jueves, 8 de marzo de 2012

"The Fall, el sueño de Alexandria", filme de Tarsem Sinigh sobre la magia infantil


Félix Morriña

Mucho se habló en su momento del filme del director indio Tarsem Sinigh, The Fall, el sueño de Alexandria (2006) porque provocó disímbolas críticas. Ahora que logro verla en formato DVD apoyo las críticas que hablan a favor de la película del realizador de La celda (2000), Inmortales (2011) y director del exitoso tema de REM, “Losing My Religion”, entre otros videos de artistas reconocidos internacionalmente.
         El doble de acrobacias del cine de los años 20, Roy Walker (encarnado por el actor Lee Pace) se accidenta en una escena por lo que termina en un hospital donde conoce a una niña de nombre Alexandria (caracterizada por la angelical CatincaUntaru), con quien entabla amistad, al grado de pedirle sutilmente que le consiga morfina para conciliar el sueño. Durante su estancia le cuenta a cambio de dosis una historia fílmica fantástica que la infanta logra recrear con ese ingenio que sólo los niños pueden hacer.
         Durante el relato de Roy, sitúa su historia en diferentes escenarios, desde el inquietante desierto hasta ciudades hiperreales. Mete en su narración a cinco peculiares personajes: Un esclavo llamado Ota Benga (Marcus Wesley), un ruso experto en explosivos, un indio (Jeetu Verma), una versión kitsch de Charles Darwin (Leo Bill) y un bandido enmascarado (interpretado por el propio Roy Walker). Todos estos personajes buscan vengarse del gobernador-tirano Odious (Daniel Caltagirone), pero a lo largo de la trama van perdiendo la vida porque ese es el destino que les marcó en su historia contada por Roy.
La niña no soporta que haya tanta maldad y violencia en la historia de Roy, por lo que mete mano en la trama, al grado de convencerlo de modificar el final. Incluso ella participa como personaje en la narración, como hija del enmascarado azul, que siempre tuvo la intención de rescatar a su hermano de las garras del gobernador Odious. Es más, se agregó a esta narración el personaje de El místico (Julian Bleach) para fortalecer la esencia de la trama inventada en un principio por Roy y modificada por el ingenio de Alexandria.
La película atrapa desde el primer momento, por la historia misma, como por su fotografía, como por las escenas en blanco y negro, que hacen pensar que el cineasta indio hace un homenaje al séptimo arte a través de esta película que puede ser el preámbulo a los festejos del Día del Niño. La producción corrió a cargo de la India, Reino Unido y Estados Unidos. En 117 minutos, Tarsem Sinigh logra un estupendo argumento basado en la cinta Yo Ho Ho (1981) y escrito por Dan Gilroy, Nico Soultanakis y el propio Tarsem Sinigh. La música estuvo a cargo de Krishna Levy, la fotografía por Colin Watkinson y el montaje por Robert Duffy.
Cabe destacar que la actriz Catinca Untaru no tenía experiencia en el séptimo arte, pero le dio la oportunidad Tarsem. El director tuvo que apresurarse a rodar su película porque el rol protagónico debería ser una niña de cuatro años y Catinca estaba por cumplir seis. Conoció a Catinca a través de un video traído de Rumania y de inmediato supo que ella sería su actriz. “El hallazgo me tomó por sorpresa. Debí filmar rápido porque Catinca en cuatro meses sería otra persona. Debimos hacer la película en ese instante, no podíamos comenzar a filmar por etapas. Catinca no hablaba inglés, por lo que aprendió sus líneas de manera fonética, palabra por palabra, hasta que se grabó lo que ustedes tienen ante sus ojos”, acotó satisfecho Tarsem Singh.
No queda más que invitarlo a conseguir esta película en cualquier tienda de prestigio, porque bien vale la pena verla al lado de toda la familia. Todos gozarán como niños. Hasta la próxima.


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