Félix
Morriña
Vaya noche para no olvidar en muchos años la del pasado lunes 23 de abril
en el Palacio de los Deportes cuando arribó a las 21 horas en punto la banda
británica Pulp para tocar por espacio de dos horas y media un set list de 17 canciones al hilo, para
luego ejecutar cinco rolas más como parte de su regreso y posterior encore, además de interpretar un par de
canciones como regalo a la audiencia que los esperó por más de 30 años.
El lánguido
cantante, guitarrista, show-front man
y líder de Pulp, Jarvis Cocker, el único miembro original de la banda creada en
Sheffield, Inglaterra, a finales de la década de los años 70, que editó su
primer disco It en 1983, dijo al inicio
del concierto en el Domo de cobre que
lució prácticamente lleno (18 mil personas asistieron al foro con capacidad de
20 mil) que no sabía el motivo por el cual habían tardado tanto tiempo en venir
y que estaban felices de estar por vez primera en tierra azteca.
El resto de
la actual alineación, integrada por la tecladista Candida Doyle; el guitarrista
Mark Webber (quien tocó la velada con una mano fracturada); el bajista Steve
Mackey y el baterista Nick Banks, hicieron un decoroso papel, al grado de dejar
completamente satisfechos a los asistentes, en su mayoría aquellos que fueron a
recordar sus años mozos en la preparatoria en la década de los años 90.
Cabe
destacar que Pulp es una de esa bandas reconocidas por armar un concierto con
poca parafernalia escénica, toda vez que ellos mismos son toda la
infraestructura musical y escénica, que sólo requieren de pequeños, pero
efectivos efectos, adecuada iluminación y un excelente equipo de sonido, como
se pudo apreciar durante su único recital en México. Todo mundo sabe que el
Palacio de los Deportes no cuenta con la acústica idónea para un concierto de
estos niveles, pero el ingeniero que Pulp trae consigo es toda una eminencia.
El
concierto de Pulp estuvo plagado de todos los elementos y clichés necesarios
del mundo del rock internacional para convertirlo en un encuentro memorable,
desde el streaptease hasta los
movimientos erotómanos en el piso o sobre los instrumentos, pasando por la
actitud aptitud de su líder que a la menor provocación interactuaba con su fiel
público, hasta las oportunas intervenciones sonoras de cada uno de los músicos
del grupo que ha grabado siete discos oficiales (It, Freaks, Separations, His ‘N’ Hers, Different Class,
This Is Hardcore y We Love Life)y varias compilaciones,
como grabaciones en directo.
Pulp es una
de esas bandas que se la saben de la
A hasta la Z
en materia de seducción masiva, además de ser elegantes en su vestuario y
conducción sobre el entarimado. Como buenos ingleses utilizan viejos y largos
micrófonos alámbricos, así como altavoces Marshall, que dan buena y potente
definición al sonido para grandes audiencias. También dan lugar a la parte Nerd
de la sociedad, pero sin excesos. Vamos, son una agrupación con oficio y
experiencia para ofrecer un producto redondo.
Algo que
llamó la atención del respetable fueron las dos pantallas que usó Pulp para
proyectar imágenes de lo que sucedía en el escenario, pero en elegante blanco y
negro, como parte de su idiosincrasia inglesa, como lo han hecho desde The
Smiths, Morrissey, Stone Roses, Blur hasta los desaparecidos Oasis, en pocas
palabras todos los grupos que han sido parte del Brit Pop. Eso es parte de su
sello, como también el usar de manera gigantesca el nombre del grupo o solista
al fondo del escenario, pero en colores fosforescentes. Todo eso es parte del
fenómeno británico del rock.
De las
rolas que más impactaron en el gusto del público están “Something Changad”, la
bailable “Disco 2000” ,
“F.E.E.L.I.N.G.C.A.L.L.E.D.L.O.V.E”, “Like A Friend”, “This Is Hardcore”, la
famosa “Common People”, la cual le dio el distintivo de una de las mejores
bandas de rock para los Nerds del mundo; “Babies”, “I Spy”, en la que
interactuó con el público de la primera fila; “Underwear”, “Ou”, “Help The
Aged”, “Mis Shapes” y “Little Girl (With Blue Eyes)”, la cual nunca había sido
tocada por la banda, según palabras de Jarvis Cocker, convirtiéndose en la joya
de la corona de la visita del grupo a México.
Nadie salió
descontento. Nadie salió aburrido. Todos tenían el rostro del orgasmo en sus
rostros. Todos fueron felices y yo también.
Twitter: @fmorrina
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