y sobre todo participativas social y políticamente hablando. En ese municipio enclavado en el Valle del Mezquital (a una hora de Pachuca en coche) se construirá en la presente administración una Universidad Intercultural, parecida a la que se tiene en el estado de México. Ojalá exista la oportunidad de generar intercambios académicos y de corte social en breve. El alcalde Cipriano Charrez Pedraza está dispuesto hacer ese encuentro más allá de colores partidistas. Esperemos la respuesta de las próximas autoridades municipales que entrarán en funciones en enero del 2013, porque las que se quedaron a cubrir espaldas no creo estén dispuesta a invertir en este rubro tan importante como es la cultura. Hasta la próxima.

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martes, 10 de abril de 2012

Guillermo Fernández García, un vate que clama justicia por su muerte


*La presente semblanza-entrevista fue concedida hace tres años por el poeta jalisciense a este interlocutor en su casa donde fue encontrado muerto el pasado sábado 31 de marzo en condiciones lamentables por amigos muy cercanos. El procurador mexiquense Alfredo Castillo Cervantes no ha ofrecido información sobre este crimen, ni ha fijado postura alguna de las autoridades estatales. SEMANARIO PUNTO agradece al promotor cultural y amigo Jorge Manuel Herrera haber recuperado este texto, mismo que ahora se publica íntegro y con las modificaciones pertinentes como homenaje a uno de los más importantes entes creativos que decidiera “morir” en Toluca

Félix Morriña

Guillermo Fernández fue de los pocos mexicanos traductores del italiano activos por más de tres décadas. Considerado entre los lingüistas, académicos y la clase intelectual nacional como de los más importantes. La honestidad que dan los años, lo hacen ver como un ente sencillo y afable, pero no por ello el menos aguerrido amante de la narrativa, la poesía y la buena música.
            Él ha encontrado de parte de los ítalos reconocimiento indiferente como resentimiento envidioso por su loable y ardua labor como traductor, pero de los lectores de habla hispana, ha recibido la posibilidad de sumergirlos en la maravillosa cultura de Giuseppe Tomasi de Lampedusa, Alberto Moravia, Elsa Morante, Cesare Pavese, Italo Svevo, Luigi Pirandello, Tommaso Landolfi, Natalia Ginzburg, Leonardo Sciascia, Italo Calvino y Antonio Tabucchi, entre muchos otros.
            Entre los libros traducidos por Guillermo Fernández están el Decameron de Giovanni Boccacio; de los aforismos y fragmentos –que son un Arte de la Política- de Francesco Guicciardini; de Los prometidos de Alessandro Francesco Tommaso Manzini; la novela imagen del Ottocento, de los cuentos cruel y tiernamente realistas del siciliano Vitaliano Brancati y de las nouvelles de Pirandello; así como la obra poética completa de Cesare Pavese y las antologías del cuento y de la poesía italianas de Mario Luzi.
            Fernández García vivió en Italia en varios periodos y en distintos espacios, desde conventos, la calle y espacios universitarios, en la década de los años setenta y ochenta hasta aprender el idioma, tal y como marcan los cánones de un traductor connotado y respetable por la academia. La primera vez que llegó al país de la bota fue en 1976, luego regresó en los años pares de 1978, 1980, 1982 y 1984. Pasaba un año y meses y regresaba a México por razones personales. Uno de sus principales mentores cuando niño, que le enseñó lo que significa la literatura, fue el ingeniero Luis Anguiano, durante su estancia en Paracho, Michoacán, en la década de los años cuarenta.
            Además de reconocido traductor del italiano, Guillermo Fernández fue secretario particular del poeta de la Generación de los Contemporáneos, Carlos Pellicer Cámara (1899-1977), con quien sostuvo una relación mucho más allá de lo laboral, porque el autor de Piedra de sacrificios, Ara Virginum, Subordinaciones, Reincidencias, entre otros libros de poemas, le ayudó a mejorar como ente creativo y en su forma de ver la vida.
            “Carlos Pellicer era chaparrón, muy fuerte con voz de hombre. Tenía un vozarrón que obligaba a quedarte quieto, callado. Lo conocí por Federico Salas Delgadillo, si mal no recuerdo en 1962, cuando tenía 30 años, una vez que lo acompañé a entregarle algunos recortes de periódicos y algunos poemas míos, muy viejos, a su casa de la calle Sierra Nevada 779 en las Lomas de Chapultepec. Todavía recuerdo el número telefónico: 200528.
            “En aquella época yo trabajaba en Prepa 6 y Pellicer me dio a leer mis poemas. Sin duda a mí me gustaba Federico García Lorca, por los romances que escribía y lo consideraba mi influencia en ese momento. Me puse rojo, no sé si de vergüenza o por las porras que me brindaba. Esa vez llegamos a las seis de la tarde y nos fuimos a las 12 de la noche. Nos invitó a cenar y a tomar chocolate al estilo tabasqueño, que es en jícaras ceñidas ahumadas por cierto tipo de materiales con cal y manteca de venado. Así lo tomaban los príncipes mayas.
            “Al salir, me dijo: ‘Profesor espero pronto una llamada telefónica suya. Mi número está en el directorio’. Pasó un mes sin que yo le llamara y entonces él lo hizo: ‘Profesor, me atrevo a hablarle porque usted no me ha hablado’. Desde que escuché la voz sabía que era Pellicer y lo único que pude hacer fue excusarme, a lo que no me dejó terminar para reclamarme: ‘¡Si yo le parezco poca cosa en esta vida, hace usted bien! Pero si usted cree que podemos ser amigos hábleme por favor, porque yo voy a seguir hablándole profesor’.
            “Desde entonces nos hicimos amigos hasta su muerte. Fue una amistad enriquecedora hasta que partió. Hay muchas cosas que jamás se sabrán de él, porque no las diré nunca. Hay otras tantas de las que quisiera hablar, pero no puedo contenerme. Algunas más, desearía poder decirlas ahora, pero los recuerdos me agobian. Debo descansar un poco... Mejor cambiamos de tema. Lo único que puedo agregar sobre Carlos Pellicer es que si algo de buena educación tengo, se la debo a él”.

