martes, 30 de julio de 2013

Las sombras de Bauhaus, 35 años después en el Teatro Metropólitan


Félix Morriña

Corría el año de 1998 cuando el Cine Ópera de la capital mexicana albergaba por vez primera a la legendaria agrupación británica Bauhaus. ¡No lo podíamos creer Yaya, en serio! Se nos estaba cumpliendo, a mi banda Los Malhechos en ese septiembre, un añorado sueño para todos aquellos que crecimos con los álbumes “In The Flat Field” (1980), el maravilloso y contundente “Mask” (1981), “The Sky’s Gone Out” (1982) y “Burning From The Inside” (1983). Aparte los compilatorios que tanto nos costaba adquirir en el Tianguis Cultural del Chopo los sábados, entre ellos, “Swing The Heartache: The BBC Sessions” (1989) y “Crackle-The Best Of Bauhuas” (1998). Es más, todavía los conservo en casete en versión pirata, es decir, con una copia en grises de la portada original. ¡Fue una noche inolvidable! ¡Memorable!
Yaya, éramos unos veinteañeros que vestíamos todo el tiempo de negro porque nos creíamos góticos, punks y darkies. Nos pintábamos, que no maquillábamos, los párpados, las pestañas, la boca, las uñas, ¡ufff!, así nos veríamos que la gente se abría, se bajaba de la banqueta porque a finales de los años 90, la gente se seguía comportando ajena a los movimientos socioculturales latentes en el orbe. Fue una forma de persuadir y convencer a la gente de que no éramos putos, gays, seres del tercer sexo, locas y demás adjetivos calificativos propios de la época. No éramos raritos, ni ambiguos pero parecíamos. ¿O sí?
El concierto ha quedado registrado en la memoria colectiva, en los presentes que saturamos y provocamos que fuera el último concierto a efectuarse en el gigantesco cine de la colonia San Rafael, porque casi se nos caía encima por tanto brinco y tanta euforia; así como también quedó editado en los medios de comunicación masiva nacionales; pero nos hubiese gustado ver al cantante Peter Murphy, al guitarrista, saxofonista y corista Daniel Ash; al baterista Kevin Haskins y al bajista David Jay, durante la gira del emblemático disco “Mask” para cantar con todo lo que hay dentro de jóvenes depresivos, inadaptados y desilusionados por la situación prevaleciente en la nación mexica, tal y como lo decía constantemente Adán Atayde, mi compañero de batalla en ese encuentro con la historia.
Imagínate Yaya a este interlocutor y compañía berrear a los cuatro vientos en el Teatro Metropólitan, el próximo jueves 8 de agosto, un día después de haber caído al mundo tu diminuto ser celestial, ‘The Passion Of Lovers’, ‘Hollow Hills’, ‘Kick In The Eye’, ‘In Fear Of Fear’, ‘Mask’, ‘Stigmata Martyr’, ‘A God In An Alcove’, ‘She’s In Parties’, ‘Who Killed Mr. Moonlight’, ‘Lagartija Nick’, ‘Sanity Assassin’, el genial cover ‘Ziggy Stardust’ del Delgado Duque Blanco David Bowie; ‘In The Night’, ‘Terror Couple Kill Colonel’ y por supuesto ‘Bela Lugosi’s Dead’ y ‘Crowds’, justo cuando Peter Murphy celebre, sin sus compañeros de viaje por sus diferencias existenciales, 35 años de Bauhaus.
¡Yaya, debemos festejar tu renacimiento durante el concierto en el recinto de Independencia 90, de mi enigmático Centro Histórico de la Ciudad de México! Esa noche te recordaré los detalles de lo que pasó la velada del 30 de noviembre del 2005, cuando Bauhaus se presentó por segunda ocasión en México. Esta vez lo hizo en el Palacio de los Deportes. Esa noche Los Malhechos y este “servibar y amigo” bailamos frenéticamente hasta caer pasmados y en trance epiléptico, tal y como lo hacía Ian Curtis de Joy Division en sus recitales. Esa noche dediqué cada una de las rolas a mi primogénita que estaba a horas de nacer y sentía el apoyo de Nanni para no saturarme de sentimientos encontrados. Para el 2 de diciembre, Bauhaus seguía sonando en el altavoz, mientras Nina anunciaba su nacimiento para pasadas las 20 horas. ¡Fue delirante recibirla con la música de Bauhaus sonando aún en mi cabeza!
