Félix Morriña
Para
los que no saben o recuerden, el cantautor mexicano Ricky Luis está de vuelta sobre
los escenarios musicales y con un nuevo disco bajo el brazo, titulado “Me
siento muy bien” (Producciones Mexicanas Discográficas, 2013), el cual marca su
regreso luego de dos décadas de haberse dedicado a otras actividades para
sobrevivir. Algunos lo recordarán vagamente por el estribillo ese de: “Tengo un
mes con el mismo pantalón, ¿y qué?”, pero ahora encontrarán a un cantante que
ha asumido sus errores, que ha vivido las letras que ha compuesto en todos
estos años, y sobre todo, que no espera mucho del medio artístico, sino que
regresa sólo con el afán de cubrir una necesidad creativa que siente debe
compartir.
Cabe recordar que Ricky Luis pasó
una temporada como conductor de televisión en “Despierta América” en el vecino país
del norte, porque sintió que ya había dado todo en el mundo de la música, pero
después de tanto insistir su público que le veía en pequeños foros de la Unión
Americana intentó este retorno. Y al parecer le va bastante bien, porque él
mismo lo ha dicho: “las ventas (de su nueva hostia plateada) han superado las expectativas”.
Para
el compositor de ‘Nadie me quiere’ y ‘Soy una basura’, temas éxito de antaño, lo
más importante en este momento para retomar su carrera como cantautor es “construir
un futuro con sabor a pasado” a raíz de “Me siento muy bien”, el cual contiene
15 rolas producidas por Armando Doval en la ciudad del Sol, Miami, Florida.
Sobre los temas se puede decir que son para roqueros mayores de los 30 años que
han vivido separaciones, desamores agridulces; los que han sido ninguneados de
la sociedad, porque no alcanzaron el éxito sobre la edad y a los que cada día
se les dificultará crecer.
También
escucharemos temas positivos pese a los contrastes socioeconómicos y culturales,
como el que da título al disco; así como el tormento al que se enfrenta todo
ser celoso (ambos sexos); el intento de toda entidad por buscar ser un hombre
nuevo; como el que no quiere dejar de ser un tipo seductor, libidinoso, al que
se le acentúan las mañas para poder conquistar a las féminas. En este disco hay
de todo, máxime para todo ser que ha vivido lo suficientemente libre entre los
30 y 50 años y/o más. Todos ellos se identificarán con las historias contadas en
este disco por un Ricky Luis en esa etapa creativa.
Para muestra dos botones, el primero
con ‘El hombre invisible’: “… Yo fui el hombre invisible de la sociedad./ Mi
verdadero nombre es marginado social./ Me pierdo entre la gente, yo soy solo
uno más./ Los ricos y los pobres no se pueden mezclar./ Yo supe desde niño que
tenía que trabajar”.
En
el tema ‘El hombre nuevo’ (que no sólo le queda a los treintañeros, sino a
todos aquellos que han estado muy sumergidos en la inestabilidad emocional),
Ricky Luis habla de todos aquellos hombres que desean ser otros con tal de
rescatar a su ser amada: “He pensado seriamente ser un hombre de bien./ Buscar
hasta encontrar trabajo y ser el empleado del mes./ pienso meterme a la escuela
a estudiar/ computación e inglés/ y voy a cambiar mis botas por unos pinches
Florsheim./… He pensado seriamente en dejar de beber/ hacer a un lado a mis
amigos y dormirme a las 10./ He soñado tantas veces con amarte otra vez./ Lo he
soñado tanto y tanto que me rindo a tus pies”. ¡Atrévase a escuchar a Ricky
Luis!
Por
otro lado, el pasado viernes 7 de junio en las instalaciones del Urban Bar de
Metepec, el dueto español Amaral presentó el contenido de su reciente disco “Hacia
lo salvaje” (Fonarte Latino, 2012), ante un conocedor público que llenó el foro
del municipio nombrado recientemente “Pueblo Mágico”. La audiencia que se dio
cita conocía bastante bien la carrera de la compositora, cantante y guitarrista
Eva Amaral y del seis cuerdas, cantante y compositor Juan Aguirre, quienes
pedían temas incluidos en “Amaral” (1998), “Una pequeña parte del mundo” (2000),
“Estrella de mar” (2002), “Pájaros en la cabeza” (2005), “Gato negro-Dragón
rojo” (2008) y “Hacia lo salvaje” (2011). Para su fortuna, fueron ampliamente
complacidos.
Para
ser la primera vez que se presentan en Metepec, Amaral hizo un gran esfuerzo
por tratar bien a su público, al grado de hacer un recuento de su carrera como
si fuese un largo ensayo. Eva Amaral tuvo el tacto de explicar prácticamente el
contenido de su reciente obra, la cual llevan ya más de un año de gira,
presentándose en formato de banda o dueto, según se den las circunstancias y el
tamaño de los foros. La delicadeza con la que proceden estos músicos sobre el
escenario, los hace grandes y muy profesionales, pese a los contratiempos que
se dan tras bambalinas por el espacio y condiciones del camerino, las pruebas
de sonido, el equipo empleado o contratado y demás aquelarres a las que se está
expuesto en esta profesión.
Si
a eso agregamos el frío de la ciudad típica y la altura de dos mil 600 metros
sobre el nivel del mar que afectó a estos zaragozanos, la entrega fue excelente.
Cabe destacar que no siempre un grupo tiene que ser complaciente con su público,
porque se supone que saben todo sobre ellos y al asistir a un concierto puede
haber varias sorpresas o simplemente no tocar temas éxito de antaño y darle
sólo lugar al disco que se está promocionando.
Entre
los temas que más fueron ovacionados esa noche están ‘Como un martillo en la
pared’, ‘Montaña rusa’, ‘Rogaciano, el huapanguero’, ‘Hacia lo salvaje’, ‘Cuando
suba la marea’ y una versión muy peculiar de ‘Heroes’ de mister David Bowie, la
cual dejó a algunos sacados de onda, debido a la contundencia con la que fue
interpretada. En otras palabras, Amaral hizo la noche en hora y media de
recital. Empezó tarde con base al horario mostrado en el boletaje, pero bien
valió la pena la larga espera. Al final, todo fue miel sobre hojuelas. ¡Hasta
la próxima!
Twitter:
@fmorrina
No hay comentarios:
Publicar un comentario