martes, 15 de mayo de 2012

De la muerte de Carlos Fuentes al solemne Ryuichi Sakamoto


Félix Morriña

Imposible evitar escribir algunas líneas dedicadas al maestro Carlos Fuentes Macías (Panamá, 11 de noviembre de 1928-México, 15 de mayo del 2012), quien se consideró toda su vida mexicano, pese haber nacido en Centroamérica. En varias ocasiones, se decía sencillamente mexicano de sangre latinoamericana, gracias a que tuvo una infancia privilegiada, burguesa, de alta alcurnia, toda vez que su padre era de los viejos diplomáticos que alguna vez fue embajador de México en Estados Unidos y representó al país en varias ciudades del Continente Americano, donde Carlos Fuentes tuvo sus primeros conocimientos de la lengua, como Montevideo, Río de Janeiro, Washington, DC; Santiago de Chile, Quito y Buenos Aires, en esta última capital se dice tuvo sus primeros encuentros amorosos y el conocimiento de grandes literatos de origen mexicano y argentino.
            Recién leía algunos diarios por Internet cuando las redes sociales se dispararon para dar a conocer la noticia al mediodía de este martes 15 de mayo y de inmediato, Televisión Mexiquense, por conducto del titular de noticias Carlos González, se dio a la tarea de hacer un especial muy oportuno de su historia, obra, aportaciones y opiniones de quien conoció de cerca a Carlos Fuentes Macías, a diferencia de muchos otros espacios noticiosos. Lolita Ayala de Televisa sólo hizo mención de su muerte, pero nada más, al igual que todos los noticiarios vespertinos.
            Carlos González informaba que murió a los 83 años de edad de una hemorragia masiva derivada de una úlcera que le estalló mientras estaba en el sanitario de su casa de San Jerónimo Lidice de la Ciudad de México la noche previa a su muerte. Desmayó y de inmediato su mujer, la periodista Silvia Lemus y personal de casa lo llevaron al Hospital Los Ángeles donde murió a las 12:15 de este martes. En días recientes, Fuentes acababa de ser felicitado por los 50 años de la publicación de La muerte de Artemio Cruz y Aura, ésta última obra desató polémica durante el sexenio de Vicente Fox Quesada porque su más fiel colaborador, Carlos Abascal Carranza, había prohibido su lectura por considerarla inapropiada para los adolescentes, edad que tenía entonces su hija.
            Al maestro le espera ya su lecho de muerte en Montparnasse, París, donde yacen los restos de sus hijos Carlos Fuentes Lemus (1973-1999) y Natasha Fuentes Lemus (1974-2005). En la lápida están escritos desde hace mucho tiempo su nombre y el de su viuda Silvia Lemus (1945). La foto la sacó el periodista Carlos Ramírez durante uno de sus viajes a Francia. Fuentes tuvo una hija con la actriz Rita Macedo, de nombre Cecilia, de quien no se sabe mucho.
            Como muchos saben, Carlos Fuentes fue una figura polémica en cuanto a su envestidura intelectual y diplomática, se llegó a pelear con Ricardo Garibay, despotricó contra el sistema totalitario, apoyó la despenalización de la marihuana y la legalización de algunas drogas, alabó a Fidel Castro, apoyó a los perseguidos políticos de la segunda mitad del siglo XX, habló maravillas de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), criticó a Enrique Peña Nieto y sobre todas las cosas, nunca recibió el Premio Nobel de Literatura.
Fuentes se expresó de esta manera del candidato presidencial Enrique Peña Nieto, luego de que no supo contestar a la pregunta de ¿cuáles habían sido los tres libros que le habían cambiado su vida?, durante la pasada edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Jalisco: “No quiero ni imaginar lo que sucedería a México si llega Peña Nieto a ganar la Presidencia de la República. Es la demostración pública de la ignorancia, un hombre que no tiene la capacidad para enfrentar los graves problemas que enfrenta México”.