Por otro lado, debo confesarte Yaya que en una ocasión con las extremas crisis existenciales propias de un enfermizo ser como yo, decidí matarme teniendo como fondo la sentidísima rola ‘Crowds’. La desolación con la que la canta a piano Peter Murphy me hizo pedirle la mano de la Soledad a la muerte. Me la dio tendiéndome una sutil trampa para que no me dejara llevar por el whisky, el valium y la cocaína en dosis mortales. Desde entonces sigo viviendo un sueño vertido pesadilla por momentos, y en muchas ocasiones una dulce tragicomedia mexicana, tan surrealista como un ensueño del que nunca he despertado. Recuerdo entonces estar en la sala de la casa de mis progenitores con el altavoz a todo lo que da, cantando con vehemencia:
“What do you want of me/ What do you long from me/ A Slim Pixie, thin and forlorn/ A count, white and drawn/ What do you make of me/ What can you take from me/ Pallid landscapes off my frown/ Let me rip you up and down./ For you I came to forsake/ Lay wide despise and hate/ I sing of you in my demented songs/ For you and your stimulations/ Take what you can of me/ rip what you can off me/ And this I’ll say to you/ And hope that it gets through./  You worthless bitch/ You fickle shit/ You would spit on me/ You would make me spit/ And when the Judas hour arrives/ And like the Jesus Jew you epitomize/ I’ll still be here as strong as you/ And I’ll walk away in spite of you/… And I’ll walk away/ Walk away… Walk away (repeat)”.
“¿Qué quieres de mí?/ Lo que haces lejos de mi/ Un duendecillo delgado y triste/ Un recuento, blanco y dibujado/ ¿Qué piensa usted de mí?/ ¿Qué puede tener de mí?/ Paisajes pálidos de mi ceño/ Permítame que copie arriba y hacia abajo./ Para que llegue a abandonar/ Coloqué todo el desprecio y el odio/ Yo canto mis canciones con demencia/ Para usted y sus estímulos/ Tome lo que usted pueda de mí/ Lo que de mí se pueda/ Y esto que voy a decir a usted/ Y esperamos qué se consigue a través de…/ Eres una puta sin valor/ Mierda voluble/ Se le escupen en mi/ Usted me hace escupir/ Y cuando el aullido de Judas surge…/ Y al igual que los judíos que personifican a Jesús/ Yo todavía estaré aquí tan fuerte como…/ Y voy a pie, a pesar de que…/ Y caminaré lejos/ Lejos… lejos (se repite)”.
Yaya, para fortuna de mis seres queridos y amados, sigo aquí al igual que los integrantes de Bauhaus, salvo que ellos ya no se llevan bien y sólo se reunieron para hacer una pequeña gira para el último disco del grupo, el excelso “Go Away White” (2008), el cual salió 25 años de distancia del anterior “Burning From The Inside” (1983). Cabe recordar que el resto de los integrantes de Bauhaus formaron en su momento Love and Rockets, una banda chingonérrima que también pisó suelo mexicano y lo hicieron en el mencionado Cine Ópera, si las neuronas no me traicionan.
Por eso y más Yaya, no podemos faltar a la cita con Peter Murphy cantando las rolas de su banda base Bauhaus. Esa noche podrás descubrir el lado oscuro de la Morriña y la felicidad que proporciona la longevidad musical de un grupo que me acompaña todas las noches en mis pesadillas y paseos dantescos en épocas de rehabilitación etílica. Bauhaus me salva, Peter Murphy es mi sagrado amuleto musical ¡Salud Dios Baco!


