Félix Morriña
Este es un filme para los amantes de la aviación, para los seguidores de la historia de la Primera Guerra Mundial, para los que disfrutan de las películas belicosas con alto grado preciosista, donde la sangre es parte de la parafernalia estética. “El barón rojo” es una cinta de acción para un buen fin de semana lluvioso en el que no es necesario salir de casa y disfrutar placenteramente de buenas actuaciones, excelente fotografía y una ambientación envidiable.
Escrita y dirigida por Nikolai Müllerschön, “El barón rojo” es un homenaje al piloto alemán Manfred von Richthofen, el más grande, célebre y temido líder aéreo de la Primera Guerra Mundial. En esta película editada en DVD se puede apreciar al joven aristócrata germano luchando contra británicos, franceses, australianos y canadienses. En esta película de 106 minutos queda sentada su historia amorosa, sus relaciones con su equipo de trabajo, conocido como “El circo rojo” o el Primer Escuadrón de Cazas Alemán; también está su conocimiento acerca de la literatura de su nación y la de sus enemigos, gracias a la educación que poseía a diferencia de muchos de su época.
En “El barón rojo”, el cineasta puso empeño en recrear cada una de las facetas de Richthofen, al grado de plantear que para este grupo de jóvenes veinteañeros estar en guerra era un deporte, un juego en el que el honor y las reglas se cumplirían a cabalidad. Es más, para muchos que no saben la historia, este filme les puede mostrar la parte noble de estar en batalla, el honor de vivir como de morir en acción, pero sobre todo, hay caballerosidad, es decir, los enemigos se conocían a profundidad, convivían en tierra y se mataban en el aire, a diferencia de las tropas que pelean a campo traviesa.
Cuando “El barón rojo” tiene que estar de visita en varias trincheras, descubre el horror de la guerra, se descubre vulnerable, sabe que en cualquier momento puede morir como cualquier soldado. Su amorosa enfermera le abre los ojos cuando le hace ver que ninguna batalla, que ninguna guerra lleva el sello de dignidad que él presume y que toda esa virtud belicosa no existe más allá del Sol.
Como muchos saben, pertenecer a la Fuerza Aérea de cualquier país es pertenecer a un cuerpo de élite, a un nivel que pocos, muy pocos tienen acceso, por lo que desde que se inventó el mito de “El barón rojo”, todos los pilotos se asumen como los únicos hijos de Dios en batalla. Morir cayendo desde el cielo, es el más grande privilegio para un piloto aviador militar.
“El barón rojo” es un filme romántico de acción bien recreada, gracias a los paisajes de la hermosa Praga. La buena actuación del actor británico Joseph Fiennes, quien personifica al oficial canadiense Roy Brown, a quien se le adjudica haberle ganado la última batalla a Manfred von Richthofen, le da el tono de caballerosidad a la película del productor, guionista y director alemán, creador de las series para televisión “Mutter aus heiterem Himmel” y “Muere el profesor Verbrechen des Capellari”.
La actuación del joven Matthias Schweighöfer como el protagonista de “El barón rojo”, nos permite pensar que es buen momento para ver más filmes germanos por su alta calidad, porque estamos demasiado contaminados por el cine gringo y es preciso alimentarnos con otras cinematografías. El resto es bastante bueno, al grado de la exquisitez. No queda más que recomendar este filme ya.
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