martes, 20 de septiembre de 2011

Los "Pares y duetos" de Charlie Montana o el Art Nacó en su máxima expresión


Félix Morriña


De algo sí estoy seguro, Charlie Monttana no es falso, aunque sí muy ojete, según muchos de sus detractores músicos y críticos. Yo lo veo como una reliquia viviente de la banda ñera de un país en decadencia. Charlie Monttana es tan genuino como un vaso de Jack Daniels, junto a una rubia cerveza Corona, a la mañana de una cruda independentista y tan macho como para colocar dos muñecas Barbie en la portada del primer disco de tres de la serie Pares y duetos.

Charlie Monttana también es conocido como la Yuri del rock, como el Playboy Mexicatihaui Lover que luce siempre borracho acompañado de sexy ropa interior femenina y una baraja en lugar de antiguas navajas para rasurar o rastrillos. Charlie Monttana es la viva representación del Art Nacó mexicano. Si hay Art Decó, por qué no habrá de existir el Art Nacó.

            ¿De qué habla Charlie Monttana en sus rolas? De lo que vive la banda roñosa del país, de las carencias de la clase trabajadora ñera, de sus abusos clasistas y de las verdades de los sin nada, pero de ésos a los que les vale madres. Charlie Monttana es reconocido en todo el submundo submetropolitano como un guerrero de un ejército creciente de nacotecas a punto de tomar por asalto la clase media ilustrada. Ellos, los nacotecas, aman a Charlie Monttana como aman los que le van al América. No importa si saben que existen las universidades, porque viven al día y sólo importa sobrevivir. Ganarle un día más a la muerte.

            Por esa razón, y algunas más, Charlie Monttana es apreciado por músicos de la talla de Chava, cantante de La Castañeda; por los Ratones Paranoicos, esos argentinos stonianos que conocieron a la neta de netas de México; por José Fors, de la Cuca; por la cachonda Jessy Bulbo; por los estúpidos Moderatto; por los raztecas de los Rastrillos; por sus homólogos de lucha: Vago, El Haragán y Rod Levario. Todos estos monitos participan en el primer disco de la serie de tres.

            Rolas como “Déjame rocanrolearte”, “Todos estos años”, “Pinche vatito”, “He andado chupando”, “Como las hojas”, “Hipócrita”, “La rubia” y “Te quiero”, entre otras, muestran la filosofía de la calle y los excesos. Charlie Monttana gana tanto dinero como Caifanes o Jaguares al año, que no le queda nada en los bolsillos cuando lo ves en el Tianguis Cultural del Chopo, porque él sí se los chupa todo de un jalón y pide más. No tiene llenadera. Él pide morir sobre el escenario, cual estrella de rock verdadero.

            Cuando se le pregunta a Monttana que bandas o cantantes faltaron en esta colección, sólo alcanza a decirte que “hubo grandes luminarias que aparecieron al principio del proyecto (que inicialmente era un reality show titulado Charlie Monttana Rock Star Exa Tv) que al final no grabaron, unos por su difícil agenda de trabajo y otros porque de plano le mamonearon e hicimos una cosa muy bonita: un concurso llamado Monttana Idol, donde concursaron como 17 carnales (fancitos pues) y ganó una chica de Querétaro, quien grabó un track. Enhorabuena querida Mel”.

            Sobre si esta serie de tres discos, se tratara de un homenaje o un tributo a su persona-personaje, Monttana mienta madres, se revuelca, te la hace de pedo y casi te escupe la cara para decirte: “Siempre odié esa mierda de homenajes, tributos y eso de compactos de grandes éxitos. Ya saben, algunos sacan discos con temas tuyos, valiéndole madres tu talento y capacidad artística sin darte crédito alguno. Eso es una ojetes y no lo que yo hago. Por esa razón decidí sacar estos tres discos con carnalitos de verdad. Es un orgullo haber trabajado con todos estos personajes. Que se vayan a la chingada los demás”.

            Ya saben a lo que le tiran con esta serie de tres discos de Charlie Monttana titulados Pares y duetos. Suerte.




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