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martes, 23 de julio de 2013

“La artista es el presente”, amoroso sabio diálogo interpersonal a través del performance


Félix Morriña

Yaya, la primera vez que tuve la oportunidad de ver el performance “La artista es el presente” de la reconocida artista serbia Marina Abramovic en el 2010, no sentí esa profundidad emocional que ahora no me deja describirla. ¡Estoy perplejo! En aquellos años de extrema soledad en la que todo giraba en torno a los excesos, el divertimento fácil, crisis existencial y económica; mecánico sexo con praxis erotómana experimental sin goce sentimental; arrebatos líricos y música para las masas sin dedicatoria, no había posibilidad alguna de entender la trascendencia de una sencilla puesta maestra, en la que el lenguaje del alma a través de las pupilas se transmite para marcarte de por vida.
            “La artista es el presente” es una historia única sobre el poder de la mirada, los sentimientos verdaderos, el perdón, el sabio diálogo sin palabras que dicen mucho más que el cuerpo y el lenguaje verbal. “El amor después del amor” (diría a gritos Fito Páez), la historia del pasado revivido a la máxima potencia. Un performance, en el sentido estricto de la palabra, un performance que cambia la cosmovisión del mundo, del ayer, del hoy y del mañana. Un delicado y fino ejercicio pleno que debemos aplicar todos, para entender a los seres únicos que marcaron nuestra existencia.
            Yaya, me preguntaron hace una semana ¿qué pasaría si te encontraras con el amor de tu vida 23 años después? No supe qué contestar, porque el amor de mi vida no llegó hace más de dos décadas y tendrían que esperar esa cantidad de años o más para poder responderles. Tras una semana de sublimes imágenes dentro de mi cabeza en medio del sueño, traté inútilmente de encontrar sana contestación a esa pregunta, porque si bien las féminas que han acompañado mi bregar han delimitado mi ser y estar, no han sido lo máximo determinantes como para acabar con el mundo en un antes y después, para volver a construirlo. Tan sólo han sido-estado y les agradezco y bendigo por ello, porque gracias a la suma de ellas soy el que soy.
            La artista Marina Abramovic sí vivió ese momento de ver al amor de su vida 23 años después, pero además lo hizo a través de un video para contarlo, sin que ella misma supiera que le pasaría. Fue una completa sorpresa cuando Abramovic montó un performance en el maravilloso Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York en el 2010, llamado “El artista es el presente”, en la que invitaba a los asistentes a sentarse frente a ella y mirarla a los ojos por un minuto. Varios de los que pasaban le comunicaban sus angustias, sorpresas, algunos no reflejaban nada, otros como si se miraran cansados al espejo antes de dormir, unos cuantos incrédulos, pero no pasaba mucho, hasta que cierra los ojos para recibir al siguiente participante cuando frente a ella se posa el artista alemán Uwe Laysiepen, mejor conocido como Ulay, el amor de su vida.
            Marina al verle a los ojos, le cambio el rostro, el presente inmediato, el futuro, la vida misma. Se desarmó por completo. No era para menos. Vimos en el video de Youtube que comparto link  con mis amables lectores (http://www.youtube.com/watch?v=traUaknfR5o) un suceso amoroso único e irrepetible. La experimentada Abramovic, la que nunca se desconcentraba, la difícil de sorprender, la seria artista completa y multidisciplinaria,  no podía creerlo Yaya, no podía imaginar que tras la triste y acordada separación en 1988, luego de una década de vivir intensamente una relación sentimental y artística volvería a verlo. Ellos se habían dicho adiós definitivamente de manera elegante y trascendental con un performance titulado “Los amantes” caminando por la Muralla China, cada uno desde un extremo para encontrarse en el centro, darse un amoroso abrazo y decidir no volver a verse nunca más.
            Yaya, como pareja artística Abramovic-Ulay formaron un colectivo de nombre The Other, con el cual realizaron varias puestas en escena de vital importancia para el arte contemporáneo, como “Relation In Space”, “Relation In Movement” y “Death Self”, éste último nodal y recordado por todo el mundo porque en este proyecto ambos unían sus labios para aspirar el aire expedido por el otro hasta agotar el oxígeno disponible, con el único objetivo de demostrar y ejemplificar cómo un individuo puede absorber la vida del otro hasta destruirle.
            Te cuento Yaya, que Marina Abramovic es reconocida a nivel mundial por sus trabajos performanceros caracterizados por explorar la relación entre el artista y la audiencia. Por eso cuando conoció a Ulay en Amsterdam en 1978, de inmediato se entendieron y empezaron a trabajar juntos y a vivir plena e intensamente una vida que muchos envidiarían. Como ahora sabrás amada Yaya, Abramovic es un mujerón, provocadora, valiente y atrevida. Ha redefinido el performance en las recientes cuatro décadas, a través del cuerpo como una herramienta insustituible, por tal motivo el MOMA le hizo esta retrospectiva como un brillante reconocimiento a su trayectoria.
            Debo reconocer que no me canso de ver este motivante, formador y memorable performance en Youtube, pero que también se puede conseguir en formato DVD con el mismo título, recién sacado al mercado este año con duración de 106 minutos en inglés y con subtítulos. Aun no comprendo Yaya el motivo por el cual no me conmovió la primera vez que lo vi. Creo que tú sí tienes la respuesta, porque sabes el poder de la mirada. ¿Crees poder verme a los ojos, no en 23 años, sino el día de mañana?
            ¡Muchas gracias Marina Abramovic y Ulay por este ejemplo de existencia mutua!

