miércoles, 17 de octubre de 2012

El fado quimérico de Ana Moura seduce Metepec

Félix Morriña

Los poco más de mil personas que asistieron la noche del pasado domingo 14 de octubre a las escalinatas del Calvario de Metepec, presenciaron un recital inusual de fado a cargo de la lusitana Ana Moura (Santarém, Portugal, 1979), quien por espacio de hora y media ofreció parte del contenido de su producciones Guarda-me a vida na mäo (2003), Aconteceu (2005), Para Além da Saudade (edición especial con DVD del 2007), Ana Moura: Ao Vivo no Coliseu 2008 (edición especial con DVD) y Leva-me aos Fados (2009). 
Desafortunadamente, las autoridades eclesiásticas de la iglesia del Calvario, con todo y las mayordomías, faltaron a lo pactado con las autoridades municipales de Metepec, con recpecto a que no prenderían fuego a los juegos pirotécnicos durante el recital de Ana Moura, porque sus presentaciones requieren de cierto grado de estabilidad sonora, pero al clérigo no le importó e hizo lo contrario faltándole el respeto a la artista, que un día anterior, el sábado 13 de octubre, se había presentado con éxito en el majestuoso Teatro Juárez de Guanajuato, dentro de la cuadragésima edición del Festival Internacional Cervantino (FIC), siendo uno de los mejores recitales registrado en esta edición.
Sabemos de las exigencias de cumplir con los usos y costumbres eclesiásticas de parte del párroco, pero si ya habían dicho que prenderían lo cohetes el lunes 15 de octubre, día oficial de la Virgen de los Dolores, entonces, su actitud fue reprochada por gran parte de la concurrencia que no alcanzaba a entender el motivo por el cual la cantante se retiró por unos momentos del escenario, dejando a sus tres músicos (el bajista André Moreira, el guitarra clásico Pedro Soares y el ejecutante de la guitarra portuguesa, Angelo Freire) improvisar mientras se normalizaba la situación.
Al final, la bella morocha Ana Moura logró salir avante de estos avatares propios de su carrera y dejó satisfecho al respetable que se le entregó desde el principio. Sin duda, faltaron los temas más sentidos que la intérprete no pudo cantar, pero en su lugar utilizó temas que permiten al aire libre ser bien escuchados. Su histrionismo la elevó al nivel que le toca y sus músicos ayudaron a que esto se concretara. Al final, este interlocutor pudo interactuar con la joven cantante.
            “Entiendo que estos países tengan sus tradiciones y este tipo de cosas acontecen, pero para mi música es mejor que se creé un atmósfera de silencio. Los cohetes nos quitan la concentración. Gracias al caluroso y cariñoso público nos motivó. Cuando esto sucede uno queda satisfecha”, de esta manera inició la entrevista Ana Moura, no sin antes aclarar que “en los escenarios al aire libre se pierden muchos sentimientos del fado, pero siempre se pueden adaptar los temas, porque hay manera de hacerlo. Muchos piensan que el fado es sólo para espacios cerrados, pero no es así, también se pueden tocar, corriendo los mínimos riesgos”.
            Al preguntarle sobre el tema que hiciera famosa la cantante Lola Beltrán, que ella empleó durante el estruendoso sonido de los cohetes y demás parafernalia clerical, Ana Mora dijo conocer desde pequeña el tema “Cucurru cucú Paloma”, “porque mis jóvenes padres, que también cantan a dúo, pero sin ser profesionales, la interpretaban en las reuniones familiares o de amigos los fines de semana. Tuve que improvisar con esta canción porque el ruido de artificios (juegos artificiales) no me dejaban cantar, no podía seguir con facilidad, pero el público ayudó mucho porque les representa parte de su vida. En mi país, también es considerado un tema importante, un tema muy fuerte”.
            Al recordarle si el fado en Portugal goza de cabal salud y si está en el gusto de la gente, más allá de Teresa Salgueiro, antes y después de Madredeus y Amalia García, la cantante lusitana explicó que “muchos jóvenes están muy interesados en el fado, al grado de que están impulsando un nuevo aire para este género musical. Le están dando un arropaje diferente al fado tradicional, pero también respetando lo ya hecho. Lo más importante es que en Portugal las autoridades culturales y la sociedad en general están recuperando las tradiciones, el arte en general, la gastronomía, los usos y costumbres del país, al grado de posicionarlo en el mundo. Lo más que se vende ahora es el fado, lo cual me pone muy contenta”.
            En cuanto a la personalidad de Mick Jagger y Keith Richards, integrante de The Rolling Stones, con quienes Ana Moura ha colaborado sobre el escenario, cantando “No Expectations”, cuando van a Portugal, dijo que son personas muy sencillas, lo que los convierte en grandes artistas de mucho respeto. La música de los Stones, principalmente la parte blusera, se acerca mucho al fado, según la intérprete lusitana, al grado de persuadir el oído de Ana Moura para inspirarse.
            “Fue una experiencia única para mí, porque además de ser invitada cuando van a mi país, me llevaron a Estados Unidos para tocar con ellos. Eso se los agradezco infinitamente. Hemos grabado algunas tomas y hemos ensayado lo suficiente para decir que es algo único. Quiero decir que esta mezcla de músicas, del blues y del fado, enriquecen mucho a los géneros musicales y a las personas, pero sobre todo a las distintas culturas”, agregó la cantante, mientras toleraba los bruscos cambios de temperatura de Metepec en esta época del año.
            Además de colaborar con The Rolling Stones, Ana Moura tuvo la oportunidad de trabajar al lado del genio de Minneapolis, Prince, con quien tocó en la Unión Americana, específicamente en la ciudad mencionada, cuna del creador de una de las más peculiares guitarras eléctricas con un sonido muy genuino. “Con Prince toqué música mía con guitarra eléctrica, como también en un jam session. También quiero decir que ha estado Prince en Portugal, hemos hecho buena amistad y estamos muy unidos ahora”.
            Cuando se le cuestionó sobre la crisis económica europea y si ésta ha hecho mella en la cultura portuguesa, la intérprete de “Fado das águas”, “Fado vestido de fado”, “Rumo Ao Sul”, “Fado da procura”, “Por um dia”, “Leva-me aos fados”, “Guitarra”, “De qd em vez” y “Loucura”, entre otros temas que fueron tocados la noche del pasado domingo 14 de octubre en las escalinatas de El Calvario de Metepec, dentro del XXI Festival Internacional Quimera, mencionó que sin duda les ha afectado la crisis no sólo en la economía, sino en todos los sectores del país, pero tiene la esperanza que eso motive a crecer y que todo mejorará muy pronto.
            Antes de concluir con la entrevista, Ana Moura adelantó que está terminando los detalles de su nueva producción, que saldrá al mercado discográfico el mes próximo. Llevará por nombre Des-fado, el cual está un tanto alejado de lo grabado por ella hasta ahora, porque hay piano, violines, batería vintage, guitarra portuguesa, guitarras eléctricas y voces sentidas en inglés y portugués que hablan de amor y desamor. “Espérenlo, porque será toda una sorpresa. Les dejo mi corazón y un beso de gratitud”, espetó con voz baja antes de retirarse de los camerinos de Metepec.

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