PERFIL DEL AUTOR
Guillermo Fernández García (Jalisco, México, 1932). Poeta, ensayista, traductor y editor. Ganador del Premio Jalisco de Literatura. Ha publicado Visitaciones (1964), La palabra a solas (1965), La hora y el sitio (1973), Antología poética (1981), El reino de los ojos (1983), Bajo llave (1983), El asidero en la zozobra (1983), La flor avara (1989), Imágenes para una piedad (1991) y Exutorio (1991).
            Se ha encargado de la colección “La Canción de la Tierra”, de la Subdirección de Publicaciones del Instituto Mexiquense de Cultura (IMC), en la cual ha publicado Lighea. Un siglo de cuento italiano y Poesía de San Juan de la Cruz.
            La traducción de textos literarios está relacionada con la tradición de acceder a las expresiones artísticas de culturas que hablan idiomas y lenguajes distintos al nuestro. Es un ejercicio necesario para profundizar en los giros y estructuras de la lengua materna de los traducidos.
            Convencido de que “no hay recetas para traducir”, este poeta jalisciense afirma que no es necesario conocer a la perfección la lengua de Dante para traducirlo. “Basta con poseer conocimientos lingüísticos generales –saber, por ejemplo, cuáles son los distintos tipos de palabras y qué función desempeñan dentro de la frase– e interesarse por comprender las libertades sintácticas y los matices expresivos –más acentuados en el caso de la poesía– propios del italiano.
            Para Fernández, la elección de este idioma radica en sus semejanzas estructurales con el español, pese a que, desde la perspectiva fonética, resultan completamente distintos. El italiano se define como una lengua muy femenina, dotada de una inevitable dulzura, rasgo que agrega un reto más al trabajo de traducción: captar –y, si es posible, respetar– la musicalidad de las palabras.
            A ello se suma la dificultad –y, no obstante, el placer– de transmitir el talento y la potencia evocativa de narradores como los antes mencionados Giuseppe Tomasi de Lampedusa, Alberto Moravia, Elsa Morante, Cesare Pavese, Italo Svevo, Luigi Pirandello, además de los poetas Alda Merini, Andrea Zanzotto, Umberto Saba y Valerio Magrelli.
           
“VINE A MORIR A TOLUCA”
Vivió dos décadas a dos mil 600 metros sobre el nivel del mar porque sencillamente le gusta la montaña. Prefiere las alturas al mar. Disfrutó más el frío que el calor. Desengañaba a todo aquel que le recuerde la expresión que le hiciera a un ex gobernador mexiquense de que vivía en Toluca porque se parecía mucho a Florencia, la ciudad italiana de sus amores. Sin duda, el humor negro que le caracterizaba le ganó algunos enemigos públicos políticos, porque se burlaba continuamente de su falta de talento literario. “Sólo son buenos para robar”, decía.
            Después de tantos años de bregar por distintas ciudades y pueblos mexicanos como italianos, Guillermo Fernández García decidió pasar el resto de sus días en la capital mexiquense. Exclamaba con la seguridad de que la muerte aún no tiene ganas de seducirlo: “Vine a morir a Toluca”. No se sentía cansado, ni enfermo, pero ya no tenía las fuerzas para andar de un lado a otro. Llevaba su propio “Tempo”.
            Para cuando realicé esta entrevista tenía 76 años. Vivía solo en un cómodo pequeño apartamento a las orillas de Toluca, en la calle Guillermo Marconi de la colonia Científicos. Le acompañaban dos gatas, sus discos de vinil que van de Lucha Reyes a Carlos Gardel, pasando por el bel canto, tarantelas napolitanas, baladas italianas, entre otros productos dignos de un exigente melómano. No podía faltar la tornamesas recién compuesta, sus inseparables diccionarios y libros, algunos de ellos primeras ediciones y otros simplemente están dedicados por sus seres amados, entre ellos, los de Carlos Pellicer, cuya foto lo observa desde un rincón del pequeño estudio.
            También hay fotos de intelectuales y cuadros de autores y corrientes diversas en las paredes. Tiene pocos artefactos tecnológicos, nada vanguardistas, porque no le interesan. Recibía visitas siempre y cuando tuvieran algo que contarle y no buscaran líos. En sus últimos años de vida, prefería tener amigos antiacademicistas que arrogantes letrados, porque hace varias décadas que dejó atrás esa actitud de excelso. Vivió en barrios duros como La Lagunilla en el Distrito Federal, como en zonas rurales de Jalisco, Michoacán y Tabasco.
            Bebía tequila Caballo Cerrero (como el que consumía Julio Cortázar en Roma, Italia), café turco con cardamomo, té verde y fumaba Delicados. Podía soportar ciertas marcas de tequila, como buen jalisciense, pero prefería los más finos que no atentaran en demasía contra su sistema digestivo. La puntualidad del Viejo Continente le marcó para siempre, así como el gusto por ciertos productos perecederos.

