Félix Morriña
Juraría
que se trata de un monólogo de una hora, pero resulta que es “un espectáculo
teatral unipersonal”, según la propia actriz mexiquense Sandra Tourlay, quien
presentó la noche del pasado miércoles 22 de agosto en el Centro de la Imagen
Larrañaga de Toluca Como Edith, un
sentido homenaje a la francesa cantante, actriz de teatro y cine, Edith Piaf.
Originalmente dirigida por el dramaturgo Edgar Ceballos, Como Edith fue estrenada primero en España, antes que en la ciudad
donde habita la actriz, durante las primeras semanas del mes de enero del
presente año. La razón fue que la invitación llegó primero que por algún
promotor cultural de casa. La Tourlay dijo que le fue de maravilla en tierras
ibéricas.
Tanto dramaturgo, como actriz,
decidieron hacer una puesta en escena en la que un atormentado personaje
femenino cree vivir una vida semejante (o inclusive mejor) a la de la llamada Gorrión de París, pero su esquizofrenia
la lleva por caminos distintos. Sometida por años a los cuidados de su madre
recién fallecida, el personaje no sabe con precisión hacia dónde dirigir su
vida, máxime cuando cree que su amado vive, pero en realidad ha muerto desde
hace mucho tiempo, o tal vez, ni existió.
Escrita y dirigida por Edgar
Ceballos, la puesta logra su objetivo: Rendir pleitesía y al mismo tiempo describir,
criticar, analizar la vida y obra de Edith Piaf, sin la necesidad de ser
arbitrario, ni complaciente, sencillamente ubicar al personaje en los tiempos que
corren y ponerla al servicio de la comunidad artística. Sin la presencia del
dramaturgo, Sandra Tourlay presenta esta puesta en cuanto foro le ofrezcan,
porque no hay mejor manera de homenajear a un artista de la talla de la Piaf,
que de esta manera, aunque sea en foros nuevos como el Centro de la Imagen
Larrañaga, ante poco más de 50 personas.
El guión dramático de Como Edith atrapa a cualquiera, porque
se siente el estudio de la artista, como del sufrido personaje, que bien le va
a la Tourlay, por cierto. Para muchos, la manera en la que se desarrolla el
argumento escénico es demasiado rápido, máxime si se trata de un artista de la época
de la Segunda Guerra Mundial; mientras que para otros cumple con los
lineamientos actuales. Sandra Tourlay respondió a los cuestionamientos al
respecto, indicando que Edgar Ceballo quería aún ir mucho más rápido, cambiar
el ritmo de la puesta conforme la esquizofrenia del personaje se modificaba. A
mi parecer cumple efectiva y funcionalmente con el objetivo y las intenciones
teatrales.
Con los suficientes elementos
escénico ornamentales, entre ellos, una mesa con un hotdog, un pollo frío, una
botella de vino y una copa; un sombrero, dos sillas, una tumba simulada, dos
fotografías (una del personaje a color y otra de Edith Piaf en blanco y negro),
una maleta de viaje, una bata roja, su vestido negro y la música de fondo de
Edith Piaf, la obra es bastante convincente, al grado de ser ampliamente
recomendable.
Hay algunas expresiones dentro del
argumento que son interesantes y que en la voz de la Tourlay le dan ese énfasis
para quedarse grabadas de memoria, entre ellas: “Todos los ritmos empiezan en
tres. El baile es como la geografía: Líneas, círculos, semi círculos…”. “Terminaré
en los asilos, porque eso dan de comer (lo que tiene en su mesa, por lo que
tiene que acostumbrarse)”. “El próximo mes me alimentaré de sobras (porque ya
no tendrá qué comer)”. “¿Por qué te fuiste lejana juventud?”. “El amor,
solamente en la obra de la Piaf. Es el barco que termina de hundirse”.
La obra que fue apoyada con la Beca
Focaem, también ya se presentó en Metepec y en un festival de teatro de
Tenancingo. Se espera que sea apoyada para ser presentada en otros espacios
escénicos. Desde este espacio, le deseamos mucha suerte a Edgar Ceballos y a
Sandra Tourlay con la obra Como Edith.
¡Hasta la próxima!
fmorrina@yahoo.com.mx
Twitter:
@fmorrina
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