Félix Morriña
“Si Dios creó al mundo en siete días, él fue creado en una sola noche de insomnio”, así dispara de manera directa el líder, compositor, cantante y guitarrista de la banda de rock mexicano, La Barranca, José Manuel Aguilera, después de haberse presentado con su banda en el foro Landó de Toluca, el pasado sábado 26 de noviembre, en el que interpretó en versiones acústicas rolas del calibre de “La tempestad”, “El desafío”, “Tal vez ni Dios”, “San Miguel” (rola dedicada merecidamente a uno de los principales promotores culturales del Valle de Toluca, Luis Flores), “Corcel”, “Zafiro”, “Akumal”, “Viento rojo”, entre otras que sumarían 24 canciones interpretadas a lo largo de dos horas y media.
La expresión aparece escrita al inicio del capítulo 2 de 8 de su primer libro Estambul, cuadernos nocturnos, editado por R&B, el cual será presentado el próximo sábado 3 de diciembre a las 16 horas en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara y del que habló largamente con este interlocutor después del recital en el que se dieron cita los más fieles seguidores de La Barranca de la región, porque no dejaron de cantar cada uno los temas y porque adquirieron como pan caliente los pocos libros que traía el otrora líder de la mítica agrupación Sangre Asteka.
De hecho, la raza presente al enterarse que este libro sería motivo de una presentación en la FIL y de que era la nota del día, de inmediato consultaba sobre qué trataba el contenido. Muchos pensaron que era un volumen con las columnas publicadas en La Revista del periódico El Universal, otros simplemente una publicación con el sentir del músico. Éstos últimos no estuvieron alejados de la realidad, porque de hecho el libro versa sobre textos libres de carácter literario, relatos de sueños, frases concretas y aforismos con ilustraciones de la guapa colega y siempre afable Claudia Sánchez, ex compañera en Milenio Semanal y Milenio Diario.
Estambul, cuadernos nocturnos es el sexto libro publicado por esta editorial que arriesgó por sacar ejemplares que contextualizaran el trabajo creativo de los músicos más representativos del país, más allá de los escenarios, para transportarlos a la literatura y darles el semblante de artistas completos, íntegros y no sólo simples ejecutantes. También para sacarlos del cliché de que sólo pueden comunicarse por la vía musical. Entre esos libros están Una historia como cualquier otra, de Carlos Avilez; Aire en espera, de José María Arreola; La ventana y el umbral, de Armando Vega-Gil y El diario de un López, de Jaime López, los cuales pueden adquirir en librerías de prestigio, ya que son dignos de toda biblioteca melómana.
“José Manuel Aguilera fue el primer autor que invité a participar en este proyecto, después de publicar el primer título. Recuerdo que fue en una fiesta donde recibió de mis manos un ejemplar de Corazón minado. Declaratoria, de Pascual Reyes, junto con una invitación expresa para integrarse al proyecto. Entre los amigos reunidos aquel día, se encontraba la artista Claudia Sánchez, quien desde ese momento fue invitada a ilustrar el trabajo de José Manuel, si se decidía a publicar con R&B (lo cual hizo)”, recuerda la editora Elena Santibáñez en la presentación del libro, al mismo tiempo que anuncia que el slogan que llevarán los demás títulos a publicar será “La letra con ritmo entra”, para estar ad hoc con los autores.
Al preguntarle al buen José Manuel Aguilera cómo se dio la creación de este libro, sonriente y con medio litro de tequila en la mano dijo: “Suelo tener un cuaderno de apuntes cerca de mi cama, y de ahí, cada noche de insomnio salieron los textos que integran Estambul, cuadernos nocturnos. Traté de hacer un viaje introspectivo con muchas reflexiones que espero les gusten a cada uno de mis posibles lectores, que no siempre serán mis posibles escuchas o seguidores. Ojalá que ambos en algún momento converjan, para darle sentido a sus vidas y a la mía”. Disfrútenlo.
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