EL LENGUAJE Y LAS PALABRAS: SU MAYOR VICIO
Su mayor adicción eran las palabras. Vivía y soñaba con conceptos. No hay droga más fuerte para él que jugar y convivir con el lenguaje. Su mayor frustración era no poder descifrar las pesadillas donde se le aparecen conceptos indescriptibles que al despertar no podía recordar. “La relación con las palabras es más fuerte que la relación que tengo con los humanos. Las palabras son menos traicioneras. Sabemos que nuestros amigos no pueden ser muchos, ni Dios tiene tantos amigos, por eso yo me llevo bien con las palabras”, afirmaba.
            Por otro lado, nuestro inspirado personaje expresaba que hay palabras desagradables, pero todas tienen su fisonomía como las personas. Lo bueno de ellas es que cambian de fisonomía, de gestos, de facciones, dependiendo del contexto. Son polimorfas y polifónicas. Hay palabras con caras desagradables, pero con manos muy suaves, y viceversa. Hay palabras que son perversas y las hay hermosas con distintos colores. No se atrevió a mencionar alguna por temor a olvidar otras.
            Sobre los adjetivos, menciona que son las vestiduras de los nombres, pero muchas veces los nombres tienen función de adjetivo, y otras ocasiones el nombre es más fuerte que el adjetivo. Todo depende del contexto. “Carlos Pellicer empleaba dos nombres comunes que se adjetivan recíprocamente en un conocido verso: ‘Y saquea mi ternura tesoro’. Esto me recuerda a los poetas del Siglo de Oro cuando se reunían se hablaban en verso y pensaban en verso. Todo era para presumir su dominio del idioma y de la métrica. Entonces, usaban los adjetivos de manera prudente y efectiva”.
            Una de las preguntas obligadas para Guillermo Fernández García era: “¿Qué piensa de la poesía contemporánea, la poesía del siglo…?”. Sin más, interrumpe y expresa que el poema y la poesía han evolucionado; sin embargo, los buenos poetas vanguardistas conservan el ritmo de antaño o lo mejoran, al igual que otras formas, tanto en verso, como en prosa. “Mientras la poesía mantenga las tónicas y el ritmo, seguirá evolucionando, porque el lenguaje es infinito”, confesó a este interlocutor, a quien llamó varias veces amigo.

LA MUJER SEGÚN GUILLERMO FERNÁNDEZ
A la edad de siete años y medio, Guillermo Fernández García salió huyendo de su casa, porque no aguantaba a su madre, ni a sus cuatro hermanas. Creció entre mujeres, por eso se consideraba misógino. Pero sólo misógino de aquellas mujeres sumisas, agachonas, que se dejan someter por el cruel marido, el compañero o el amante.
            Decía que sus mejores amigas son todo lo contrario de las mujeres sumisas, son muy femeninas, muy delicadas, nada vikingas, ni masculinas. No le gustan las mujeres con poder, porque sacan su rencor milenario y eso le asustaba por la manera en que vayan a proceder contra los hombres. Aún así, prefiere a las mujeres en la política que los hombres: “No porque sean más honestas o menos ladronas, sino porque son más hipócritas que los hombres políticos. Son las maestras de la hipocresía y eso viene bien a la política. Odio la política. Los hombres deben dedicarse a cosas menos innobles, menos corruptas. Los políticos jamás deben acercarse a la cultura porque la ensucian”.
            Del reino animal, Guillermo Fernández generalmente prefiere a las hembras, porque los machos son babosos y engreídos. Unos buenos para nada, que no dan la vida por los suyos, mientras que las hembras son cosa aparte. Pero sobre todas las especies, el maestro ponía como ejemplo a seguir por la humanidad entera a los bonobos: “Es una maravilla la vida de estos simios o changos, que se la pasan cogiendo todo el día. Y se cogen entre ellos sin problema alguno. Es placer de todos entre todos y para todos. Eso debemos aprender los seres humanos para humanizarnos de verdad. ¡Vayamos todos. Seamos bonobos!”, concluyó con tremenda carcajada, con vaso en alto lleno de Caballo Cerrero, el maestro, el amigo, el poeta Guillermo Fernández García. Descanse en paz.


