Félix Morriña
“Yo echaba de menos hacer un disco en directo. Una
grabación en vivo es un lujo, puedes sentir la respiración de los músicos que
están a tu lado, es espontáneo, festivo, te lo pasas bien. A veces hay fallos,
pero te encuentras en un estado de excitación en el que la adrenalina te ayuda
a encontrar soluciones, casi siempre sorpresivas y que a veces superan la
composición original. Lo que sucede es real. La energía que se crea en el
escenario nunca se conseguiría en un estudio de grabación. Allí te puedes
acercar a la perfección, pero el alma de la música es más probable que aparezca
en un directo”.
Así lo manifestó el maestro del
flamenco Paco de Lucía al referirse a su nuevo álbum doble que registra los
recitales por España durante el 2010, en el que se hizo acompañar de un septeto
de excelsos músicos, como el segunda guitarra Antonio Sánchez; el bailarín
Antonio Fernández Farru; el
percusionista Israel Suárez Piraña;
el armoniquista y tecladista Antonio Serrano; el bajista Alain Pérez y los cantaores
Juan Rafael Duquende Cortés y David Maldonado,
quienes le dieron el toque andaluz tan reconocido a lo largo de la historia de
Paco de Lucía.
A sus 64 años, el nacido como
Francisco Sánchez Gómez en Algeciras, Cádiz (1947) sigue dando de qué hablar
más allá de los 33 discos oficiales y las tantas recopilaciones en las que ha
participado y en esta ocasión, para todos aquellos que no conocen, no se han dado
la oportunidad de disfrutar del cante
jondo con una maravillosa guitarra y algún zapateao, el disco Paco de
Lucía en vivo, conciertos Live In Spain 2010, es una buena oportunidad para
saber en qué consisten las aportaciones de este gran representante de la música
andaluza, que se atrevió a poner por encima de la voz dolida a la guitarra de
madera de seis ó 12 cuerdas.
Paco de Lucía ha experimentado
con el jazz, la música experimental y la clásica; ha hecho homenajes a grandes,
como a Manuel de Falla, Federico García Lorca, Joaquín Rodrigo y Castro Marín,
como también ha colaborado con artistas de la talla de Camarón de la Isla, Al
Di Meola y John McLaughlin, con éste último escribió la introducción de la rumba
titulada “Vámonos”, incluida en el disco que hoy nos toca reseñar. En total son
ocho piezas magistrales las incluidas en este álbum doble, todas de larga
duración y van de las bulerías, a las mineras, pasando por los tangos, la rumba
y la siguiriya.
Si usted no aguanta tanto
tiempo el flamenco, le sugiero escuchar “Tangos con cositas buenas”, “Moraito
siempre”, “El cafetal” y “Zyryab en vivo”, para que poco a poco vaya
enamorándose del género y sus vecinos comiencen a dudar de la procedencia de su
influencia sonora. Para los que tenemos más tiempo de escuchar flamenco
(recomiendo ampliamente cualquier disco de Tomatito), no hay pierde, es calidad
absoluta, es experiencia garantizada. Es hora de invertir poco más de 90 minutos
escuchando los dos discos de Paco de Lucía en vivo en España.
Por otro lado, quiero
informarles que este jueves 7 de junio a partir de las 21 horas en el foro
Landó de Toluca (Nicolás Bravo esquina Circunvalación-Paseo Matlatzincas) se presentará
la completamente ecléctica banda de Los Ángeles, California, La Santa Cecilia,
quienes nos darán a conocer el contenido de su reciente EP titulado Noche y citas con chicle, cuyo sencillo “La
negra” ha movido a centenares de personas en sus conciertos y provocado
sorpresa entre todos aquellos que son mucho más conservadores y/u ortodoxos en
cada género musical o puristas en el sentido estricto de la palabra. Con este
tema han podido llegar a la nominación del Grammy Latino.
Como buenos latinos-chicanos en
la Unión Americana, sus influencias provienen de todos lados y no tienen
empacho en trabajarlo en su muy peculiar estilo, que va de la música ranchera,
al bolero, huapango, al son, a la música folclórica mexicana en general
(incluyendo mariachi y norteña), al rock, rumba, pop, jazz, blues, rockabilly,
cumbias y todos los géneros musicales existentes en ese abanico, en ese crisol
sociocultural que está pasando la frontera norte y en el que todos tenemos algo
que ver o entender. Para muchos no es fácil escuchar por primera vez “One” de Johnny
Cash en la versión de La Santa Cecilia, como tampoco no es fácil para un
rockero empedernido escuchar un popurrí de Juan Gabriel, como tampoco una set
de pura música disco al puro estilo tintanesco. Vamos, no es fácil a la primera
escuchada.
Es más, platicando con algunos
colegas y amigos, me dijeron que para ellos La Santa Cecilia es un sexteto que
bien puede amenizar las fiestas familiares los fines de semana en lugar de
contratar a un grupo versátil. Habrá que preguntarles esa noche de jueves qué
piensan de esto, porque no se pudo concretar la entrevista vía telefónica
porque ambos, ellos y este interlocutor, estaban en plena carretera y con poca
señal de celular, pero seguro dirían que todo se vale a la hora de crear y
recrear, pero sobre todo en el entarimado las cosas son muy diferentes, por el
nivel profesional que poseen.
Luego de la pasada edición del
Festival vive Latino, platiqué con algunos colegas rockeros y me comentaron que
este encuentro musical se estaba charangueando y tropicalizando, vamos, que
cada vez meten a más grupos que tienen esa tendencia en el escenario nacional,
como es el caso de Sonido San Francisco que causó revuelo y que les preocuparía
si algún día meten a la Agrupación Cariño, La Sabrosa Sabrosura y a La Santa
Cecilia. Yo creo que habrá que atenerse a los fenómenos musicales existentes,
nos gusten o no, y si se sienten invadidos, tendremos que exigir a la comunidad
rockera que se ponga las pilas y ofrezca una nueva tendencia favorable.
Lo que si propongo es que nos demos
la oportunidad de escucharlos y disfrutarlos sin prejuicios, ya después cada
quien sabrá para donde tira. Por eso propongo que vayamos a ver a la morocha
cantante Marisoul, al acordeonista y requintista Pepe, a la guitarrista Gloria,
al bajista Alex, al baterista Hugo Vargas y al percusionista Miguel Ramírez
para escuchar “Jack”, “Samba que”, “El farol”, “La negra”, “Finita”, “Uzumaki”,
“Vengo”, “Se va” y “Chicle”. ¡Por allá nos vemos!
Twitter:
@fmorrina
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