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viernes, 19 de julio de 2013

Ensamble Vocal de Metepec, sincretismo musical rumbo a la Red Coral Municipal

Félix Morriña
 
Yaya, fue hace una semana exactamente cuando debutó el Ensamble Vocal de Metepec en la capilla de El Calvario de la llamada “Ciudad Típica”, “Pueblo Mágico”, “Cerro de los Magueyes” y “Tierra de la Garañona”. No estuviste por razones extraoficiales, pero se te requería para que conocieras el proyecto de mi amigo, el director coral Alfredo Elías López Hernández, quien fue comisionado por la alcalde Carolina Monroy del Mazo para conformar la red de coros escolares del turístico y cultural municipio mexiquense. La verdad se te extrañó, porque hubieses podido entablar un gratuito afano diálogo entre el cielo y la tierra a través de afinadas ocho gargantas bien dirigidas por este robusto y afable ser.
No todos los días puedes tener ante tus ojos la oportunidad de ver una decorativa, memorable e histórica iglesia, cuya cúpula se llene de corales cánticos provenientes de otros tiempos (predominantemente barrocos), con otras narraciones, con otras intenciones. Es más, no es fácil que en un municipio se tenga en tan poco tiempo (de marzo a la fecha) un ensamble con un programa tan variado, como nutrido y con una didáctica charla por parte del amigo director López Hernández sobre cada tema interpretado. No todos los días se tiene la oportunidad de apreciar de manera gratuita (en otros países se paga muy caro por ver, oír y apreciar un trabajo como estos) un recital como el efectuado la tarde noche del jueves 11 de julio, con un sincretismo inusual, porque de lo barroco se puede pasar a temas del orden popular sin prejuicios, pero con un tratamiento delicado, fino, bien intencionado.
El programa de mano que te guardé Yaya, señala que “teniendo como motor principal la libertad, vitalidad e imaginación que en esencia toda manifestación artística requiere, el maestro Alfredo Elías López Hernández integra y dirige a partir de marzo del 2013, el Ensamble Vocal de Metepec, estado de México, conformado por ocho jóvenes músicos oriundos y residentes del municipio de Metepec, como punto de lanza de la Red Coral Municipal”.
“Los objetivos del grupo, continúa el texto mi querida Yaya, se perfilan en promover y facilitar la capacitación y la formación de coros escolares, o vocacionales en los barrios, colonias, delegaciones y poblados de Metepec, para apoyar la formación y desarrollo de los Niños Cantores del Municipio. Desde luego, la interpretación de música coral de cámara, que abarca del renacimiento al siglo XXI, así como al rescate de la valiosa obra de compositores mexicanos de todos los tiempos, existe también un gran interés por la música popular internacional, actualizada con muy particulares sonoridades, fruto del trabajo de arreglistas especializados en música coral”.
Todavía recuerdo las marcadas cansadas facciones de Alfredo Elías cuando salía de las reuniones donde le analizaban el interesante, pero exhaustivo proyecto, de la red de coros para Metepec. Él sabía en la que se estaba metiendo, pero sabedor de que eso es lo suyo en la vida y lo que mejor sabe hacer, aceptó el reto con mucho gusto. Rememoro Yaya, durante el mes de marzo cómo se las tenía que ingeniar el maestro para ir de bote pronto a Veracruz para finiquitar su compromiso laboral con el gobierno de aquella otrora hermosa entidad, para luego pensar en las giras de lo que hoy conocemos como Ensamble Vocal de Metepec por todo el municipio y por cuanto foro se le ponga enfrente. Lo bueno para todos, es que ya es una realidad, gracias al apoyo de las autoridades municipales.
