domingo, 24 de junio de 2012

El árbol genealógico de los Ramones en dos discos


Félix Morriña

Todavía recuerdo la entrevista con el bajista de la famosísima banda punk neoyorquina Ramones, Dee Dee Ramone en una de las tantas oficinas de la empresa organizadora de conciertos Ocesa en Las Lomas de Chapultepec a principios de la década del nuevo siglo. Fue dos años antes de morir en el 2002. Venía a promocionar un concierto en el Hard Rock de Polanco junto a su nueva novia argentina y su nueva banda de rock. Fue una entrevista rara, con altas dosis de cafeína, algunos vaivenes con las ideas que chocaban repetidamente, varias servilletas sucias con el tufo negro del músico, pero congruencia ideológica y sobre todo grandilocuencia de saberse una verdadera estrella del punk mundial.
Sabíamos de su trastorno bipolar y de sus excesos con las drogas duras, por eso me resultó rara la charla porque es un tipo que bien pudo levantarse y mandar al carajo la reunión cuando hablábamos de su trabajo con su antigua banda, con la que se dio a conocer a nivel internacional, pero al caerle bien no hizo aspavientos y contestó a todos los cuestionamientos hechos por este interlocutor.
Daba la impresión de estar rehabilitándose y se esforzaba por no mostrar su lado oscuro, su lado perverso, su lado débil, ése que muestra nerviosismo por ir a prisa por una dosis. La ansiedad se le veía a una calle de distancia, su mirada reflejaba ganas de atascarse con heroína o coca,  o lo que hubiera disponible, pero el resto de su cara trataba de ponerse quieta para responder con cierta claridad. Incluso sus múltiples tatuajes hablaban por él.
Si con un Ramone cualquiera se pone alerta y atento a cada movimiento, no vaya a ser que se ponga loco y te toque un madrazo, no quiero imaginarme el descontrol de haber estado frente a todos los miembros de Ramones. Para mi mala suerte no puede entrevistarlos durante su primera visita a México en octubre del 2007 cuando tocaron en Pantitlán, a unos pasos de Neza, pero sí estuve en el concierto donde varias bandas-pandillas de esa parte del estado de México llegaron en motos y armaron la grande contra los policías, pero para fortuna de todos no pasó a mayores que provocara una nueva censura contra los conciertos masivos en este país.
Sabemos también que vino a México el baterista Marky Ramone en solitario para tocar por tres fechas en algunos espacios pequeños del DF y del estado de México; luego vino cuando tocaba con la agrupación Misfist y participó en el Festival Vive Latino del 2009, así que miles de personas tuvieron en algún momento de sus vidas la oportunidad de ver y estar en un concierto de cierto integrante de Ramones. Como sabrán presenciar un concierto de punk es todo un acontecimiento que merece ser recordado a la menor provocación.
Todo esto viene a colación porque acaba de llegar a mis manos una joya discográfica que usted amable lector debe poseer, si no es que ya luce en su fonoteca particular. Me refiero al Ramones, The Family Tree (Music Brokers, 2008) un compilación de  28 temas divididos en dos discos de 14 temas, como era la costumbre de la banda de usar ese número de rolas en cada uno de sus productos sonoros. Este álbum doble con todas las características de la banda formada en Forest Hills, Queens-Nueva York en 1974 contempla el trabajo hecho por el baterista Tommy Ramone, el guitarrista Johnny Ramone, el bajista Dee Dee Ramone y el cantante  Joey Ramone, así como los posteriores integrantes que se sumaron al proyecto: Marky Ramone (batería), Richie Ramone (batería), CJ Ramone (bajo) y Elvis Ramone (batería por sólo dos tocadas en 1987).
En este producto redondo en el sentido estricto de la palabra están las producciones paralelas, independientes y las colaboraciones que hicieran los integrantes de Ramones con distintos músicos del punk rock como el legendario cantante Lemmy de Motörhead en la rola “Good Rockin’ Tonight”, donde además participan The Swing Cats y Johnny Ramone. Escuchar el himno Ramone “Blitzkrieg Bop” con la banda alemana de punk Die Toten Hosen (quienes vinieron la primera vez a México para tocar en el Museo Universitario del Chopo y la segunda fue en el Instituto Goethe) resultó todo una agasajo, como también disfrutar plenamente “Cherry Bomb” de Marky Ramone con Cherie Currie y Wayner Kramer.
Otras de las rolas que no puedes dejar de escuchar son “Viva las Vegas” de The Swing Cats con Johnny Ramone; “Judy Is a Punk” con la banda completa; “Now I Wanna Be Sedated” de Dee Dee Ramone; el cover Beatle de “Nowhere Man” de Marky Ramone con The Intruders; “Do It To Me” de Bad Chooper, la banda de CJ Ramone; “Meatball Sandwich” de Youth Gone Mad con Joey Ramone; “I’m Making Monsters For My Friends” de Dee Dee Ramone con I.C.L.C. y la voz de la maestra alemana Nina Hagen; “Don’t Blame Me” de Marky Ramone con The Intruders y la voz cachonda de Joan Jett y “The Bowery Electric” con la banda del mismo nombre conformada en ese entonces por Marky, CJ y Tommy Ramone, así como otras tantas que usted lector deberá escuchar por cuenta propia.
Ramones, The Family Tree es una de esas obras que cuesten lo que cuesten deben estar acompañándonos en los mejores momentos de la fiesta de fin de semana, como la que recién viví. Por cierto, el disco incluye un cuadernillo en inglés y español con la historia detrás de cada una de las 28 rolas incluidas. Los dejo porque la resaca está tratando de explotar mi cabeza y el punk rock no lo está resolviendo nada bien. Hasta la próxima. ¡Salud!

Twitter: @fmorrina

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