domingo, 14 de octubre de 2012

Paté de Fuá y Miguel Mateos, la argentinidad en Quimera


Félix Morriña

La primera vez que se presentó en el Festival Internacional Quimera de Metepec, el grupo argentino, asentado en territorio mexicano con integrantes de esta nacionalidad, Paté de Fuá, fue dentro de la pasada administración municipal del alcalde petista Óscar González Yáñez (OGY), hoy “flamante diputado local”, donde por cierto colaboraba el promotor cultural Esteban Farfán en la Dirección de Educación y Cultura, que dirigía el ortodoxo hombre de izquierda, Mariano Villegas.
En esta ocasión, dentro de la administración que heredara la hoy senadora priísta Ana Lilia Herrera Anzaldo, al interino Jaime Efraín Hernández González, no hay la menor duda que Esteban Farfán logró optimizar los recursos para que de nueva cuenta estuviera en la programación, uno de los grupos más propositivos de la nación sudamericana, pero con el bonus extra de que traen disco nuevo bajo el brazo, titulado Boquita pintada (2011), el cual por cierto le ha ido muy bien en las presentaciones en vivo y en ventas.
Como muchos sabrán y recordarán, Paté de Fuá tiene la habilidad de fusionar “viejos ritmos”, aparentemente diferentes, pero con mucha fuerza sonora intrínseca, como el jazz, las tarantelas, el dixieland, las musette y el tango, lo que los convierte en un grupo diferente que cuida muy a detalle el contenido de las letras. Eso los ha hecho un sexteto insertado en el gusto de un exquisito sector social nacional. Poco a poco, Paté de Fuá ha ido incrementando el número de seguidores, gracias en buena parte, a la difusión de su música en estaciones de radio y en los medios impresos, pero sobre todo en las redes sociales y el de boca en boca por a su alta calidad sonora.
Con tan sólo cuatro discos, Música moderna (2007), El tren de la alegría (2009), Yo estuve ahí (en vivo desde el Teatro Metropólitan, sacado en el 2011) y Boquita pintada, Paté de Fuá ya tiene un lugar seguro en los anales de la música contemporánea mexicana, con temas como “Celoso y desubicado”, “El fantasma enamorado”, “Sin razón y despedida”, “Ojos brujos”, “Muñeca” y “¿A dónde vas?”, entre otros de igual importancia dentro de su repertorio.
Ellos, los argentinos Yayo González (director, compositor, guitarrista y cantante) y Guillermo Perata (compositor, banjo y trompeta), que se hacen acompañar de los mexicanos Jorge Luri Molina (en el contrabajo), Alexis Ruiz (en el vifráfono), Víctor Madariaga (en el acordeón y bandoneón) y Rodrigo Barbosa (batería y chupetófono), se presentarán el próximo viernes 19 de octubre en el Parque Juárez de la cabecera municipal del recién nombrado Pueblo Mágico de Metepec a las 21:30 horas. Por si usted está cansado del laburo y no desea ir hasta el reciento ferial para presenciar el Quimera Rock ese mismo día, esta es una buena opción musical de calidad.
En cuanto al veterano cantante rockero argentino, hincha de River Plate (algún error debía tener, porque no todos son tan buenos, como uno que le va al Boca Juniors), Miguel Mateos, él será el encargado de cerrar la vigésima primera edición de este festival tan importante en la entidad mexiquense, por lo que tenemos entendido tratará de hacer un set list acorde a los más de 30 años que tiene de trayectoria artística, en la que ha habido de todo.
Muchos lo recordarán como un icono del rock de finales de los años 80, cuando el movimiento mercantil Rock en tu idioma estaba en pleno apogeo y él lideraba junto a Soda Stereo, Radio Futura, Caifanes, Kenny y Los Eléctricos, Neón, Maldita Vecindad y Los Hijos del Quinto Patio, entre muchos otros, esa época en la que el idioma de Cervantes volvió a colocarse en el gusto de las masas a través del rock y sus derivados. En esos años, Migue Mateos ofrecía conciertos espectaculares, con toda la parafernalia que existía y que compraban-rentaban las transnacionales, pero tenía un registro vocal en vivo que no terminaba de convencer. Al paso del tiempo, Mateos se dio cuenta que debía mejorar las actuaciones en vivo y así lo hizo.
Luego de ese auge, Miguel Mateos se fue a vivir a Estados Unidos, porque la Argentina era un país inseguro sumergido en problemas socioeconómicos y además tuvo problemas con algunas autoridades culturales que le amenazaron su integridad. Pese a ser considerado por muchos como un músico comercialmente popero, Mateos tuvo sus momentos de lucidez contracultural y reprobó-reprochó lo que consideraban sus homólogos una arbitrariedad contra la libertad de expresión.
También ha tenido momentos de bajeza, como diríamos algunos, porque después se involucró con grupos mexicanos y latinos de una manera que puede uno olvidar u omitir, como Reik, Thalía y Franco de Vita, que nada tienen que ver con movilizaciones sociales culturales, ni en este país, ni en ningún otro lado. Sin embargo, en esta primera vez en el Festival Internacional Quimera 2012, en la que viene a tocar sus éxitos de antaño, que usted querido lector sin duda conoce, se podrá escuchar a un ser maduro, consciente de su tiempo y que no hará boludeces, para que sea recordado como un ente representativo de la argentinidad. ¡Por allá nos vemos!

Twitter: @fmorrina

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