Félix Morriña
Imposible evitar escribir algunas líneas dedicadas al
maestro Carlos Fuentes Macías (Panamá, 11 de noviembre de 1928-México, 15 de
mayo del 2012), quien se consideró toda su vida mexicano, pese haber nacido en Centroamérica.
En varias ocasiones, se decía sencillamente mexicano de sangre latinoamericana,
gracias a que tuvo una infancia privilegiada, burguesa, de alta alcurnia, toda
vez que su padre era de los viejos diplomáticos que alguna vez fue embajador de
México en Estados Unidos y representó al país en varias ciudades del Continente
Americano, donde Carlos Fuentes tuvo sus primeros conocimientos de la lengua,
como Montevideo, Río de Janeiro, Washington, DC; Santiago de Chile, Quito y
Buenos Aires, en esta última capital se dice tuvo sus primeros encuentros
amorosos y el conocimiento de grandes literatos de origen mexicano y argentino.
Recién
leía algunos diarios por Internet cuando las redes sociales se dispararon para
dar a conocer la noticia al mediodía de este martes 15 de mayo y de inmediato,
Televisión Mexiquense, por conducto del titular de noticias Carlos González, se
dio a la tarea de hacer un especial muy oportuno de su historia, obra, aportaciones
y opiniones de quien conoció de cerca a Carlos Fuentes Macías, a diferencia de muchos
otros espacios noticiosos. Lolita Ayala de Televisa sólo hizo mención de su
muerte, pero nada más, al igual que todos los noticiarios vespertinos.
Carlos González
informaba que murió a los 83 años de edad de una hemorragia masiva derivada de
una úlcera que le estalló mientras estaba en el sanitario de su casa de San
Jerónimo Lidice de la Ciudad de México la noche previa a su muerte. Desmayó y
de inmediato su mujer, la periodista Silvia Lemus y personal de casa lo
llevaron al Hospital Los Ángeles donde murió a las 12:15 de este martes. En días
recientes, Fuentes acababa de ser felicitado por los 50 años de la publicación
de La muerte de Artemio Cruz y Aura, ésta última obra desató polémica
durante el sexenio de Vicente Fox Quesada porque su más fiel colaborador, Carlos
Abascal Carranza, había prohibido su lectura por considerarla inapropiada para
los adolescentes, edad que tenía entonces su hija.
Al
maestro le espera ya su lecho de muerte en Montparnasse, París, donde yacen los
restos de sus hijos Carlos Fuentes Lemus (1973-1999) y Natasha Fuentes Lemus
(1974-2005). En la lápida están escritos desde hace mucho tiempo su nombre y el
de su viuda Silvia Lemus (1945). La foto la sacó el periodista Carlos Ramírez
durante uno de sus viajes a Francia. Fuentes tuvo una hija con la actriz Rita Macedo,
de nombre Cecilia, de quien no se sabe mucho.
Como
muchos saben, Carlos Fuentes fue una figura polémica en cuanto a su envestidura
intelectual y diplomática, se llegó a pelear con Ricardo Garibay, despotricó contra
el sistema totalitario, apoyó la despenalización de la marihuana y la legalización
de algunas drogas, alabó a Fidel Castro, apoyó a los perseguidos políticos de
la segunda mitad del siglo XX, habló maravillas de Andrés Manuel López Obrador
(AMLO), criticó a Enrique Peña Nieto y sobre todas las cosas, nunca recibió el
Premio Nobel de Literatura.
Fuentes se expresó de esta
manera del candidato presidencial Enrique Peña Nieto, luego de que no supo
contestar a la pregunta de ¿cuáles habían sido los tres libros que le habían
cambiado su vida?, durante la pasada edición de la Feria Internacional del
Libro de Guadalajara, Jalisco: “No quiero ni imaginar lo que sucedería a México
si llega Peña Nieto a ganar la Presidencia de la República. Es la demostración
pública de la ignorancia, un hombre que no tiene la capacidad para enfrentar
los graves problemas que enfrenta México”.