domingo, 8 de abril de 2012

Los sueños del aire del "Captain Abu Raed"

Félix Morriña

Hay trabajos únicos, envidiables o memorables en la vida, como este que desempeñamos los periodistas o escritores, o como el de un piloto aviador, pese a que no dejan de ser eso, trabajos, empleos dentro de un sistema, decadente o no. Ubicada en la Jordania de nuestros días, el filme de Amin Matalqa, Captain Abu Raed, es una fábula moral de la idiosincrasia de Ammán con personajes de la vida cotidiana, sueños, altas dosis de imaginación y drama extremo. En 102 minutos, al espectador se le harán nudos en la garganta, llorará sin duda, se emocionará de saber que existen almas caritativas y creerá en la esperanza de un mundo mejor.
            Lo que al inicio es una película encantadora, donde Abu Raed, un conserje de la tercera edad que trabaja en el Aeropuerto Internacional de Ammán, le cuenta historias ficticias sobre sus viajes todos los días a un grupo de chicos, vecinos suyos que creen que es un capitán de aviación porque se coloca una gorra con los distintivos de la aviación comercial que encontró en la basura; se convierte en un drama que narra la realidad de una Jordania inmersa en la sobrevivencia laboral y en las carencias familiares, en la que prácticamente todos los integrantes tienen que buscar empleo para subsistir.
            El guión y dirección de Amin Matalqa fue trabajado de manera magistral, al grado de que esta cinta recibió el Premio del Público en el Festival de Sundance a un año de su estreno, 2007. También contó con el Premio al Mejor Director dentro del Festival de Palm Springs y la Mejor Mención Especial dentro de ese mismo certamen en el 2008. Cabe destacar que el cineasta hace un cameo al comienzo de la película, en homenaje a su padre que es piloto comercial de Royal Jordania y quien inspiró gran parte de la película, como también a todos los trabajadores de los aeropuertos, quienes hacen posible que todo funcione.
            El papel que desempeña una mujer que sí es capitana de la línea aérea es importantísimo en la historia, porque marca una nueva generación social en la Jordania actual. La mujer se libera, se da su lugar y marca la fábula al final del drama fílmico. También los libros como símbolo del conocimiento, de la libertad, de la imaginación, ocupan un lugar preponderante en la película, cuyo título en español es Sueños del aire.
            “El personaje del mendigo simboliza al hombre bueno de la calle. Siempre me ha interesado la diferencia entre las clases sociales. Mi padre y mi hermano son pilotos comerciales, ¿hay un sitio mejor que un aeropuerto para que se encuentren pobres y ricos? Mi productor Laith Al-Majali me pidió que contara una historia que pudiera protagonizar Charlie Chaplin en Jordania, y yo me dije: ‘Luces de la ciudad es una de mis películas preferidas y me inspiré en ese mendigo, en esa historia que está en Captain Abu Raed’”, señaló Amin Matalqa luego de las menciones especiales que recibió en el 2008.
            Sobre Amin Matalqa sabemos que vivió en Jordania hasta los 13 años, para después partir con su familia a Estados Unidos y pasar los siguientes 14 años en Ohio. Siempre soñó con hacer cine. Después de licenciarse en Administrador de Empresas en la Universidad Estatal de Ohio, decidió trabajar por un lustro en el mundo de las telecomunicaciones. Después, partió a Los Ángeles para concretar su sueño. Rodó 17 cortos antes de filmar Captain Abu Raed. Estudió en el Instituto Americano de Cine hasta titularse como realizador. Durante ese periodo rodó ocho cortos más que le pulieron para concretar su primer largometraje, mismo que le recomiendo ampliamente, porque muestra con sencillez, imaginación y sentimiento una historia memorable.
            Captain Abu Raed homenajea a todos los amantes de lo imposible, a esos tipos que quieren cambiar el mundo y a todos los que ayudan para lograrlo, sin importar el precio a pagar. El DVD lo consiguen por pedido en su centro de distribución fílmica preferido. Hasta la próxima.


