jueves, 7 de junio de 2012

La colombiana cumbia rebelde balcánica de Puerto Calendaria en México


Félix Morriña

No son la tradicional cumbia colombiana que conocemos en México de allá de los años 70-80, son una rara mezcla de música balcánica con dosis discretas de ska y mucha cumbia contemporánea, entre otras sonoridades latinoamericanas asentadas en Medellín, su ciudad referente. Son combativos como marcan los cánones actuales de la Colombia post Álvaro Uribe y del actual dirigente Juan Manuel Santos. Son un sexteto que trae en la sangre el fervor del cambio, unos cabrones amables, unos parcelos dueños de una confianza que te lleva de la mano a la fiesta, pero sin dejar atrás los problemas cotidianos. Son de eso tipos que te hacen pensar porque aman la cultura y recuerdan al sueño bolivariano, pero adaptándolo a la realidad actual. Son Puerto Candelaria.
            Tuvimos la oportunidad de entrevistar a dos de los seis huercos de la banda (como diría el memorable maestro Piporro), al director, arreglista, acordeonista, tecladista y principal compositor Juancho Valencia y al bajista y principal cantante, Eduardo González, en las instalaciones de la independiente Discos Intolerancia, en la colonia Condesa de la capital del país, la tarde del pasado miércoles 6 de junio, un día antes de las celebraciones de la Libertad de Expresión en un país donde eso es poca cosa y que en Colombia siguen tratando de ejercer, pese a circunstancias similares con México: La narcocracia imperante en ambas naciones, donde también mueren miles de gente inocente y periodistas en acción.
            “Puerto Candelaria queda en la imaginación de los músicos de Puerto Candelaria, donde se pescan truchas cumbieras, porros eléctricos, con muchas dosis y letras de humor, mucho veneno también. El grupo es un pescado envenenado, como pez vietnamita, no como pez globo. Puerto Candelaria es un pueblo de la costa tropical colombiana, muy caluroso, húmedo, caótico, donde hay muchos animales, donde hay mucha cultura, mucha comida, como también mucha pereza, porque el trópico no te deja pensar, sólo deja reproducirse a más no poder, porque ahí están las mujeres más hermosas de la nación. En Puerto Candelaria las mujeres son muy peligrosas, por eso el costeño, el rivereño, el puerto candelario trata de concentrarse un poco, de estudiar para que las mujeres no los desvíen a uno por el camino del mal”, señaló a carcajada abierta la voz cantante Eduardo González al preguntarle sobre quiénes son y qué hacen en la vida.
            Con cuatro discos en su haber (Kolombian Jazz, Llegó la banda, Vuelta canela y Cumbia rebelde, éste último motivo de su reciente visita a México en plan promocional para regresar a gira nacional en septiembre), Puerto Candelaria cuenta con una artillería pesada en cuanto a sonoridad, es una cumbia estratégica, con un sonido bailable en cualquier escenario del mundo, con unas letras que bien pueden apreciar los amantes de la música inglesa, es decir, del rock, tal y como lo hiciera en su momento la maravillosa banda The Clash, que tanto amó y se influenció con los movimientos sociopolíticos de la América Latina.
            “Es una música para mover las nalgas, pero también para mover las neuronas. Es la combinación de una nueva Colombia, ésa que entiende el potencial de la fiesta y la alegría y utiliza eso como herramienta para transmitir sus ideas. En Puerto Candelaria esa mezcla es muy efectiva y puede lograr contaminar a muchos seres en el mundo, es más hay una encuesta reciente, no sé quién la haga, pero la cito por su importancia, sobre los países más felices del mundo y Colombia figura en primer lugar. Imagínate que Colombia es el país más feliz del mundo pese a lo que vivimos allá. Yo todavía no entiendo por qué (se oyen múltiples carcajadas y el clásico sonido de una esnifeada). ¿Será cierto?”, comentó con entusiasmo el líder de la agrupación, el morocho Juancho Valencia.
            Al preguntarles sobre la situación sociológica de su nación, Valencia exclamó: “Nosotros venimos de una ciudad que se llama Medellín, una ciudad que por excelencia es el punto más álgido de los conflictos armados, más allá del estigma de la guerra agreste vivida en los años 80, de la cual nosotros somos sobrevivientes, porque no somos ciudadanos, sino sobrevivientes (de nuevo tremendas carcajadas) y aquí está ese resultado. Somos optimistas, nosotros decimos ‘Optimismo frente al abismo’. Sin duda tuvimos mucho miedo y Puerto Candelaria es el reflejo del optimismo, gracias a que las autoridades invirtieron millones de dólares en la cultura y eso nos ha salvado del miedo y de los conflictos. La cultura ha sido nuestro remedio y veneno ante la guerra. Ojalá que México pase por lo mismo, para llegar a la felicidad que tenemos en Colombia”.
            El cuarto disco Puerto Candelaria, cumbia rebelde, fue grabado el año pasado, con un sonido internacional, con sonido balcánico, guerrero, una cumbia balcánica, con sonidos brasileños y de pueblos cercanos a Colombia. Es un disco muy orgánico a decir de los dos integrantes consultados. Contiene 10 rolas, de entre las que se destacan “Upa beat”, “Cumbia estelar”, “Se cae”, “Balkánica”, “La tusa”, “Cumbia rebelde”, “El desorden”, “La fiera” y “Como yo soy tan raro”. El disco incluye los videos “Cumbia rebelde” y “Upa beat- Locomotora live”, ampliamente recomendables.
            Luego de ver el video de la rola “La fiera” en internet, en donde Puerto Candelaria narra en este videoclip lo difícil que es complacer y divertir a los niños, es una rola homenaje a la infancia, donde ellos deciden practicar lo que la imaginación de un grupo de infantes desea, convirtiéndose en algo divertido, aunque eso signifique que los músicos sean tratados como guiñapos e inocentes víctimas de los menores a lo largo de casi cinco minutos.
Al final del video aparece una leyenda que nos rompe las pelotas y que es una pesada realidad en esa hermana nación sudamericana: “En Colombia no hay certeza sobre la cifra de niños que combaten en una guerra absurda de adultos… No son pocos”, sea cual sea ésta. Los créditos del video anuncian a los integrantes con sobrenombre, como una invitación para los melómanos seguidores a que los identifiquen como parte de un jueguito: Puerto Candelaria está integrado por Sargento Remolacha;  El caballero del bajo, Josela, El Loco; Cristo, Barromán; Casso, El sabio y Diggy, El niño. Usted sabrá de qué se trata una vez que haya visto el video. Luego se le invita a que vea “Cumbia rebelde”, un video en directo para que sepa a qué atenerse para cuando los vea en vivo en el otoño mexicano.
De esta manera, sólo nos resta esperar a que regresen a México para invitarlos a tocar en algún foro de Toluca, donde los esperamos con los brazos abiertos. ¡Salud, hermanos!

Twitter: @fmorrina

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