Félix Morriña
Incluido de última hora y sin aparecer en el programa oficial, Diego El Cigala ofreció recital la noche del martes 18 de octubre en las escalinatas del Calvario de Metepec ante un público que lo recibió calurosamente y cantó con él por espacio de hora y media el contenido de su reciente disco Cigala & Tango. Con este concierto dentro de la vigésima edición del Festival Internacional Quimera, El Cigala concluyó una gira de ocho fechas por México con éxito.
Luego de presentarse en Durango, Chihuahua, Chiapas, Guanajuato (dentro del Festival Internacional Cervantino en la Alhóndiga de Granaditas), el Distrito Federal (en el majestuoso Auditorio Nacional) y Metepec, el gitano se vio complacido de que el público mexicano haya recibido muy bien los tangos interpretados con el ritmo del flamenco en una peculiar fusión sonora.
Durante el recital, la gente de Diego El Cigala no permitió a los medios de comunicación desempeñar sus labores, ni siquiera la toma de imágenes en las tres primeras canciones a las que se tiene derecho, según los cánones internacionales. Sabemos que el cantante tiene un temperamento singular y que se distrae a la menor provocación, por ello no permite que haya cámaras muy cerca de él. Gracias a la habilidad de los fotógrafos, pudieron registrar momentos claves del concierto en el que interpretó “Garganta con arena”, “El día que me quieras”, “Soledad” (inspirada en Chavela Vargas), “Youkali”, “Nostalgia”, “Las cuarenta”, “Tomo y obligo”, “Los hermanos” y “En esta tarde gris”, entre otras que dejaron satisfechos al respetable.
Posterior al recital, Diego El Cigala ofreció una entrevista a este interlocutor en la que agradeció al público de Metepec su atención y el aguantar el frío prácticamente invernal de la entidad mexiquense. Enfatizó que es la primera vez que usa un calentador (él empleó la palabra “estufa”) para soportar el intenso clima. “Fue una noche difícil, porque las cuerdas de las guitarras se desafinan con el frío, el piano a la intemperie tiene otra tonalidad, el sonido se modifica y muchas veces eso no lo entienden los que no están en este arte. Lo más importante es que la gente me dio su calor en medio del frío y eso se notó en cada canción ofrecida”, explicaba Diego Ramón Jiménez Salazar, nombre real de El Cigala.
Al preguntarle si ha tenido contacto con la cantante argentina Adriana Varela, quien ha grabado varios de los tangos que ahora él mismo interpreta, dijo que ha estado al tanto de ella, pero que no la ha visto para planear algún proyecto. “Yo la llevo en mi corazón. Necesito estar un tiempito con ella para concretar algún plan musical. Me encanta su música, todo lo que ella hace”, señaló el cantaor español, quien considera a México su segunda patria.
A Diego El Cigala no le importan las críticas de la prensa ortodoxa que recrimina su trabajo del flamenco con el tango, los boleros y la música vernácula (proyecto al que se dedicará el año próximo con temas de José Alfredo Jiménez, cuyo hijo le ha proporcionado temas no grabados con anterioridad y que será toda una revelación). “Si no les gusta lo que hago, entonces que lo hagan ellos y que dejen de molestar. Yo he respetado muchísimo al tango, al grado de hacerlo mío, parte de mi vida. Lo he venerado por encima de todo. Ahora, si un flamenco viene y lo intenta, bienvenido. Cantar a un Polaco Goyeneche, a un Gardel, a un Atahualpa Yupanqui, Julio Sosa y Mercedes Sosa no es cosa fácil, porque hay que sentirlos, vivirlos. Ellos nos dejaron un legado que debemos respetar, salvar y honrar. ¡Así que señores críticos ortodoxos, pueden pasar de largo!”, exclamó iracundo Diego El Cigala.
Sobre el proyecto de música vernácula, El Cigala adelantó que grabará un tema de José Alfredo Jiménez junto al cantante venezolano Óscar De León, lo que seguro estoy será una rarísima mezcla de salsa flamenco con música ranchera. “Grabaré temas inéditos y algunos ya conocidos. Invitaré a Chavela Vargas para que cantemos a dos voces la próxima vez que venga a México. Habrá muchas sorpresas el año que viene y yo estaré feliz de pisar este bello y maravilloso país”, finalizó un Diego El Cigala sumamente emocionado.
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