            Por su parte, Enrique Peña Nieto dedicó unas líneas en las redes sociales (en especial de su cuenta del Caralibro) al fallecido escritor, dejando atrás las declaraciones que hiciera el narrador sobre la figura política del ex mandatario mexiquense: “Las letras mexicanas están de luto con la partida del gran escritor Carlos Fuentes. Mi sincero pésame a sus familiares y amigos. Aunque no siempre coincidimos en nuestras opiniones políticas. Siempre reconoceré su extraordinaria obra. Descanse en paz, Carlos Fuentes”. Juzgue usted mismo, pero sobre todas las cosas, leamos la obra que nos heredó el autor de La región más transparante, Terra Nostra, Gringo viejo, Los años con Laura Díaz, La silla del Águila y El naranjo, entre muchas otras. Descanse en paz maestro.
            Pasando a otro tema de gran interés para la comunidad cultural, está en nuestro país, el legendario y mítico músico, compositor y actor japonés Ryiuichi Sakamoto (Tokio, 1952), quien es muy reconocido por las bandas sonoras que ha compuesto, entre ellas El último emperador (1987) y El cielo protector (1989),  ambas del italiano Bernardo Bertolucci, así como la composición de la música de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. También es muy recordado por todos aquellos amantes de las obras discográficas y fílmicas del Delgado Duque Blanco, David Bowie, porque actúo a su lado en la película Feliz Navidad Mr Lawrence (1983) de Nagisa Oshima, de la cual Sakamoto compuso la banda sonora.
            Sakamoto estará por vez primera en el país este miércoles 16 de mayo en el Teatro Metropólitan a partir de las 21 horas al lado de Alva Noto, un alias del artista digital alemán Carsten Nicolai (1965) como parte de las actividades del 28 fmf-Festival y clausura del Festival Aural que es parte de la programación general de este importantísimo Festival del Centro Histórico, que culmina el próximo domingo 20 de mayo. Alva Noto ha trabajado con el guitarrista germano Blixa Bargeld, integrante de Einsturzende Neubauten y los australianos de Nick Cave And The Bad Seeds, como también Ryoji Ikeda y Scanner, con quienes ha creado atmósferas sonoras desesperantes al grado de provocar vómito entre el público, porque es tan profundamente desquiciante que los sentidos se desbordan, pero también ha creado atmósferas netamente hipnóticas y de profunda riqueza visual.
            Con esto quiero decirles que dependiendo del estado de ánimo de ambos creadores, el público puede salir del concierto extasiado o definitivamente con ganas de tomar las armas y destruir la ciudad capital. Puede haber atmósferas ricas en sonido que recuerden pasajes de Yellow Magic Orchestra (la otrora banda de Sakamoto, considerada los Krafwerk de Japón), como algunas sonoridades hechas con David Sylvian o Christian Fennesz, con quienes ha tocado Ryuichi Sakamoto. O bien, todo eso más lo que alguna vez tocó Alva Noto en su pasada visita a México hace poco más de un lustro, si mal no recuerdo. Todo puede suceder con ellos, al grado de tocar puras improvisaciones o algún programa especial que traigan entre manos.
            Pueden también tocar algunas piezas de sus cinco discos trabajados a dúo, como son Vrioon (2002), Insen (2005), Revep (2006), utp_(2008) y Summvs (2011), los cuales se basan en melancólicos sonidos ambient-new age con piano y sutil música electrónica con computadoras en escena. Te pueden recordar al maestrazo Brian Eno cuando estaba en su etapa más experimental o bien aturdirte hasta el cansancio. Atrévase a vivir esta inolvidable experiencia, que puede ser terapéutica para narcisistas neuróticos, o para menopáusicas histéricas, o bien para aliviar la histeria social en concierto. Allá nos vemos, de lo contrario compre alguno de estos discos. Hasta la próxima.

Twitter: @fmorrina

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