jueves, 5 de abril de 2012

El legado musical del violinista germano David Garrett

Félix Morriña

Definitivamente hay gente que nace con estrella, nace en pañales de seda y no por ello han dejado de aportar al mundo con su talento para mejorarlo, como es el caso del violinista y modelo alemán, David Garrett (1980). Este hombre nacido como David Bongartz (decidió emplear el apellido de su madre, la bailarina estadounidense Dove, sin tener problemas con el padre germano, el jurista y subastador de violines, Georg), ha sacado al mercado su Legacy en disco compacto y en formato DVD, en el que se puede disfrutar de música clásica, entrevistas con su madre y promotores que cuentan cómo ha sido la exitosa carrera de Garrett. Además, hay materiales especiales para disfrutar.
            Entre los temas que incluye este disco compacto están el “Concierto para violín en Re Mayor, Op. 61-1 Allegro ma non troppo” de Beethoven, “Caprice Viennois, Op. 2”, “Romance: Larghetto en un tema de Carl Maria von Weber”, “Tambourin Chinois, Op. 3” y “Liebesleid”, entre otras piezas de importancia de Fritz Kreisler. En este disco, Garrett decidió mostrar más su cara clásica que la rocker y popera, tal vez para irse alejando poco a poco del mote del “David Beckham de la escena clásica”.
            Todo mundo sabe que David Garrett puede pasar de Vivaldi a Queen sin mayores pretensiones que demostrar sus habilidades con el violín. También ha dicho que no le molesta tocar a Michael Jackson, porque lo hace de igual manera que el jazz, el rock o los estándares clásicos. Él enfatiza que sólo son prejuicios de la crítica especializada, porque la gente lo aprecia por igual.
            Entre las anécdotas más destacadas que podemos mencionar de este violinista y modelo está su caída en el Barbican Hall de Londres, después de ofrecer un concierto. Golpeó su exclusivo violín, todos estaban alarmados porque pensaban que se trataba de un Stradivarius, pero después se informó que lo había fabricado Giovanni Battista Guadagnini en 1772. Nadie preguntó en ese momento qué le había pasado a David Garrett, sino qué había pasado con el carísimo instrumento. El violín costó un millón de dólares y la reparación costó 120 mil dólares. También usa un violín de Antonio Stradivari de 1718.
            Otra de las anécdotas de Garrett es su nombramiento como el “Violinista más rápido del mundo” registrado en el Libro Guinness de los Récords en mayo del 2008. La prueba fue lograda en el programa de televisión inglés Blue Peter, en el que el músico germano tocó sin fallos a una velocidad nunca antes vista y oída “El vuelo del moscardón” de Nikolái Rimski-Kórsakov. Ha conseguido en dos ocasiones este récord, en la primera tocó 13 notas por segundo y paró en el 66.56 segundos. La segunda ocasión Garrett consiguió tocar la misma pieza en tan sólo 65.26 segundos. Ha recibido el premio Echo Klassik en 2008.
            Garrett tiene grabados hasta el momento 14 discos, de los cuales se destacan Mozart: Violinkonzerte Kv 218 und 271ª (1995), Paganini Caprices (1997), Tchaikovsky, Conus: Violin Concertos (2001), Rock Symphonies (2010) y Legacy (2011). David Garret ha pasado sin problema de la exigente música clásica al rock internacional. Desafortunadamente, su estética y su intervención dentro del mundo de la moda no le ha permitido por completo ser aceptado por la crítica especializada de la música seria, de conservatorio y la verdad hay algo de cierto. Sin embargo, usted puede ingresar al gusto por lo clásico a través de este destacado violinista alemán. Hasta la próxima.


