miércoles, 23 de noviembre de 2011

"Paul McCartney In Red Square", un Beatle para cuarentones

Félix Morriña


Recuerdo fragmentos de los conciertos en México de Paul McCartney. No recuerdo la totalidad de los mismos, ni las fechas por razones varias, entre ellas, porque prefiero quedarme con lo que sentí en momentos claves del encuentro con las masas que me sumergieron a mi niñez, a mi proceso de crecimiento como persona y como profesionista. También en lo que refiere a mi percepción del mundo y a mi perfil como ciudadano.
La música del ex Beatle, es decir, de su etapa solista, la que me tocó ampliamente disfrutar y conocer, me definió en muchos sentidos, incluyendo el sentimental y amoroso. Sin duda, The Beatles me ha marcado desde siempre, aunque no lo comente a menudo, porque tengo que disfrutar lo que existe. Ahora, es momento de recordar al “niño bonito” del Cuarteto de Liverpool desde otra edad, desde otra perspectiva.
            Un amigo, de mi círculo más cercano, me regaló de cumpleaños el pasado fin de semana, el DVD Paul McCartney In Red Square, para recordarme que no debo dejar de lado las enseñanzas de un Beatle, por lo que de inmediato lo puse a todo volumen en el aparato reproductor y el televisor. Ver a un Paul McCartney enfundado en playera color sangre en plena Plaza Roja me puso en un estado catártico, porque tener ante mis ojos a los rusos en éxtasis, llorando, incrédulos y cantando como nunca, no puede dejarse de lado sin que te haga reflexionar de lo que ha pasado en el mundo desde que se deshizo la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS).
            Más allá de la belleza rusa, de la mafia de esa extensa nación, de la Guerra Fría, de la histórica Perestroika, de su situación sociopolítica y económica, ver a Paul McCartney conquistar a ese mítico lugar con miles de almas cantar al unísono “Band On The Run”, “Can’t Buy Me Love”, “I Saw Her Standing There”, “Live And Let Die”, “The Fool On The Hill”, “Birthday” y la que volvió locos a todos: “Back In The USSR”, entre muchas otras que incluye este material de 163 minutos del primer concierto celebrado el 23 de mayo del 2003, te hace pensar en muchas cosas, entre ellas, que se trataba de la primera visita de Paul McCartney como músico, luego de tantos años de prohibición de la música del Cuarteto de Liverpool en ese país, por razones políticas que todos conocen y deben recordar.
            Otra de las cosas que uno debe tomar en cuenta al ver este documental ganador de un premio Emmy, trabajado por la A&E Network, que salió a la venta en el 2005, es la presencia del presidente de Rusia, Vladimir Putin y al ex secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), desde 1985 hasta 1989 y actual líder del Partido Social Demócrata de Rusia, Mijaíl Gorbachov, quienes dan la bienvenida a McCartney y explican el contexto social actual de la nación, además de quedar sumamente conmovidos por la presentación que quedó plasmada para colocarse en la memoria colectiva de los ingleses y los rusos, como de nosotros, fieles cómplices de este acontecimiento.
            Pese a que Putin parece no reflejar alegría, sabemos que los rusos así son ante este tipo de eventos, está feliz por la visita de tan distinguido personaje internacional, ése que cambiara la visión del mundo junto a otros tres jóvenes veinteañeros en los años 60 del siglo pasado. Este DVD incluye además extractos de la segunda visita de Paul a esa nación para presentarse en San Petersburgo, el 20 de junio del 2004, como parte de su gira 04 Summer Tour. De forma adicional, este documental recoge videos de Russia And The Beatles: A Brief Journey, emitido por el History Channel, que recrea la historia del grupo en la Unión Soviética, como también el trabajo Behind The Curtain: Memories Of Red Square, donde se ve la censura a la que fue sometido The Beatles.
Sin duda, Paul McCartney In Red Square será muy apreciado por todo cuarentón que haya vivido algún concierto del lánguido inglés y que haya visto la versión en Estados Unidos de este DVD, cuando regresó a Nueva York, luego de varias décadas en plan solista. La primera vez fue con The Beatles al estadio de los Yankees. Mientras tanto, si usted amable lector no es muy fan de Paul, este documental le servirá de mucho para enterarse de las aportaciones de este veterano músico. Hasta la próxima.


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