Félix Morriña
La escucha uno de entrada y lo primero que hace es fruncir el ceño, porque esa voz plañidera provoca en este interlocutor una sensación de nausea, pero una vez que la escuchas con mayor atención y siguiendo las letras de su segundo disco “Mis vuelos” la calma regresa a este corpus. Luego de repetir el disco una y otra vez, piensa que este producto de la cantautora Nur Slim puede ser el regalo perfecto para una niña entrando a la adolescencia por el arte de la portada y por el contenido.
La guitarrista mexicana Nur Slim estudió en la Escuela Superior de Música en el área de jazz del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Ha sido ganadora de la beca “Artes por todas partes” del gobierno del Distrito Federal por tres años consecutivos. Nur Slim sacó su primer disco bajo la producción de Aarón Cruz. Para sobrevivir ha tenido que trabajar de directora musical de María José en las giras “Amante de lo ajeno”, “Reventour estrella” y “Amante de los buenos”. Así es la vida, pero hace contactos para continuar produciendo.
Para la reseñadora Guadalupe Galván la música de Nur no se acomoda a ningún género, porque es una “mezcla de muchos sonidos, muchas tardes, mucha música rodando en habitaciones vacías y habitaciones repletas de gente. Eso ya lo sabe quien ha seguido a Nur en estos cuatro años que han pasado desde que sacó su primer disco. Ahora llega con nuevas canciones que son pequeños paisajes, nuevos arreglos y sonidos creados por el octeto que hace música con ella”.
Su banda está integrada por un guitarrista, un contrabajista, un cellista, un trombonista, un bataco, un saxofonista y un piano. “¿Dónde estaba Nur con su corazón golpeado por los encuentros y desencuentros, herramientas con las que borda sus canciones? Buscaba entre sus alas preferidas. Los dónde son los desvelos, el oporto, los reencuentros, las canciones que siguen transformándose con ella”, argumenta quien la presenta a través de un texto que aparece en su disco “Mis vuelos”.
Hay cierto eclecticismo en el segundo disco de esta joven cantautora educada en el jazz, pero no termina por convencerme pese a que la estructura del disco es buena, limpia y hasta seductora. Quizá sea la voz y los temas. Uno está más acostumbrado al azote, al abismo, al dolor, a la jodidez, a lo infrahumano y con su delicadeza no me siento a gusto, pero no por ello la dejo de recomendar. Pongo a su consideración “Mis vuelos”.
El disco está armado con 10 temas, repito estructurados para infantes, aunque a mi hija Nina Belén tampoco le gustó. Se divierte más con Pixies que con Nur Slim, pese a que no habla aún inglés, pero la música me dice lo que su sentir demuestra a sus cinco años. ‘Posibilidades’, ‘Esquinas’, ‘Georgetto’, ‘Trazos’, ‘Mis vuelos’, ‘De mi otro lado’, ‘Otros tiempos’, ‘Por si acaso’, ‘Irremediable’ y ‘Palabras y más versos’, es el contenido de la propuesta de esta mujercita.
Algunos amigos que estuvieron durante la presentación del disco en un restaurante de la Condesa hace un mes me dijeron que hiciera a un lado mis prejuicios musicales y que me atreviera a verla en vivo y en directo, porque es muy diferente a lo que uno escucha en el disco. Tendré que esperar a una nueva oportunidad para ver si cambio de opinión, mientras se los dejo a su consideración. Estamos en contacto. Gracias.
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