Por su
parte, Enrique Peña Nieto dedicó unas líneas en las redes sociales (en especial
de su cuenta del Caralibro) al
fallecido escritor, dejando atrás las declaraciones que hiciera el narrador
sobre la figura política del ex mandatario mexiquense: “Las letras mexicanas
están de luto con la partida del gran escritor Carlos Fuentes. Mi sincero
pésame a sus familiares y amigos. Aunque no siempre coincidimos en nuestras
opiniones políticas. Siempre reconoceré su extraordinaria obra. Descanse en
paz, Carlos Fuentes”. Juzgue usted mismo, pero sobre todas las cosas, leamos la
obra que nos heredó el autor de La región
más transparante, Terra Nostra, Gringo viejo, Los años con Laura Díaz, La
silla del Águila y El naranjo,
entre muchas otras. Descanse en paz maestro.
Pasando
a otro tema de gran interés para la comunidad cultural, está en nuestro país,
el legendario y mítico músico, compositor y actor japonés Ryiuichi Sakamoto
(Tokio, 1952), quien es muy reconocido por las bandas sonoras que ha compuesto,
entre ellas El último emperador (1987)
y El cielo protector (1989), ambas del italiano Bernardo Bertolucci, así
como la composición de la música de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992.
También es muy recordado por todos aquellos amantes de las obras discográficas y
fílmicas del Delgado Duque Blanco,
David Bowie, porque actúo a su lado en la película Feliz Navidad Mr Lawrence (1983) de Nagisa Oshima, de la cual
Sakamoto compuso la banda sonora.
Sakamoto
estará por vez primera en el país este miércoles 16 de mayo en el Teatro Metropólitan
a partir de las 21 horas al lado de Alva Noto, un alias del artista digital alemán
Carsten Nicolai (1965) como parte de las actividades del 28 fmf-Festival y
clausura del Festival Aural que es parte de la programación general de este importantísimo
Festival del Centro Histórico, que culmina el próximo domingo 20 de mayo. Alva
Noto ha trabajado con el guitarrista germano Blixa Bargeld, integrante de
Einsturzende Neubauten y los australianos de Nick Cave And The Bad Seeds, como
también Ryoji Ikeda y Scanner, con quienes ha creado atmósferas sonoras desesperantes
al grado de provocar vómito entre el público, porque es tan profundamente desquiciante
que los sentidos se desbordan, pero también ha creado atmósferas netamente hipnóticas
y de profunda riqueza visual.
Con esto
quiero decirles que dependiendo del estado de ánimo de ambos creadores, el público
puede salir del concierto extasiado o definitivamente con ganas de tomar las
armas y destruir la ciudad capital. Puede haber atmósferas ricas en sonido que
recuerden pasajes de Yellow Magic Orchestra (la otrora banda de Sakamoto, considerada
los Krafwerk de Japón), como algunas sonoridades hechas con David Sylvian o
Christian Fennesz, con quienes ha tocado Ryuichi Sakamoto. O bien, todo eso más
lo que alguna vez tocó Alva Noto en su pasada visita a México hace poco más de
un lustro, si mal no recuerdo. Todo puede suceder con ellos, al grado de tocar
puras improvisaciones o algún programa especial que traigan entre manos.
Pueden también
tocar algunas piezas de sus cinco discos trabajados a dúo, como son Vrioon (2002), Insen (2005), Revep
(2006), utp_(2008) y Summvs (2011), los cuales se basan en
melancólicos sonidos ambient-new age con piano y sutil música electrónica con
computadoras en escena. Te pueden recordar al maestrazo Brian Eno cuando estaba
en su etapa más experimental o bien aturdirte hasta el cansancio. Atrévase a
vivir esta inolvidable experiencia, que puede ser terapéutica para narcisistas neuróticos,
o para menopáusicas histéricas, o bien para aliviar la histeria social en
concierto. Allá nos vemos, de lo contrario compre alguno de estos discos. Hasta
la próxima.
Twitter:
@fmorrina
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