miércoles, 4 de abril de 2012

"Juramento de venganza" y "Super", dos filmes para Semana Santa

Félix Morriña

Sin la intención de que el eje rector de estas dos películas sea necesariamente el factor religioso en esta Semana Santa, debo decirles que al menos pueden disfrutarlas en la comodidad de su casa en formato DVD por las vacaciones, porque hay tiempo de atreverse a disfrutar a pierna suelta de la hueva y olvidarse por un momento de lo fatídico de la vida cotidiana. Comencemos. Bajo el título de Juramento de venganza (su nombre original es The Ministers), el cineasta de origen portorriqueño Franc Reyes nos da a conocer en este thriller cómo un par de hermanos latinos vengan la muerte de sus padres, fallecidos en un incendio en el edificio donde vivían. Descubren que el incendio fue provocado por una empresa encargada de cobrar los seguros contra accidentes.
Además de la pérdida de sus padres, tienen que vengar la muerte de su hermano mayor, un sacerdote que es asesinado “accidentalmente” por un policía durante una corretiza en el barrio donde radican. Los dos hermanos se sumergen en el estudio abstracto de la Biblia, al grado de matar con el sello de la religión, al dejar panfletos con extractos bíblicos. Su misión de vengar a sus seres queridos empieza a transformarse al grado de pensar, uno de ellos, el que salió vivo del incendio de su edificio, en convertirse en vengadores de causas justas, en vengadores sociales.
Al momento de matar emplean pelucas-máscaras muy peculiares, que provocan miedo entre la comunidad hispana dedicada a la venta de drogas duras en los barrios de la Unión Americana. Emplean extrema violencia al ejecutar a los marcados en sus historiales. Rezan por horas antes de salir a cometer los crímenes y eso tiene de cabeza a la policía gringa. De hecho una de las protagonistas es hija del policía ultimado por estos dos hermanos, por lo que decidió convertirse en guardián del orden para también cumplir su promesa de vengar a su progenitor.
El también director de Illegal Tender (2007) y Empire. Hide Hide Show Show (2002), Franc Reyes pone de manifiesto el clima violento del vecino país del norte, en especial en comunidades minoritarias (latinas), donde muchos casos no son aclarados a beneficio de esas zonas marginales. Mantiene el ritmo de su filme con la influencia de los usos y costumbres de los habitantes con todo y su respeto a sus creencias y religiones, pero que al final logra coincidir que la familia es lo primero y que todos están buscando el equilibrio emocional a través de la venganza.
En este filme del 2009 con duración de 90 minutos participan el maestro Harvey Keitel; John Leguizamo en un papel decoroso; la guapa Florencia Lozano; Diane Venora y Wanda de Jesús. La fotografía es de Frank Byers y la música corrió a cargo de George Acogny.
Pasando a la otra película, titulada sencillamente Super, es una alocadísima comedia de humor negro de James Gunn que te atrapará sin duda, porque en este universo de violencia extrema, todos en algún momento deseamos infinitamente convertirnos en superhéroes, sin que tengamos poderes suprahumanos. El protagonista puede ser tachado de imbécil, tarado, retrógrada, pero seduce porque siempre hemos conocido a alguien así en nuestro universo personal, pero tarde o temprano se transforma como aquellos nerds malacopa. En este caso, este ciudadano gringo cualquiera se convierte en un superhéroe.
El director de La plaga (Slither, 2006), Scratch (2009), Pets (2010) y The Belcoo Experiment (2010), James Gunn nos presenta en esta película del 2010 con duración de poco más de hora y media, las posibilidades infinitas de lo kitsch y al mismo tiempo brinda un merecido homenaje a todos los filmes de comics, a los mismos comics que han marcado la existencia de la Unión Americana y allende sus fronteras. Super es una película digna de verse en este periodo vacacional de Semana Santa, le hará reír hasta el cansancio y de paso se dará cuenta que tiene tintes moralistas, remarcará los códigos sociales conservadores, pero al mismo tiempo tiene todo el humor negro que logra equilibrio.
Verá a un Kevin Bacon haciéndola de traficante y padrote; a un Rainn Wilson como este ciudadano cualquiera trastornado porque le bajó el traficante a su esposa adicta a las drogas duras, dejándolo desamparado y en estado catártico. Wilson pasa de ser el cocinero Frank Darbo a “The Crimson Bolt” (“Rayo Colorado”, divertidísimo mote de superhéroe); a la bella Liv Tyler en su papel de consumidora de drogas e infiel y aburrida esposa; a la genial Ellen Page como la comparsa de “Rayo Colorado”, es decir, convertida de Libby, una vendedora de comics en una tienda especializada a “Boltie” (“Rayita”).
La escena en la que seduce “Rayita” a “Rayo colorado” es la más atractiva de la película, porque nos presenta ese lado sexual, erótico y sensual de un superhéroe, sin importar que el ciudadano sea un tarado cuarentón, pero una vez enmascarado es otra cosa. Se confirma esa teoría de lo efectivo de los juegos sexuales con disfraces. ¡Yeaaaaahhhh! También es de destacar la música, principalmente ese corte insistente durante toda la película titulado como “Super (OST). Two Perfect Monents” (así pueden localizarlo en Youtube), para que sepan de qué hablo. Ese corte es fantástico, muy pegajoso.
Debo reconocer que cuando adquirí el DVD me dije: “Seguro es una pendejada, pero con tantas cosas negativas que me han ocurrido últimamente, debo ser simplón por un rato”. La verdad quedé muy satisfecho con las carcajadas que gané. Usted debería reírse también. Gracias James Gunn. Hasta la próxima.


martes, 3 de abril de 2012

“Yo no soy maestro de nadie”: Guillermo Fernández García (1932-2012). Consumatum Est, entrañable amigo


