jueves, 21 de junio de 2012

Un tributo sonoro para Almodóvar, el homenaje fílmico a "Red Dog" y la historia de "Fast Lane"


Félix Morriña

¿Alguien ha escuchado cantar al cineasta español Pedro Almodóvar? ¿No? Bueno lo ha hecho en varias ocasiones, pero sólo dos canciones han quedado registradas en el disco tributo a su persona, a su ingenio fílmico en The Almodóvar Experience (Music Brokers, 2012), en el que se incluye la música de grandes intérpretes, compositores y cantautores que fueron fuente de inspiración para el director de Tacones lejanos (1991), Hable con ella (2002),  Kika (1993), ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984), Carne trémula (1997), Matador (1986), Volver (2006) y la más reciente La piel que habito (2011). De hecho este álbum doble incluye algunas de las canciones de las películas antes mencionadas. Actualmente está rodando Los amantes pasajeros.
            Las canciones que cantó Pedro Almodóvar con el carismático Fabio McNamara grabadas para el disco en cuestión son “Gran ganga” y “Voy a ser mamá”, ambas irónicas como el propio cineasta ibérico, más la segunda rola tratándose de un director gay. Este disco por sí solo tiene su propio peso por las 24 canciones que contiene, pero para los seguidores de la cinematografía de Almodóvar es necesario, es más no puedes concebir las películas del nacido en Calzada de Calatrava en 1949 sin escuchar “Un año de amor” de Gia Zambrano, “Lo dudo” de Los Panchos, “Ne me quitte pas” de Jacques Brel, “Se me hizo fácil” de Buika, “Quizás, quizás, quizás” de Nat King Cole y por supuesto “Piensa en mí” de Chavela Vargas, uno de sus principales iconos de influencia mexicana.
            Además el disco contiene canciones de desamor, pasión, abandono y festejo como la excelsa versión de “Cucurrucucu paloma” en voz de Trini López; una sentida “Ay amor” de Bola de Nieve; el tango abolerado de “Volver” con el trío Los Panchos; las rancherotas “Cuando nadie te quiera” y “En el último trago” del tata José Alfredo Jiménez; “El rey” en la versión de Lola Beltrán; la motivadora y jamás olvidada “Indita mía” del maestrazo El Flaco Jiménez; la sensual “Soy lo prohibido” de Olga Guillot y la rockera “Raskayu” de Alaska y Paco Chavel, entre otras, que te indican que The Almodóvar Experience debe estar en tu fonotoca personal.
            Ahora pasamos a otro homenaje fílmico, la del perro kelpie australiano llamado Red Dog, cuya película del mismo nombre dirigida por Kriv Stenders y estelarizada por Noah Taylor, Josh Lucas y Rachel Taylor, está basada en la novela de Louis De Bernieres, en la que narra la historia de este perro que unió a una comunidad minera australiana en los años 70. Usted se preguntará ¿cómo un perro puede unir a los aislados habitantes del resto de la isla enclavada en uno de los últimos resquicios del mundo, justo en la época de explotación de recursos mineros en Australia? La respuesta de que es posible podría dejarlo atónito, más si a usted no le agradan los animales, en específico al considerado mejor amigo del hombre.
            Esta película sacada en formato DVD es encantadora, divertida, incluso conmovedora, está llena de situaciones que le permiten al espectador repensar sobre el trato que le damos a nuestras mascotas, que al final resultan ser parte de nuestras familias y muchas veces participan en el proceso de unificación de las mismas, como sucede en la película del 2011. Este filme definitivamente lo deben ver todos, específicamente los dedicados al maltrato animal para ver si pueden tener niveles de conciencia social. Imagínense lo que hizo Red Dog para que en el poblado australiano de tierra roja de Dampier tenga una estatua en su memoria, lo cual sin duda deja a muchos que hemos visto la cinta con nudos en la garganta, porque es mucho más honorable poner una escultura de un perro que logró sensibilizar a un pueblo de rudos mineros que un maldito político de pacotilla.
            La historia de Red Dog es verídica y está registrada como una de las mejores en materia de civilidad en el trato de la sociedad con los animales. Se sabe que Red Dog nació en 1971 en Paraburdoo y murió el 21 de noviembre de 1979 en Dampier, pero también se le rinde honores en Pilbara Wanderer. Se tiene conocimiento que sólo tuvo un dueño, que él mismo escogió, porque el perro apareció un día en la comunidad de Dampier cuando estaba formándose en la década de los años 70, pero a la muerte por accidente de moto de su amo, el can decidió recorrer prácticamente el país oceánico hasta regresar a su poblado de origen.
            La sociedad australiana consideró en esa época a Red Dog como el perro de la comunidad, todos le daban de comer, todos lo sentían como suyo, todos jugaban con él, todos le hacían fiesta, todos cuidaban de él, como también él cuidaba de todos los miembros. Un digno ejemplo de civilidad que el pueblo australiano nos heredó. Ojalá un día podamos brindar ese apoyo a nuestros perros de la calle, pero antes debemos enseñar a sus dueños a cuidar de cada uno de ellos, porque no nacieron de la nada. Hay mucho por hacer en esa materia en este país.
            Finalmente llegamos a una película dominguera en DVD titulada Fast Lane, que no es otra cosa que versión femenina de Rápido y furioso, con las actuaciones de Steven Bauer, Olivia Brown y Melina Lizette, entre otras. Ya saben la trama, mujeres corriendo autos deportivos que se roban y que tienen pleito con una banda rival. Como siempre habrá una mujer policía infiltrada que resuelve la trama y mata a los malos y entrega al resto de la banda, que además de robar autos, destartalarlos y venderlos en el extranjero, trafican con todo tipo de drogas. Una cinta de acción para olvidar después de los 79 minutos de duración, pero que se te quedará grabado en la memoria sus esculturales cuerpos y la línea automotriz de los carros Ford Mustang. Hasta la próxima.

Twitter: @fmorrina

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