domingo, 21 de agosto de 2011

Michael Nyman presenta "The Piano Sings" y "Cine Ópera" en el Teatro de la Ciudad y Museo del Chopo

Félix Morriña

Todavía recuerdo muy bien al pianista, musicólogo, crítico musical y compositor inglés Michael Laurence Nyman (1944) en una de sus presentaciones en la majestuosa sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante uno de sus memorables recitales a mediados de la década de los años noventa. Para ser mucho más precisos, estuvo las noches del jueves 14 y viernes 15 de noviembre de 1996. Aún no puedo olvidar las piezas contenidas en la banda sonora de El cocinero, el ladrón, su esposa y su amante del cineasta británico Peter Greenaway que fueron interpretadas la primera noche por la banda de Nyman, compuesta por 14 músicos.
            Hace poco más de un mes (viernes 10 y sábado 11 de junio), Michael Nyman se presentó sólo con su piano y el apoyo visual de algunas fotografías fílmicas en esta maravillosa sala de conciertos de la Máxima Casa de Estudios del país. Interpretó un programa denominado The Piano Sings durante ese fin de semana. Las secciones culturales respetables de los algunos medios de comunicación de circulación nacional registraron los dos eventos, pero hacía falta algo más y por ese motivo, ese mismo recital será presentado por primera vez en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico), el próximo jueves 25 de agosto a las 20:30, para todos aquellos que no tuvimos la oportunidad de verlo.
Mientras escribo esta columna y escucho tres piezas del programa The Piano Sings que me proporcionaron los organizadores de los recitales de este genio en México (Solange García y Carlos Becerra de Independent Recordings) recuerdo a Michael Nyman caminando de la mano de la fallecida coreógrafa alemana Pina Bausch por las bellas callejuelas de la ciudad colonial de Guanajuato en el 22 Festival Internacional Cervantino (FIC) de 1994. Ellos se conocieron en el Cervantino y nadie, absolutamente nadie, registró esa efímera relación de dos grandes de la cultura internacional. En aquella ocasión, la noche del 17 de octubre, el maestro Nyman había ofrecido un concierto en el monumental Teatro Juárez donde tocó selecciones de las obras Draughtsman’s Contract, Zoo, Water Dances, Fall Of Icarus y partes de la obra compuesta para el filme El piano de Jane Campion.
Ese año, hubo varios festejos musicales para Michael Nyman como parte del 50 aniversario de su nacimiento. El programa de mano señalaba que la música de Nyman se caracteriza por la gran diversidad de técnicas, lenguajes y estilos que abarca, con lo cual no es prudente colocarlo todo el tiempo dentro del género del minimalismo, término inventado por él en 1968 cuando publicó un artículo en The Spectador cuando se refería al trabajo del compositor inglés Cornelius Cardew.  La mayor influencia de Nyman dentro del minimalismo es John Cage.
Con un eclecticismo saludable, Nyman hace evidente su versatilidad: alcanza una soltura idéntica en el territorio que aborde. Asimismo, su producción comprende los más diversos géneros: ópera, música de cámara, partituras concertantes y canciones pop con la banda Flying Lizards, entre otras sorpresas en las que ha estado inmerso el también fotógrafo experimental, tal y como consta en la exposición Cine Ópera, proyecto que incluye una serie de 59 fotografías y una película de 20 minutos en el que realiza un recorrido visual por el derruido Teatro Cine Ópera, ese donde se llevaron a cabo memorables conciertos como el de Los Lobos, Bob Dylan, Héroes del Silencio y Bauhaus (con éste último se cerraron sus puertas). También este espacio tuvo su momento de esplendor en la época de oro del cine mexicano
 Esta exposición será inaugurada el próximo miércoles 24 de agosto a las 19 horas en el Museo Universitario del Chopo (Dr. Enrique González Martínez 10, Colonia Santa María La Ribera), en donde se proyectará también la película. La curaduría es de Israel de León y contó con el apoyo de la asesora Trisha Ziff. Como muchos saben, este edificio está en el abandono total y Michael Nyman en uno de sus tantos recorridos por la Ciudad de México, llegó a la colonia San Rafael y se topó de frente con la historia devastada, llena de agujeros en el techo y un silencio sepulcral entre sus butacas. Este trabajo fílmico tiene un registro experimental, pero oportuno para pensar en el rescate de nuestros espacios públicos culturales y arquitectónicos. La muestra estará abierta al público hasta el 15 de enero del 2012 de martes a domingo de 10 a 19 horas.
Michael Nyman escribió sobre este suceso lo siguiente: “El 16 de febrero de 2010, armado con una cámara fotográfica y una DV Cam, emprendí la catalogación, en el menor tiempo posible, de todos los espacios públicos y privados del Teatro Cine Ópera a los que pude acceder. De las más de 700 imágenes de decadencia y desamparo que pude registrar, 59 se presentan aquí”.
“Mi principal objetivo, continuó, era el auditorio: una manifestación en forma de muerto viviente de las ‘ruinas de la modernidad’. En la película Cine Ópera únicamente utilizo imágenes de este espacio, que a su vez se divide en tres elementos: sillas, escenario y tejado. Este último ejemplifica claramente la desastrosa belleza de la ruina, al menos por las mañanas, cuando los rayos del sol brillan a través de sus orificios. Estas imágenes en movimiento tienen dos consecuencias: una poética y política; la otra pragmática y fotográfica.
“En el primero de los casos, los rayos de luz se burlan de cierta manera del propósito original del Teatro Cine Ópera, al comportase como los haces de los proyectores que todavía se encuentran en la sala: proyectan imágenes inexistentes sobre una pantalla inexistente, evidencian la necesidad de una subvención pública o privada que pueda rescatar este cine. El 29 de mayo de 2010, cuando regresé a este lugar, me encontré con que el tejado estaba protegido con una red negra (mi Teatro Cine Ópera había sido invadido por la filmación de un comercial televisivo de un conocida bebida etílica), que filmé como simbólica mortaja”.
Señoras y señores, esta es la oportunidad de apreciar a uno de los más grandes genios de la música y amante de la fotografía y el séptimo arte en vivo y en directo. Si se lo pierden, allá ustedes.


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