lunes, 10 de junio de 2013

“Me siento muy bien”, el regreso de Ricky Luis a los escenarios y Amaral al Urban Bar de Metepec


Félix Morriña

Para los que no saben o recuerden, el cantautor mexicano Ricky Luis está de vuelta sobre los escenarios musicales y con un nuevo disco bajo el brazo, titulado “Me siento muy bien” (Producciones Mexicanas Discográficas, 2013), el cual marca su regreso luego de dos décadas de haberse dedicado a otras actividades para sobrevivir. Algunos lo recordarán vagamente por el estribillo ese de: “Tengo un mes con el mismo pantalón, ¿y qué?”, pero ahora encontrarán a un cantante que ha asumido sus errores, que ha vivido las letras que ha compuesto en todos estos años, y sobre todo, que no espera mucho del medio artístico, sino que regresa sólo con el afán de cubrir una necesidad creativa que siente debe compartir.
            Cabe recordar que Ricky Luis pasó una temporada como conductor de televisión en “Despierta América” en el vecino país del norte, porque sintió que ya había dado todo en el mundo de la música, pero después de tanto insistir su público que le veía en pequeños foros de la Unión Americana intentó este retorno. Y al parecer le va bastante bien, porque él mismo lo ha dicho: “las ventas (de su nueva hostia plateada) han superado las expectativas”.
Para el compositor de ‘Nadie me quiere’ y ‘Soy una basura’, temas éxito de antaño, lo más importante en este momento para retomar su carrera como cantautor es “construir un futuro con sabor a pasado” a raíz de “Me siento muy bien”, el cual contiene 15 rolas producidas por Armando Doval en la ciudad del Sol, Miami, Florida. Sobre los temas se puede decir que son para roqueros mayores de los 30 años que han vivido separaciones, desamores agridulces; los que han sido ninguneados de la sociedad, porque no alcanzaron el éxito sobre la edad y a los que cada día se les dificultará crecer.
También escucharemos temas positivos pese a los contrastes socioeconómicos y culturales, como el que da título al disco; así como el tormento al que se enfrenta todo ser celoso (ambos sexos); el intento de toda entidad por buscar ser un hombre nuevo; como el que no quiere dejar de ser un tipo seductor, libidinoso, al que se le acentúan las mañas para poder conquistar a las féminas. En este disco hay de todo, máxime para todo ser que ha vivido lo suficientemente libre entre los 30 y 50 años y/o más. Todos ellos se identificarán con las historias contadas en este disco por un Ricky Luis en esa etapa creativa.
            Para muestra dos botones, el primero con ‘El hombre invisible’: “… Yo fui el hombre invisible de la sociedad./ Mi verdadero nombre es marginado social./ Me pierdo entre la gente, yo soy solo uno más./ Los ricos y los pobres no se pueden mezclar./ Yo supe desde niño que tenía que trabajar”.
En el tema ‘El hombre nuevo’ (que no sólo le queda a los treintañeros, sino a todos aquellos que han estado muy sumergidos en la inestabilidad emocional), Ricky Luis habla de todos aquellos hombres que desean ser otros con tal de rescatar a su ser amada: “He pensado seriamente ser un hombre de bien./ Buscar hasta encontrar trabajo y ser el empleado del mes./ pienso meterme a la escuela a estudiar/ computación e inglés/ y voy a cambiar mis botas por unos pinches Florsheim./… He pensado seriamente en dejar de beber/ hacer a un lado a mis amigos y dormirme a las 10./ He soñado tantas veces con amarte otra vez./ Lo he soñado tanto y tanto que me rindo a tus pies”. ¡Atrévase a escuchar a Ricky Luis!
Por otro lado, el pasado viernes 7 de junio en las instalaciones del Urban Bar de Metepec, el dueto español Amaral presentó el contenido de su reciente disco “Hacia lo salvaje” (Fonarte Latino, 2012), ante un conocedor público que llenó el foro del municipio nombrado recientemente “Pueblo Mágico”. La audiencia que se dio cita conocía bastante bien la carrera de la compositora, cantante y guitarrista Eva Amaral y del seis cuerdas, cantante y compositor Juan Aguirre, quienes pedían temas incluidos en “Amaral” (1998), “Una pequeña parte del mundo” (2000), “Estrella de mar” (2002), “Pájaros en la cabeza” (2005), “Gato negro-Dragón rojo” (2008) y “Hacia lo salvaje” (2011). Para su fortuna, fueron ampliamente complacidos.
Para ser la primera vez que se presentan en Metepec, Amaral hizo un gran esfuerzo por tratar bien a su público, al grado de hacer un recuento de su carrera como si fuese un largo ensayo. Eva Amaral tuvo el tacto de explicar prácticamente el contenido de su reciente obra, la cual llevan ya más de un año de gira, presentándose en formato de banda o dueto, según se den las circunstancias y el tamaño de los foros. La delicadeza con la que proceden estos músicos sobre el escenario, los hace grandes y muy profesionales, pese a los contratiempos que se dan tras bambalinas por el espacio y condiciones del camerino, las pruebas de sonido, el equipo empleado o contratado y demás aquelarres a las que se está expuesto en esta profesión.
Si a eso agregamos el frío de la ciudad típica y la altura de dos mil 600 metros sobre el nivel del mar que afectó a estos zaragozanos, la entrega fue excelente. Cabe destacar que no siempre un grupo tiene que ser complaciente con su público, porque se supone que saben todo sobre ellos y al asistir a un concierto puede haber varias sorpresas o simplemente no tocar temas éxito de antaño y darle sólo lugar al disco que se está promocionando.
Entre los temas que más fueron ovacionados esa noche están ‘Como un martillo en la pared’, ‘Montaña rusa’, ‘Rogaciano, el huapanguero’, ‘Hacia lo salvaje’, ‘Cuando suba la marea’ y una versión muy peculiar de ‘Heroes’ de mister David Bowie, la cual dejó a algunos sacados de onda, debido a la contundencia con la que fue interpretada. En otras palabras, Amaral hizo la noche en hora y media de recital. Empezó tarde con base al horario mostrado en el boletaje, pero bien valió la pena la larga espera. Al final, todo fue miel sobre hojuelas. ¡Hasta la próxima!

Twitter: @fmorrina


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