Pese a ese apoyo incondicional de las autoridades políticas, López Hernández pide paciencia y ayuda de toda la sociedad civil de Metepec, para que se concrete dicha Red Coral, desde medios de comunicación masiva, como de instituciones educativas, organizaciones civiles y, desde luego el gran público. El director coral Alfredo Elías López, quien ha sido fundador y director del Coro del Conservatorio Nacional de Música, la Sociedad Coral Universitaria y el Octeto Vocal del Instituto Mexiquense de Cultura (IMC), reconoció la iniciativa del gobierno que encabeza la presidente municipal Carolina Monroy del Mazo al conformar la agrupación, la cual será el principio para la integración de coros escolares, de los que serán seleccionados 40 alumnos de primarias y secundarias del municipio que conformarán el gran coro infantil y juvenil del Pueblo Mágico.
Yaya, el programa interpretado esa noche de jueves, se tituló “Música en la piel”, que será el inicio de varios encuentros que el coro de cámara tendrá con un exigente auditorio. El repertorio que escogió la agrupación fue un recorrido sonoro que inició en la Europa renacentista, con obra de figuras fundamentales de la música sacra como Lodovico Grossi da Viadana, Juan Vázquez y Joao Rodríguez  Estévez. El programa incluyó canciones de la lírica popular latinoamericana, como “Capullito de Alhelí”, “Piel Canela”, “El Último café”, “Caballo Viejo” y “Cielito Lindo”, y poesía de altos vuelos en arreglos corales, como los “Cantos del Agua”, basados en textos de Federico García Lorca y música del argentino Dante Andreo, y “Tumba en el son tu risa”, de Jaime Sabines y música de Guillermo Álvarez Navarro.
El Ensamble Vocal está integrado por las sopranos Lidia Calderón de la Barca y Selene Martínez; los tenores Alejandro Esparza y Luis Miranda; la mezzosoprano Alicia López Mañón; el contratenor Ramiro Patiño Hid; el barítono Adán Flores, y el bajo Juan Molina. El Ensamble Vocal de Metepec es muestra del talento local y de la calidad de la programación que depara el Festival Internacional de Arte y Cultura Quimera 2013. 
Yaya, al término de dicho primer recital (o llanamente debut del Ensamble), en donde pudiste escuchar un vals, un tango, una polca y demás ritmos tan variados que hubiesen sido contundentes para cerrar la noche, consultamos a Alfredo Elías López sobre el futuro inmediato del Ensamble Vocal de Metepec. Lo primero que dijo es que esta semana que transita debutarían en la tercera edición Festival Internacional de Coros "Con Flor y Canto" de Cuernavaca, Morelos, cuyo coordinador es también el director de Los Niños Cantores de Morelos, uno de los mejores en la materia en el país, Pablo Puente Burgos, quien habla maravillas del proyecto nacido en uno de los "Pueblos Mágicos" mexiquenses.
Por nuestra parte, le deseamos mucha suerte al Ensamble Vocal de Metepec. Desde este espacio, los felicitamos por tan formidable debut. ¡Hasta la próxima! 
 
