Félix Morriña
Para
los amantes del cine sajón, en especial el estadounidense, la película de
Kathryn Bigelow “La noche más oscura” (“Zero Dark Thirty”, 2012) les resulta
una joya del séptimo arte porque en ella se narra cómo ultiman al ser más
buscado de la historia reciente a nivel mundial: Osama Bin Laden. Muchos serios
historiadores estarían en contra de este alarde fílmico ganador de Mejor
edición de sonido dentro de los premios Oscar. Fue nominada a cinco categorías
de estos premios: Mejor película, Mejor actriz, Mejor guión original, Mejor
montaje y Mejor sonido. Ganó el Globo de Oro a la Mejor actriz, dentro del
género Drama, con lo cual Jessica Chastain ha obtenido mejores trabajos dentro
de la gran industria.
Estrenada el 19 de diciembre del
2012 y sacada al mercado en DVD en marzo de este año, “La noche más oscura”
presenta abiertamente los motivos que orillaron a los marines gringos a
torturar a diversas personas de origen árabe, pertenecientes a células
terroristas de Al Qaeda, con la finalidad de obtener información que les
llevara al Enemigo Público Número Uno del mundo. Con tintes por momentos del
cine documental, la película de 102 minutos trata de mostrarnos lo bien que
hacen las cosas los vecinos del país del norte. Algunos estarán de acuerdo,
otros de origen árabe-libanés la rechazarán por la polémica que pueda desatar
el tratamiento del tema, ya de por si delicado, la película cumple con su
cometido comercial: Impactar con un tema escabroso.
Pese a todo lo que se pueda decir
del asunto bélico y de defender las naciones-patrias contrarias a la visión del
mundo del medio oriente, la cinta nos permite rescatar el papel fundamental que
desempeña la mujer en asuntos tan delicados en política internacional, así como
de espionaje y de asuntos militares extremos. Según la versión fílmica de los
hechos reales en los que está basada “La noche más oscura”, por parte de
Kathryn Bigelow, una mujer fue el eje rector de la operación militar para
derrocar en la “Zero Dark Thirty” (hora en la que el terrorista más buscado
tras el 11 de septiembre, fue pasado por armas), gracias a su obstinamiento,
obsesión, empecinamiento y capricho.
Con las actuaciones de Jessica Chastain,
Jason Clarke, Joel Edgerton, Chris Pratt y la participación especial del
presidente de Estados Unidos, Barack Obama, “La noche más oscura” le permitirá
analizar, desde la óptica de la Unión Americana, oaseáse de los ganadores, las
aportaciones de la sesentona directora de los filmes “Near Dark”, “Point Break”
y ganadora de seis premios Oscar por “The Hurt Locker”, Kathryn Bigelow. Como
siempre, usted tiene la última palabra.
Yo no sé qué diría el maestrazo y
célebre cineasta japonés Akira Kurosawa sobre el cine oriental de estos días,
en el que por el mínimo motivo hay trabajos de acción llenos de tanta violencia
innecesaria, con el pretexto de retomar a las artes marciales y los usos y
costumbres de esa parte del mundo. Seguro estoy que se lamentaría y para que
este interlocutor no lo haga amargamente, le puedo decir que depende de usted
si se acerca al filme coreano “No mires al espejo” (“Into The Mirror”, 2003),
el cual llegó a mi manos en formato DVD hace una semana y la verdad el
resultado me dejó mucho qué desear. De hecho en el mercado nacional, sólo se
consigue bajo este formato para los amantes de este tipo de cine.
Luego de investigar un poco, llego a
la conclusión de que lo más importante de este filme de suspenso y un poco de
terror, es el contexto en el que el entonces novel cineasta (fue su primer
filme) Kim Sung-ho hace de los espejos, la imagen que proyectan éstos, la doble
personalidad que generan, la fijación histórica, el contexto sociocultural, los
fetichismos y las supersticiones. Pero, el gran pero, es que lo echa todo a
perder conforme pasa la trama, misma que transita en un centro comercial de
lujo, donde hubo una muerte durante un incendio un año atrás.
Lo que por momentos pareciera atraparte
con ese asunto de la imagen detrás del espejo (o como diría el cantautor
español Joaquín Sabina, “ése que está detrás del espejo”), que tanta poesía ha
generado a lo largo de la historia, se pierde entre lo burdo de la trama, con
algunas muertes que obligan a un ex policía a desenmarañar el significado. Un
alma en pena que se posiciona detrás de los espejos para explicar su ausencia,
pidiendo ayuda para resolver su situación fantasmagórica, como también cada
quien de los involucrados saca sus demonios, reflejos y culpas a pasear.
Sin más, “No mires al espejo” de Kim
Sung-ho fue Premio del Público en el Festival de Cine Gérardmer años después de
su estreno. Le recuerdo, usted sabe dónde y con quién invierte su tiempo.
Volviendo a citar a Akira Kurosawa, le
preguntaría: “Maestro, ¿qué piensa usted del filme ‘Versus’ (titulado en
español “El combate final”, del año 2000) de su coterráneo Ryuhei Kitamura?”.
Seguro, se pararía de su peculiar asiento sin decir palabra alguna y se
retiraría del lugar. Acto seguido, buscaría al susodicho cineasta y… ¡Imagínense!
La película le gustará a los morros que están
metidísimos en los combates mortales. Les gustará más si hay mucha sangre y
actores monigotes salidos de alguna serie Manga o de caricaturas de peleas
continuas, es decir, tan bonitos y estilizados que con sangre siente uno que se
viene hacía dentro (¡jajajajajajajaj!). También les agradará porque en ella hay
“misticismo” ancestral entre el bien y el mal, como la eterna lucha entre los
vivos y los muertos. ¡Órale! A veces disfruto de estas cintas “kitsch”, más en
compañía del ser querido que no sabe qué decirte y con tal de quedar bien, te
insinúa que es buena o que para un domingo en la noche-madrugada no está tan
mal. La verdad, es que las tengo que soportar porque hay que ver de todo para
saber que Akira Kurosawa es la neta del planeta, al menos en esa parte del
mundo, llamado Asia. ¡Bueno, “hacia” allá vamos ahora!
Twitter:
@fmorrina
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