Félix Morriña
No son la tradicional cumbia colombiana que conocemos en
México de allá de los años 70-80, son una rara mezcla de música balcánica con
dosis discretas de ska y mucha cumbia contemporánea, entre otras sonoridades
latinoamericanas asentadas en Medellín, su ciudad referente. Son combativos
como marcan los cánones actuales de la Colombia post Álvaro Uribe y del actual
dirigente Juan Manuel Santos. Son un sexteto que trae en la sangre el fervor
del cambio, unos cabrones amables, unos parcelos
dueños de una confianza que te lleva de la mano a la fiesta, pero sin dejar
atrás los problemas cotidianos. Son de eso tipos que te hacen pensar porque
aman la cultura y recuerdan al sueño bolivariano, pero adaptándolo a la
realidad actual. Son Puerto Candelaria.
Tuvimos la
oportunidad de entrevistar a dos de los seis huercos de la banda (como diría el memorable maestro Piporro), al
director, arreglista, acordeonista, tecladista y principal compositor Juancho
Valencia y al bajista y principal cantante, Eduardo González, en las
instalaciones de la independiente Discos Intolerancia, en la colonia Condesa de
la capital del país, la tarde del pasado miércoles 6 de junio, un día antes de
las celebraciones de la Libertad de Expresión en un país donde eso es poca cosa
y que en Colombia siguen tratando de ejercer, pese a circunstancias similares
con México: La narcocracia imperante en ambas naciones, donde también mueren
miles de gente inocente y periodistas en acción.
“Puerto
Candelaria queda en la imaginación de los músicos de Puerto Candelaria, donde
se pescan truchas cumbieras, porros eléctricos, con muchas dosis y letras de
humor, mucho veneno también. El grupo es un pescado envenenado, como pez vietnamita,
no como pez globo. Puerto Candelaria es un pueblo de la costa tropical
colombiana, muy caluroso, húmedo, caótico, donde hay muchos animales, donde hay
mucha cultura, mucha comida, como también mucha pereza, porque el trópico no te
deja pensar, sólo deja reproducirse a más no poder, porque ahí están las
mujeres más hermosas de la nación. En Puerto Candelaria las mujeres son muy
peligrosas, por eso el costeño, el rivereño, el puerto candelario trata de
concentrarse un poco, de estudiar para que las mujeres no los desvíen a uno por
el camino del mal”, señaló a carcajada abierta la voz cantante Eduardo González
al preguntarle sobre quiénes son y qué hacen en la vida.
Con
cuatro discos en su haber (Kolombian Jazz,
Llegó la banda, Vuelta canela y Cumbia
rebelde, éste último motivo de su reciente visita a México en plan
promocional para regresar a gira nacional en septiembre), Puerto Candelaria cuenta
con una artillería pesada en cuanto a sonoridad, es una cumbia estratégica, con
un sonido bailable en cualquier escenario del mundo, con unas letras que bien
pueden apreciar los amantes de la música inglesa, es decir, del rock, tal y
como lo hiciera en su momento la maravillosa banda The Clash, que tanto amó y
se influenció con los movimientos sociopolíticos de la América Latina.
“Es una
música para mover las nalgas, pero también para mover las neuronas. Es la
combinación de una nueva Colombia, ésa que entiende el potencial de la fiesta y
la alegría y utiliza eso como herramienta para transmitir sus ideas. En Puerto
Candelaria esa mezcla es muy efectiva y puede lograr contaminar a muchos seres
en el mundo, es más hay una encuesta reciente, no sé quién la haga, pero la
cito por su importancia, sobre los países más felices del mundo y Colombia
figura en primer lugar. Imagínate que Colombia es el país más feliz del mundo
pese a lo que vivimos allá. Yo todavía no entiendo por qué (se oyen múltiples carcajadas
y el clásico sonido de una esnifeada). ¿Será cierto?”, comentó con entusiasmo
el líder de la agrupación, el morocho Juancho Valencia.
Al
preguntarles sobre la situación sociológica de su nación, Valencia exclamó: “Nosotros
venimos de una ciudad que se llama Medellín, una ciudad que por excelencia es
el punto más álgido de los conflictos armados, más allá del estigma de la
guerra agreste vivida en los años 80, de la cual nosotros somos sobrevivientes,
porque no somos ciudadanos, sino sobrevivientes (de nuevo tremendas carcajadas)
y aquí está ese resultado. Somos optimistas, nosotros decimos ‘Optimismo frente
al abismo’. Sin duda tuvimos mucho miedo y Puerto Candelaria es el reflejo del
optimismo, gracias a que las autoridades invirtieron millones de dólares en la
cultura y eso nos ha salvado del miedo y de los conflictos. La cultura ha sido
nuestro remedio y veneno ante la guerra. Ojalá que México pase por lo mismo,
para llegar a la felicidad que tenemos en Colombia”.
El
cuarto disco Puerto Candelaria, cumbia
rebelde, fue grabado el año pasado, con un sonido internacional, con sonido
balcánico, guerrero, una cumbia balcánica, con sonidos brasileños y de pueblos
cercanos a Colombia. Es un disco muy orgánico a decir de los dos integrantes
consultados. Contiene 10 rolas, de entre las que se destacan “Upa beat”, “Cumbia
estelar”, “Se cae”, “Balkánica”, “La tusa”, “Cumbia rebelde”, “El desorden”, “La
fiera” y “Como yo soy tan raro”. El disco incluye los videos “Cumbia rebelde” y
“Upa beat- Locomotora live”, ampliamente recomendables.
Luego de
ver el video de la rola “La fiera” en internet, en donde Puerto Candelaria
narra en este videoclip lo difícil que es complacer y divertir a los niños, es
una rola homenaje a la infancia, donde ellos deciden practicar lo que la
imaginación de un grupo de infantes desea, convirtiéndose en algo divertido,
aunque eso signifique que los músicos sean tratados como guiñapos e inocentes víctimas
de los menores a lo largo de casi cinco minutos.
Al final del video aparece una
leyenda que nos rompe las pelotas y que es una pesada realidad en esa hermana nación
sudamericana: “En Colombia no hay certeza sobre la cifra de niños que combaten
en una guerra absurda de adultos… No son pocos”, sea cual sea ésta. Los
créditos del video anuncian a los integrantes con sobrenombre, como una
invitación para los melómanos seguidores a que los identifiquen como parte de
un jueguito: Puerto Candelaria está integrado por Sargento Remolacha; El caballero del bajo, Josela, El Loco; Cristo, Barromán; Casso, El sabio
y Diggy, El niño. Usted sabrá de qué
se trata una vez que haya visto el video. Luego se le invita a que vea “Cumbia
rebelde”, un video en directo para que sepa a qué atenerse para cuando los vea
en vivo en el otoño mexicano.
De esta manera, sólo nos resta
esperar a que regresen a México para invitarlos a tocar en algún foro de
Toluca, donde los esperamos con los brazos abiertos. ¡Salud, hermanos!
Twitter:
@fmorrina
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