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viernes, 12 de julio de 2013

Segunda edición del Festival Internacional de Cine del Centro Histórico de Toluca

Félix Morriña

Hace un año, la primera edición del Festival Internacional de Cine del Centro Histórico de Toluca (FICCHT) fue un verdadero desastre, sin exagerar. No se le pueden tolerar los vaivenes a los promotores, por la carente organización del más mínimo evento, hasta la falta de logística para la Alfombra Roja, sólo por ser la primera ocasión. No se puede concebir la ausencia de ambulancias y personal de Protección Civil, así como de bomberos en un acto masivo como el suscitado. Afortunadamente, no pasó a mayores y sólo se llevaron la silbatina por el portazo efectuado por los invitados especiales, que se vieron obligados debido a la intensa lluvia durante la inauguración.
            A los actores invitados no se les atendió como debía, porque las “edecanes”, que eran más estudiantes entusiastas en aprender, no sabían cómo eran, ni entendían su trayectoria y desconocían por completo el perfil de cada uno de ellos. Por supuesto que se quejaron amargamente. Incluso, al director Gerardo Lara le fue muy mal, pese a que se abriría con su película “Un año perdido”, dentro del marco de las dos décadas que tenía de haberse estrenado. Además de ser el cineasta con mayor proyección de Toluca, durante el coctel en un bar de Metepec, la desatención fue mayor para todos, salvo para el productor, cineasta y cabeza del FICCHT, Mauricio D’Aguinaco, a quien atendían como si fuese la estrella de la noche.
            A un año de distancia y con el análisis de haber fallado en varios aspectos, para esta segunda edición comentó esperar el completo apoyo del Ayuntamiento que preside Martha Hilda González Calderón, a quien el año pasado la tuvieron como invitada especial en la Alfombra Roja. También espera las aportaciones de la iniciativa privada, como de cualquier sector de la población activa y participante como promotores. Desea el productor de la exitosa película “Como agua para chocolate” de Alfonso Arau, que este año nadie se le raje, que todos colaboren para lograr los objetivos, en los que se benefician todos, desde la sociedad civil, organizadores, empresarios, hasta el séptimo arte.
            Precisamente, este año están en pro de defender al cine nacional de los embates del cine hollywoodense, que compiten en completa desigualdad. Ojalá cumplan la misión del FICCHT de convertirse un festival con un sentido social, que brinde un espacio de expresión, difusión y exhibición para el Cine Mexicano. Creando una plataforma artística y cultural única, comprometida con la investigación y promoción, que incentive el consumo del Cine Nacional en su mercado natural y que ayude a mejorar las condiciones del mismo, apoyándose en las vanguardias y nuevas tecnologías de proyección y promoción cinematográfica.
            “Ser un elemento de pertenencia para los mexiquenses, convirtiendo a su estado y su capital (Toluca), desde el Centro Histórico, en uno de los máximos exponentes de la cultura cinematográfica del país, como una sede de festivales internacionales, que ayude a fortalecer el desarrollo cultural, social y económico de la entidad, a tres años. Colaborar en un Proyecto Integral de Desarrollo para la Producción Audiovisual en el Estado de México 2013 a 2019”, así reza la visión del FICCHT edición 2013, de la cual el productor y cineasta Mauricio D’Aguinaco y el promotor Giovanni Gómez Tagle respaldan en las entrevistas que ofrecen para promover esta edición.
            Gómez Tagle resaltó además que este año inaugurarán con “5 de mayo” de Rafael Lara, la cual se pensó en proyectarla porque la consideran un buen proyecto cinematográfico que refleja un momento histórico para la vida nacional. El joven directivo agregó que espera que todas las organizaciones que se comprometieron a apoyar este tipo de industria y su debida promoción aporten lo que se pactó para concretar un encuentro que se espera sea de los mejores a nivel nacional.
            Por su parte, el director Gerardo Lara, a quien no invitaron para la conferencia de prensa para dar a conocer los pormenores del festival cinematográfico que se llevará a cabo del 10 al 17 de agosto en varias sedes de la capital del estado, dijo que espera les vaya bien, pero les augura nuevas fallas garrafales, como el hecho de que no pueden inaugurar con un filme que ya se estrenó y que fue, desde su perspectiva, un fiasco, “porque es malísima. No puede tener ningún respeto para ser parte de un festival de estas magnitudes. Es material quemado, porque debes inaugurar con un estreno nacional. Por ejemplo, los organizadores saben que tengo una película nueva, sin estrenar y que siendo de casa debería estar programado. De nuevo me faltan al respeto, pero que les vaya bien”.
            Por nuestra parte, esperemos la programación oficial a finales del mes de julio para dárselas a conocer. ¡Hasta la próxima!

