jueves, 15 de noviembre de 2012

“Milos Latino”, el homenaje de Karadaglic a la guitarra clásica


Félix Morriña

Con tan sólo 29 años, este joven talentoso nacido en Montenegro en 1983 ha dado mucho de qué hablar en las grandes esferas del mundo de la guitarra clásica. Recién fue llamado este mes para sustituir al pianista Kit de Armstrong en la programación del Carnigie Hall de Nueva York en la presente temporada de conciertos. Milos Karadaglic es visto ahora como uno de los más grandes virtuosos de la guitarra clásica y él no siente que debe asumirse todavía como tal, porque sabe que falta mucho camino por recorrer.
            Milos comenzó a tocar la guitarra a la edad de ocho años. El éxito llegó muy rápido para él, por eso trata de sobrellevar el éxito y los excesos propios del estrellato. A los 16 años fue becado para estudiar en la Royal Academy of Music, donde se gradúa con honores. Actualmente forma parte del exquisito repertorio de la prestigiada Deutsche Grammophon. Tiene programadas presentaciones en el Wigmore Hall de Londres y en el Festival de Lucerna.
            Milos Karadaglic tiene en su haber tres discos grabados, el primero titulado “Mediterráneo” (2011), el segundo “La guitarra” (2011) y el tercero “Latino” (2012), éste último llegó hace unos días a mis manos para reseñarlo. Inevitablemente dejo de hacer cualquier cosa al escuchar de manera impecable los acordes de ‘Por una cabeza’ de Carlos Gardel. Cientos de imágenes fílmicas se arremolinan, rememoro los pasos de tango del actor Al Pacino personificando al amargado coronel Frank Slade en “Perfume de mujer” de Martin Brest. O bien, imagino al arrogante Sean Penn en el papel de un magnate y político estadounidense en la cinta “Todos los hombres del rey” de Steven Zaillian, en la que estando en un centro nocturno ve bailar a una mujer en patines este bello tango. Lo mismo me pasa cuando escucho en este disco ‘La comparsita’ de Gerardo Matos Rodríguez.
            Tanto ‘Libertango’, como ‘Oblivion’ de Astor Piazzolla son de una magistral belleza sonora que no puede uno más que escuchar una y otra vez hasta el cansancio este disco, muy latino, como su título. De Heitor Villa-Lobos están grabadas ‘Prelude N. 1’ y ‘Mazurka-Chóro’; de Jorge Morel está ‘Danza brasilera’ y de Roland Dyens el ‘Tango en Skaï’. También destacan ‘Milonga’ de Jorge Cardoso; ‘Un sueño en la floresta’ y ‘Una limosna por el amor de Dios’ de Agustín Barrios Mangoré; ‘Un día de noviembre’ de Leo Brouwer; ‘Quizás, quizás, quizás’ de Osvaldo Farrés y ‘Batucada’ de Isaías Sávio.
            Mención aparte merecen las composiciones del maestro mexicano Manuel M. Ponce con sus ‘Scherzino mexicano’ y ‘Chanson. Andante from Sonata III’, porque más allá de que sean interpretadas con una genialidad pocas veces escuchada, el simple hecho de haberlas tomado en cuenta por este montenegrino nos recuerda del altísimo nivel que poseía el compositor zacatecano y que debemos rendirle pleitesía las veces que sean necesarias.
            “Soñaba con el Royal Albert Hall de Londres cuando era niño. Soñaba que un día tocaría allí, que vendría a Londres. Fue muy difícil para mi familia y para mí. Pero todo tenía sentido, porque pensaba que algún día tocaría en el Royal Albert Hall. Tienes que tener mucha energía dentro de ti para poder transmitir esa electricidad a cada una de las personas del teatro. Si piensas en el Royal Albert Hall, tres mil personas o más, es como si fueras un átomo en el centro y estuvieras sujetándolo todo desde ese núcleo de toda la sala”, explicó en una entrevista el joven guitarrista para la cadena “Euronews” sobre el gran sueño que representa tocar en tan mítico lugar.
            Milos Karadaglic quiere que la guitarra clásica vuelva a ser popular. Todos lo consideran el embajador del instrumento, por lo que se ve obligado a “ensayar todos los días para buscar diferentes colores y efectos. Cuando tocas una frase y la repites, y repites, y repites, entonces llegas a esa nota, es anota que tiene color especial. Te golpea donde tiene que hacerlo, y encuentro la gran belleza de la guitarra. Puedes crear todo un arcoíris de diferentes sonidos con la guitarra, desde el más brillante hasta el más oscuro y al más colorido. Puedes hacer una sinfonía”.
            Al preguntársele sobre el tema ‘Koyunbaba’, compuesto por el compositor italiano Carlo Domeniconi, Milos Karadaglic enfatizó que fue una especie de refugio musical para él. “Para mí fue muy emocionante tocar el tema de Domeniconi porque me recuerda a aquellos primeros meses en Londres cuando estaba tan triste y todo era muy duro. Sentí que cuando lo tocaba estaba experimentando esas emociones de nuevo y apartándolas porque empezaba un  nuevo capítulo. Es increíble cuando deseas algo y todo encaja. Muchas cosas que he vivido son como un dejá vu, porque en mi cabeza ya había visto todo esto”, concluyó la promesa montenegrina y futuro monstruo de la guitarra clásica.
            Por mi parte es todo por ahora. ¡Hasta la próxima!


fmorrina@yahoo.com.mx
Twitter: @fmorrina


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