Félix Morriña

Supe la noticia del crimen del amigo jaliscience, poeta y traductor del italiano al español Guillermo Fernández García (1932-2012) muchas horas después de que otro poeta, amigo y compadre Pedro Salvador Ale nos dejara a mi actual casero y compañero de farras, Eduardo Ceballos, y a este interlocutor en la colonia Independencia-Meteoro, pasadas las 13 horas del sábado 31 de marzo, justo minutos después de que su cuerpo sin vida y con certero golpe en la cabeza fuese encontrado en la sala de su abrigado departamento, cerca de mi nuevo hogar. Me “documenté” largas horas después en el Caralibro de su asesinato a la edad de 79 años.
Ale Mazza no quiso acompañarnos a Metepec al pre-festejo del Bar 2 de Abril, por diversas razones (una de ellas, llegó a casa sin haber bebido nada la noche anterior y sólo vino a auxiliarme. Al verme bien se marchó). El destino le (nos) esperaba con terrible noticia más tarde. Mi inconsciente sólo quería en ese momento una buena dosis etílica para comprender mi existencia y salvar mi intensa cruda. No daba crédito a nada en ese momento para ser honestos. No entendía nada, porque también me estoy recuperando de un asalto, luego de tantos años. Aún tengo miedo, al grado de que mi colega, amiga y ahora vecina de Radio Mexiquense, Gabriela Cabral, me diera un aventón a casa luego de la clausura de la Gira de Documentales Ambulante que se dio cita el jueves en un bar de Tecnológico y Tollocan. Gracias.
Para el nacido último sábado de marzo estaba dándole continuidad a una borrachera del viernes en el Landó en mi casa con mis colegas Cecilia Juárez, su pareja Ganem y otros fantasmas. Veníamos de ver y escuchar al Sr. Bikini, Puerquerama y Sonido San Francisco (los dos últimos celebrábamos el éxito vivido en el Festival Internacional Vive Latino de una semana antes). Ellos se fueron antes del amanecer. Yo me quedé hablando por teléfono al intelectual Enrique Monge, a mi amiga Jacqueline Rocha, a mi “jefe” Mario Medina y a tantos otros que les molesto cuando me va bien o cuando me va mal y les dedico canciones telefónicas por su amistad; pésima costumbre si no se tiene dinero o recursos extras.
Al maestro Guillermo Fernández, le llamaba para dedicarle canciones de baladas italianas, tarantelas u otro recurso musical del país de la bota. Nunca puso objeción. Al contrario, me preguntaba si quería que nos viéramos más tarde para retomar los tragos, siempre y cuando tuviéramos tiempo. Cuando por fin tuve línea telefónica, me prometí decirle cuál era mi número. Ese día nunca llegó. Hace casi un mes le llamé para vernos y tomarnos un Caballo Cerrero, el tequila que siempre puso frente a mis ojos cuando le visitaba. Tampoco se dio esa nueva cita. Ese tequila lo bebió durante su estadía el maese escritor argentino en Europa, Julio Cortázar, a quien conoció bien Fernández y siempre me lo recordaba, para que nunca olvidara lo especial de la cita.
He leído bastante sobre lo sucedido, sin tener nada claro aún. No estaba en condiciones de creer nada, hasta que desperté el domingo antes del medio día en casa (ni al estadio fui a ver perder al Toluca ante Santos, con todo y bronca con la hinchada local), cuando todos daban a conocer incongruentemente la noticia. Algunos medios daban a conocer un crimen sin nombre y apellido en la colonia Científicos; otros decían que se trataba del maestro, pero descartaban robo-asalto en su propio hogar, porque no se llevaron nada de valor, incluyendo dinero en efectivo que había en la casa. Nadie decía si se tratase de un crimen pasional por la conocida homosexualidad del maestro desde la época en que era secretario particular del escritor contemporáneo Carlos Pellicer. Nadie ha sido objetivo. Ni yo. No puedo. No se me da ahora. Ni creo poder. Escribo porque no aguanto lo que traigo dentro.
Como han escrito varios de mis colegas y amigos, lo único que quiero decir es que se haga justicia pronto. La Procuraduría mexiquense no ha dicho nada, al igual que de los ejecutados y descuartizados en la avenida Pino Suárez. Sólo dicen saber, pero no esclarecen nada, ni informan nada. Nada de nada. ¡Imbéciles! Si desean saber quién fue Guillermo Fernández García les transcribo lo que la fotógrafa y promotora cultural Luz del Alba Velasco dio a conocer recientemente, para que tengan mejor contexto de la figura cultural que perdimos:
“Los poetas están para nombrar y volver a nombrar como quieran. Guillermo Fernández fue un reconocido poeta tapatío, curtido en la capital de la República y hermanado con la legendaria Florencia, Italia, en sus años mozos y de donde se convirtió en el máximo exponente de la traducción literaria en la lengua italiana. Guillermo fue maestro de maestros, con un humor inigualable e inteligente, un amante de la vida como muy pocos. Él afirmaba que la ‘poesía no sirve para nada’, sin embargo con él aprendimos amar la verdadera poesía. La palabra… el acto solemne de la palabra desde sus palabras.
“A muchos nos distinguió con su amistad y con sus enseñanzas. Cuando uno le preguntaba sobre su legado, él enfático decía: ‘Yo no soy maestro de nadie, la gente aprende lo que quiere aprender. No soy un hombre de muchas palabras, para qué te digo cosas, que después vas a cambiar’.
Guillermo se desempeñó como poeta, ensayista, traductor y editor. Ganador del Premio Jalisco de Literatura. Su obra publicada fue: Visitaciones (1964), La palabra a solas (1965), La hora y el sitio (1973), Antología poética (1981), El reino de los ojos (1983), Bajo llave (1983), El asidero en la zozobra (1983), La flor avara (1989), Imágenes para una piedad (1991) y Exutorio (1991). Además, estaba a cargo de la colección La Canción en la Tierra, de la Subdirección de Publicaciones del Instituto Mexiquense de Cultura (IMC), en la cual ha publicado Lighea. Un siglo de cuento italiano, Poesía de San Juan de la Cruz y La amorosa iniciación.
Mordiéndose la piel labial en señal de rabia, nos despedimos del maestro con sus palabras publicadas en un medio de circulación nacional: “Pese a su naturaleza eminentemente personal, la poesía no es una tarea fácil. Para muestra, basta observar cuidadosamente los poemas de Octavio Paz o de Pablo Neruda. Tras la sencillez de las palabras y la cadencia, a veces hipnótica, de los versos, perviven un conjunto de conceptos que, de una manera u otra, apelan a nuestros placeres y nuestras reflexiones; a la sensibilidad humana y a nuestra capacidad innata para percibir el asombro y la belleza”.
Hasta siempre maestro. Consumatum Est.