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miércoles, 10 de julio de 2013

“Ciudad de ciegos”, a más de dos décadas, México sigue siendo lo mismo


Félix Morriña

¿Qué hacías en 1991? ¿Dónde te encontrabas? ¿Cuánto has mejorado, o empeorado? ¿Qué tanto has cambiado? ¿Sigues con la misma pareja? ¿Tu vida sigue siendo prácticamente igual? Seguro, muchas cosas siguen igual o peor para miles de personas en este país. Para este “servibar y amigo”, muchas cosas no han mejorado, como tampoco se cumplieron los sueños prometidos, porque no se quiso, no se pudo, no se concretaron, no se supo armar el destino, como tampoco se supo amar al de al lado.
Muchas veces, pese a estar bien, a considerarse mejor, o creer que se están haciendo excelente las cosas, siempre habrá alguien cercano, tan cercano que te diga que aún falta más, que puedes dar mucho más y que nunca es suficiente. Te lo dice porque te ama y quiere que seas mejor, pero nuestra idiosincrasia nacional no lo permite, porque sólo se esperan cariñitos, arrumacos, dulces palabras, pero la verdad, la realidad es completamente distinta. Se es duro, porque así es la existencia y así nos han formado. Ese método ha funcionado para muchos a lo largo de los años, pero las frágiles existencias no sobreviven a esos embates y sufren demasiado.
Desde tiempos remotos este tipo de expresiones se han escuchado en el México contemporáneo y de esa forma el director Alberto Cortés (“Amor a la vuelta de la esquina”, su primer largometraje; “Corazón del tiempo”, “Territorio zapatista… nuestro futuro que vienes después”, “Tepito vive, barrio”, entre otros documentales destacados), las plasma en 10 fragmentos cinematográficos en su exitoso filme de 1991, “Ciudad de ciegos”, donde el desamor, la dolorosa separación, ya sea política, social, cultural, económica y amorosa está planteada desde la primera escena y hasta el último momento, ricamente aderezada con la música de Los Morales (quienes actualmente acompañan a Óscar Chávez por doquier), las composiciones de los geniales Pepe Lorza, Jaime López y Santa Sabina, con una Rita Guerrero (qepd, amore mío) en su mejor momento creativo y vocal, entre otros, que la hicieron uno de los mejores filmes mexicanos de las últimas dos décadas del siglo pasado.
Escuchar casi completa la sentidísima rola “Aquí me quedo” (“… aquí nací y aquí me muero./ Aquí nació mi sueño, aquí nacieron/ las aguas del arroyo y tú./ Aquí me quedo, la noche, la banqueta, el vaso lleno…/ Aquí no puedo pedir que te quedes, te tengo./ Aquí no quiero pedir que me ames, te tengo./ Aquí me quedo, mejor aquí te espero/ por si andas solitaria entre tus sueños/ al fin, uno se haya su lugar…”), eriza la piel desde el primer canto de Pepe Lorza. Cuanto desearía volver a cantarla con Los Malhechos, mi pandilla de esos años con quienes proyecté la cinta en el Centro Cultural Acatlán de la ENEP-UNAM para que la entiendas Yaya, para que sepas cuán importante sos en mi existencia y el verdadero significado de mi labor periodística y amorosa.
Todavía recuerdo con grato sentimiento las entrevistas sobre el erotismo, el sexo, la pasión, la desolación y el desamor abordados en “Ciudad de ciegos” con las actrices participantes Blanca Guerra, Gabriela Roel, Arcelia Ramírez, Claudette Maillé, Verónica Merchant, Zaide Silvia Gutiérrez y la misma Rita Guerrero, con quienes siempre tuve sueños erotómanos (de hecho siempre se los hice notar respetuosamente), mientras ellas me contestaban con el profesionalismo que hoy día tanto se extraña. Con este filme de Alberto Cortés, nos dábamos cuenta Yaya, que había futuro para el séptimo arte nacional, pero tras una década, el sueño se difuminó, como sucede en la actualidad con la Selección Nacional Mexicana de Futbol.
En esta cinta, 10 historias se mezclan en un departamento de la colonia Condesa de la Ciudad de México, con el tema común de la ruptura. Todo transcurre a lo largo de las últimas tres décadas del México del siglo XX, donde el desamor transcurre en momento socioculturales y económicos que han marcado a esa generaciones. Tal parece que este país no ha logrado brincar sus trastornos y limitaciones.
Como muchos saben, que te doy a conocer Yaya, porque seguro estoy no la has visto, el mejor corte fílmico de los 10 que conforman “Ciudad de ciegos” es donde participa la hermosa señorona Blanca Guerra, en un monólogo que te deja perplejo por el manejo histriónico. Sólo te das cuenta de quién está hablando hasta que escuchas las pisadas al entrar al departamento de la colonia Condesa, sitio donde se lleva a cabo toda la película. Sí, mi amor, todo transcurre en un solo departamento, sólo hay dos escenas en la calle, sólo para ubicar que se trata de la colonia Condesa, antes de que fuera tan popularmente burguesa y llena de hermanos sudacas.
Otra de las cosas que debes saber querida Yaya, es que el guión lo escribieron varias manos: Hermann Bellinghausen, Alberto Cortés, Paz Alicia Garciadiego, Silvia Tomasa Rivera y Marcela Fuentes Berain. Esta es una película que me volvió a quitar el sueño hace días de tan sólo recordar los mejores momentos del primer lustro de los años 90, justo cuando mi etapa creativa universitaria estaba tan salvaje como la navaja del “Alucinante viaje del afilador de los cuchillos”, como el título del poemario del vate argenmex, Pedro Salvador Ale. Eran los años salvajes, diría Lou Reed y Tom Waits, respectivamente, pero tan lleno de vigor para llegar (de) formado a ti, amada Yaya.
En estos tiempos oscuros, en este julio denso, donde todo sale mal, donde todo parece haberse hecho de pésima manera, donde lo que se haga no es suficiente, donde lo más importante es cargar que crear, que vale más el apoyo físico que el espiritual, moral y económico; donde nada reconforta y todo es seguro reproche, donde nada amortigua el dolor, donde no vale la pena nada, donde se busca y no se encuentra. En este julio, para sanar un poco las heridas, vale la pena volver a ver en formato DVD la película de Alberto Cortés, ganadora de un Ariel por mejor tema musical (“Ciudad de ciegos” de Pepe Lorza, interpretada por Santa Sabina con Saúl Hernández de Caifanes y Sax de Maldita Vecindad), tan solo por el hecho de que aborda el tema de la constante ruptura amorosa, esa de la que nadie escapa.

