Félix Morriña
Las cosas se le dieron muy bien a la cantante tecateña
Carla Patricia Morrison Flores la noche del pasado viernes durante su concierto
en el Salón Multiforum de la capital mexiquense, en donde tocó por espacio de hora
y media el contenido de su exitoso álbum debut Déjenme llorar (2011) ante poco menos de mil personas, en su
mayoría jovencitas que interpretaron a todo pulmón cada una de las rolas y
vitorearon cada intervención hecha por la regordeta melancólica mezzo roquera
pop.
Las adolescentes
que se dieron cita desde temprana hora en el foro ubicado a un costado del
Super Tako y de Crisa, sobre la avenida Tollocan, vestían cual fémina en busca
de la conquista amorosa, dando la impresión de querer crecer mucho más rápido
que el resto de su generación. Llevan prisa por tener roto el corazón y muchas de
ellas daban la sensación de haber vivido ya varios rompimientos, porque
cantaban las canciones como si ellas mismas fueran el personaje principal, como
si las protagonistas de las azotadas letras de la Morrison hubieran sido
inspiradas en cada una de las entalladas figuras presentes.
Cada una
de las letras que salían de la boca de Carla Morrison provocaba que las chicas
de bellos cuerpos esculturales, enfundadas en una piel mucho más delgada que la
imaginación masculina pudiera tener, se arremolinaran hasta el frente de su
icono, de su nueva líder generacional para rendirle pleitesía. Pocas eran las
chicas que no llevaban un atuendo provocador y muy pocas dejaron los zapatos de
piso para utilizar las más altas zapatillas que hayan conseguido jamás. Era la
oportunidad de usar todo lo que una mujer fatal debe emplear para la ocasión.
Hasta
las féminas menos agraciadas estaban listas para el encontronazo con la
Morrison, porque fueron con la actitud que corresponde a una letra como la que
da título al disco: “He estado recordando los momentos que te di,/ cuántos tu
me diste y porque ahora estoy aquí,/ sentada en el suelo pensando que te
quiero,/ que te quise tanto, y que tu amor me es necesario./ Déjenme llorar
quiero sacarlo de mi pecho,/ con mi llanto apagar este fuego que arde adentro,/
Déjenme llorar quiero despedirme en silencio,/ hacer mi mente razonar que para
esto no hay remedio./ Fueron tan bellos
encuentros, amarnos sin miedo,/ eres tú la noche y tu sueño, tu mi cuenta
cuentos,/ te olvidaré lo juro, lo siento,/ tu amor me hace daño,/ y esto no
puedes ya arreglarlo,/ Pero amor como el mío no hallarás por ahí,/ porque este
amor apuesta hasta por mí./ Déjenme llorar…”.
Algo muy
sobresaliente para algunas jovencitas que estuvieron durante la velada, fue que
se trató de su primer concierto en su vida y en su ciudad de origen. Varias de
las ñoñas que se dieron cita llegaron con sus familiares que se quedaron en el
restaurante hasta que terminara el recital, el cual por cierto concluyó
temprano, considerando que la banda telonera empezó a las 20 horas y para antes
de las 11 de la noche, Paseo Tollocan registraba un inusual congestionamiento
vial, porque han sido pocas veces las que esta importante vía tiene saturación por
un concierto en el Salón Multiforum.
Por otro
lado, la Morrison ofreció una conferencia de prensa previo al concierto del
pasado fin de semana en un conocido hotel de Plaza Sendero, en el que dijo
estar muy satisfecha con lo registrado hasta el momento en las redes sociales
sobre su persona, que no se considera un producto milagro dentro de la escena
musical mexicana; tampoco que se cree todo lo que se dice de ella y que escoge
con quién trabajar un dúo o una posible participación. Señaló estar lista para
cualquier sorpresa que se dé en su entorno social, porque se ha preparado para
ello. No tiene miedo a nada, pero sí respeta a todos por igual. Cuando un
colega le preguntó sobre la situación que vive el país y los movimientos que se
están llevando a cabo, organizados por los jóvenes de su edad o menores a los
25 años, Carla Morrison prefirió no comprometerse con alguna declaración,
omitiendo respuesta que molestó a los representantes de los medios de
comunicación.
Más allá
de que no quisiera hacer un señalamiento, la cantante con una tesitura vocal
cercana a lo mezzo soprano, una musicalidad que va más allá del rock o de lo
pop y del folclore nacional y con unos éxitos como “Una salida”, “Compartir”, “Hasta
la piel”, “Lágrimas” y “Yo sigo aquí”, procuró ser prudente estando en la
tierra del candidato priísta a la presidencia de la República, Enrique Peña
Nieto, porque en otras ocasiones ha manifestado sus opiniones abiertamente.
Buscaremos otra oportunidad para saber por qué omitió hacer comentarios
sociopolíticos.
Por otro
lado, a pregunta expresa de una de las féminas presentes en el concierto del
viernes sobre el origen de su apellido, le dije que no era un seudónimo y que
había sido adoptado legalmente por su padre durante su estancia en la Unión
Americana. Su progenitor empleó el apellido de la persona que lo cuidó de niño cuando
vivía del otro lado del Río Bravo. Para cuando ella nació le asignaron ese
apellido. Eso sí, nada tiene que ver con el apellido de Jim Morrison como se
llegó a especular.
Finalmente,
Carla Morrison dejó muy satisfecho a su público que estuvo el viernes en el
Salón Mutiforum de Toluca y asistió el domingo 27 de mayo al festejo por el
cuarto aniversario de Radio Mexiquense FM. Enhorabuena. Estamos en contacto.
Twitter: @fmorrina
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