Félix Morriña
Nada
como festejar un año más de vida con dos magnos conciertos al lado de tu sangre,
de la pandilla, de los amigos que se convierten en el exilio en tu familia y de
exuberantes féminas que hagan valer los excesos de cuatro décadas. No es fácil
presumir haber llegado al cuarto piso con la experiencia vivida y valerse por
sí mismo, pese a no tener mayor riqueza que el estar entero y sin más achaques
que una cartera vacía y la soledad propia de quien ha decidido habitar sin
nadie a su lado, salvo ese negro labrador que recuerda día con día el regreso a
casa para alimentarle.
El
precio a pagar por esta decisión aún vale la pena, todo con tal de seguir libres.
Las cuotas salubres llegarán poco a poco y habrá que sopesarlas. Los
primogénitos pasarán factura con el paso de este primer lustro de la cuarta
década y uno tendrá que inventarse la manera de cubrirlas, brindando además el
apoyo que merecen los chicos. Las féminas llegarán por otra vía, entrarán por
otra puerta y saldrán por la entrada, pero eso ahora no importa si tengo
pensado estar en primera fila en los conciertos de Pearl Jam y Peter Gabriel para
festejar mi particular aniversario de la Revolución Mexicana.
Nacer
un 20 de noviembre para mí no ha sido otra cosa más que ser independiente y antagónico
a muchas “absurdas” costumbres mexicanas. Ser mexicano y revolucionario, va
mucho más allá que cantar (mal como muchos dizque cantantes populacheros de pacotilla)
el himno nacional en actos cívicos oficiales y de marchar por descuidadas, insalubres
e inseguras calles comunitarias y suburbanas. Hay tanta belleza escondida en
este infierno que no vale la pena gastar frases para explicarlas, sino para
vivirlas.
Desafortunadamente
este país no es para gente inteligente, ni para científicos, ni para
investigadores, ni para políticos serios (si es que existen). Hace dos días la
supuesta izquierda nos lo demostró con la aceptación de un estúpido como Andrés
Manuel López Obrador (AMLO). No tendrá más mi voto. La “izquierda” perdió mi sufragio
al dejar fuera a Marcelo Ebrard Casaubón. Del PAN mejor ni hablamos. Tal parece
que Enrique Peña Nieto llegará a la Presidencia de la República sin enemigo a
la altura del conflicto. Ojalá que los conciertos internacionales sigan como
hasta ahora, pero con precios mucho más accesibles para los amantes de la
cultura musical universal. Eso sí sería un avance.
Mi
cumpleaños será festejado públicamente el día jueves 24 de noviembre en el Foro
Sol del Autódromo Hermanos Rodríguez durante el concierto de Pearl Jam, justo
cuando ellos estén celebrando dos décadas de existencia. Traen bajo el brazo el
disco Live On Ten Legs, las
reediciones de Vs y Vitalogy, la publicación de un libro
oficial y el documental Pearl Jam Twenty
del director Cameron Crowe, el cual fue estrenado este mes durante la gira por
Sudamérica. En Perú se presentó ayer jueves 17 en la Biblioteca Nacional a
menos de 24 horas de su concierto. Esperemos que en México haya una proyección
previa para fortalecer su presencia en los seguidores y nuevos adeptos.
De
esta manera, el cantante Eddie Vedder, el guitarrista Stone Gossard, el seis
cuerdas Mike McCready, el bajista Jeff Ament y el baterista Matt Cameron nos
ofrecerán de nueva cuenta su visión del mundo, mejor de cuando los vimos en el
Palacio de los Deportes hace algunos años, en el que la banda dejó que el
público los grabara para hacer ediciones piratas sin problemas, toda vez que
Pearl Jam prefiere que la gente tenga su propia versión del concierto a que los
mafiosos de la música lucren con su labor y esfuerzo.
Otro de los grandes con el que
festejaré es nada más y nada menos que Peter Gabriel, quien pisará el escenario
del Auditorio Nacional el próximo miércoles 23 de noviembre (hará una
presentación más al día siguiente), para luego hacerlo el sábado 26 en el
Auditorio Telmex de Guadalajara, Jalisco. Mister
Sledgehammer viene promocionando el contenido de su reciente obra New Blood. Live In London, el cual se
puede conseguir en formato DVD, 3D y Blue-Ray que inmortaliza el recital que
ofreció en marzo pasado en el Teatro Hammersmith Apollo de Londres.
Quien haya visto este material sabrá
que los conciertos en México serán con una Orquesta de 46 músicos y con el
acompañamiento de su hija Melanie en los coros. Sin duda interpretará temas de su disco Scrath My Back y los éxitos de antaño como “Biko”, “In Your Eyes”, “San
Jacinto” y “Mercy Street”, como también “Wallflower”, “The Boy In The Bubble”, “Apres
Moi”, “The Drop”, “Washing Of The Water”, “Darkness” y “The Book Of Love”.
Sin duda, este año
festejaré uno de mis mejores cumpleaños. Será muy parecido al que tuve cuando
vino a México Lou Reed al Teatro Metropólitan, sólo que esta vez será doble y
con menos drogas que alcohol, porque ahora el cuerpo y cerebro aguanta líquidos
y requiere más reposo. ¡Salud desde donde quiera que estén!
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