domingo, 1 de abril de 2012

"Un bolero para ti", homenaje de Eliades Ochoa al género romántico


Félix Morriña

“No todas las voces resultan para cantar boleros por ser un género muy pasional, de hondas emociones. Su fuerza expresiva está suvizada por el acompañamiento musical; los diferentes recursos de la técnica contemporánea muestran el brillo que deseas darle y la mejor manera de retribuirle al autor”, de esta manera se expresó el cantautor cubano Eliades Ochoa sobre el motivo por el cual homenajea a los grandes compositores del género romántico por excelencia en el disco Un bolero para ti, el cual fue presentado de manera oficial el pasado 17 de febrero en la Feria Internacional del Libro de la Habana, Cuba.
            El disco fue dado a conocer en el marco de la presentación del libro Eliades Ochoa de la trova para el mundo de Grisel María Sande Figueredo, que fue publicado por Ediciones Cubanas, sello editorial de Artex, en el que refleja la vida artística del cantautor. El libro viene acompañado de un disco promocional con siete canciones inéditas y sus letras para todos aquellos que deseen interpretarlas.
            “La personalidad de este gran hombre, padre, amigo y artista de versátil musicalidad es así. Él se acomoda a los diferentes géneros. El bolero es una de sus grandes pasiones, hace coincidir el semblante interior con el exterior y es una víctima dócil de él, es le viene por ser trovador y recordar tantas canciones lindas que encontradas en las vitrolas, evocaron con nostalgia recuerdos. El bolero está vivo y constituye parte de nuestro legado cultural. Por ello es la mejor forma de crear con este repertorio un tributo a sus compositores”, señaló la escritora Grisel María Sande Figueredo.
La también investigadora de la música tradicional cubana dijo que para beneplácito de los admiradores de Eliades Ochoa, el repertorio escogido para Un bolero para ti contó con la colaboración del músico y arreglista Geovanis Alcántara, también la compañía de los integrantes del Grupo Patria, y del director y voz prima de Eliades Ochoa. Él no se instala a la indiferencia, por el contrario, la pasión irrefutable por el buen repertorio corre como la savia, que nos encandila sin darnos cuenta.
            Sande Figueredo agregó que las expectativas e iniciativas se mantienen desde el comienzo de la grabación, arreglos modernos al estilo de tríos de jazz band o bachatas, cuando terminas de escucharlos no te aburren, por el contrario, sientes encanto por algún tema,  como “Negrura” de Guicho Cisneros; “Amar y vivir” de Consuelo Velázquez; “Enferma del alma” de Otilio Portal; “Desvelo de amor” de Rafael Hernández y “Las cuarenta” de Garrido y Grela, entre otros boleros de importancia.
            El disco contiene 15 boleros producidos en larguísimas sesiones de grabación por parte del Grupo Patria. Los compositores variados como Gregorio García, Agustín Magaldi, Arsenio Rodríguez, entre otros, y boleros del maestro Eliades Ochoa (“Un bolero para ti”), que por vez primera acompañan el disco, se incluyen para que el público disfrute de los mejores legados de esta agrupación santiaguera, que fue recreada en el año 1939 y aún continúa cosechando triunfos dentro y fuera de Cuba.
            Por otro lado, les informo que Eliades Ochoa fue nominado al Premio Grammy 2012 por su disco Afrocubism, cuya producción fue resultado de la unión del cantautor cubano con su Grupo Patria y músicos malienses, entre ellos Toumani Diabaté. Producido por el sello inglés World Circuit, el fonograma fue calificado por la National Geographic como el mejor disco de música del mundo en 2010.
También hay otros dos discos que habrá que escuchar de Eliades Ochoa, uno de ellos es que hizo con la Banda del Jigüé, que incluye guarachas, sones, guaguancó, entre otros ritmos. El otro disco es Mi guitarra canta, un instrumental con obras emblemáticas de la trova cubana y otras universales, como “Hey Jude” de The Beatles. Imagínense la versión de Ochoa de este memorable tema. Los tres discos (incluyendo Un bolero para ti) ya están a la venta. Como podrán darse cuenta, hay mucho Eliades Ochoa por descubrir, escuchar y disfrutar. ¡Atrévase!