Félix Morriña
Recuerdo
fragmentos de los conciertos en México de Paul McCartney. No recuerdo la
totalidad de los mismos, ni las fechas por razones varias, entre ellas, porque
prefiero quedarme con lo que sentí en momentos claves del encuentro con las
masas que me sumergieron a mi niñez, a mi proceso de crecimiento como persona y
como profesionista. También en lo que refiere a mi percepción del mundo y a mi
perfil como ciudadano.
La
música del ex Beatle, es decir, de su etapa solista, la que me tocó ampliamente
disfrutar y conocer, me definió en muchos sentidos, incluyendo el sentimental y
amoroso. Sin duda, The Beatles me ha marcado desde siempre, aunque no lo
comente a menudo, porque tengo que disfrutar lo que existe. Ahora, es momento
de recordar al “niño bonito” del Cuarteto de Liverpool desde otra edad, desde
otra perspectiva.
Un amigo, de mi círculo más cercano,
me regaló de cumpleaños el pasado fin de semana, el DVD Paul McCartney In Red Square, para recordarme que no debo dejar de
lado las enseñanzas de un Beatle, por lo que de inmediato lo puse a todo
volumen en el aparato reproductor y el televisor. Ver a un Paul McCartney
enfundado en playera color sangre en plena Plaza Roja me puso en un estado
catártico, porque tener ante mis ojos a los rusos en éxtasis, llorando,
incrédulos y cantando como nunca, no puede dejarse de lado sin que te haga
reflexionar de lo que ha pasado en el mundo desde que se deshizo la Unión de
Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS).
Más allá de la belleza rusa, de la
mafia de esa extensa nación, de la Guerra Fría, de la histórica Perestroika, de
su situación sociopolítica y económica, ver a Paul McCartney conquistar a ese
mítico lugar con miles de almas cantar al unísono “Band On The Run”, “Can’t Buy
Me Love”, “I Saw Her Standing There”, “Live And Let Die”, “The Fool On The Hill”,
“Birthday” y la que volvió locos a todos: “Back In The USSR”, entre muchas
otras que incluye este material de 163 minutos del primer concierto celebrado
el 23 de mayo del 2003, te hace pensar en muchas cosas, entre ellas, que se trataba
de la primera visita de Paul McCartney como músico, luego de tantos años de
prohibición de la música del Cuarteto de Liverpool en ese país, por razones
políticas que todos conocen y deben recordar.
Otra de las cosas que uno debe tomar
en cuenta al ver este documental ganador de un premio Emmy, trabajado por la
A&E Network, que salió a la venta en el 2005, es la presencia del
presidente de Rusia, Vladimir Putin y al ex secretario general del Partido
Comunista de la Unión Soviética (PCUS), desde 1985 hasta 1989 y actual líder
del Partido Social Demócrata de Rusia, Mijaíl Gorbachov, quienes dan la
bienvenida a McCartney y explican el contexto social actual de la nación,
además de quedar sumamente conmovidos por la presentación que quedó plasmada
para colocarse en la memoria colectiva de los ingleses y los rusos, como de
nosotros, fieles cómplices de este acontecimiento.
Pese a que Putin parece no reflejar
alegría, sabemos que los rusos así son ante este tipo de eventos, está feliz
por la visita de tan distinguido personaje internacional, ése que cambiara la
visión del mundo junto a otros tres jóvenes veinteañeros en los años 60 del
siglo pasado. Este DVD incluye además extractos de la segunda visita de Paul a
esa nación para presentarse en San Petersburgo, el 20 de junio del 2004, como
parte de su gira 04 Summer Tour. De
forma adicional, este documental recoge videos de Russia And The Beatles: A Brief Journey, emitido por el History
Channel, que recrea la historia del grupo en la Unión Soviética, como también
el trabajo Behind The Curtain: Memories
Of Red Square, donde se ve la censura a la que fue sometido The Beatles.
Sin
duda, Paul McCartney In Red Square será
muy apreciado por todo cuarentón que haya vivido algún concierto del lánguido inglés
y que haya visto la versión en Estados Unidos de este DVD, cuando regresó a
Nueva York, luego de varias décadas en plan solista. La primera vez fue con The
Beatles al estadio de los Yankees. Mientras tanto, si usted amable lector no es
muy fan de Paul, este documental le servirá de mucho para enterarse de las
aportaciones de este veterano músico. Hasta la próxima.
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