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martes, 9 de julio de 2013

La Orquesta Mexicana de Tango, celebra un lustro de vida con “Tango que me hiciste mal”


Félix Morriña

Te la debía adorada Yaya. De hecho te debo tanto que no sé ahora como corresponderte. Te he fallado decenas de veces y tú continúas ahí, como pagando el precio, como viviendo un tango continuo, largo, intenso, amoroso, sufrido, como la vida misma; pero también valioso, alegre, divertido, intelectual, emotivo, enamorado, y sobre todo, exitosamente sensual, sexoso, erótico. Te exijo cada vez más porque soy incansable, insaciable, “el hombre del nunca es suficiente”. Tú llevas el ritmo de esta relación, cual tango piazzollano mezclado con Bajo Fondo Tango Club, pero muchas veces sacas a la “Muñeca brava” de la Adriana Varela para reclamar, sacar la casta, mostrar la parte intensamente femenina del tango, porque es debido, porque debes hacerlo, porque debes sobrevivir al drama, a la fatalidad sentimental de esta historia.
Nuestra vida, nuestra relación, en definitiva es un tango, a veces instrumental, tan melancólico, sensible, amoroso, frustrado, hiriente, “morido” como poema del vate argenmex Pedro Salvador Ale, y otras tantas, como un berrido gardeliano, como el eco de la mar embravecido, tan porteño, como visceralmente urbano, citadino, defeño y castroso como canto de Cacho Castaña. Pero sobre todo, este mundo creado en torno al tango nos permite crecer, estar, pensar a futuro con tiento, con paso firme, con decisiones concretas. El tango nos permite vivir tan intensamente que se desborda a sí mismo, se mata en cada interiorización, se revive, se niega a morir, se levanta de inmediato, y no al tercer día, con o sin Lázaro.
Por eso, la noche del viernes 5 de julio en El Lunario del Majestuoso Auditorio Nacional, nos dimos a la tarea de cumplir con una cita pendiente con el maestrazo César Olguín y su Orquesta Mexicana de Tango (OMT), quienes nos habían invitado con anticipación y pese a todos los bemoles vividos, ahí revivimos otros calores, otras intenciones. Fuimos testigos del quinto aniversario de su formación con un recital que disfrutamos al máximo, gracias al contenido de sus tres hostias plateadas: “Orquesta Mexicana de Tango”, “El tango de México” y el recién estrenado durante la velada, “Tango que me hiciste mal”.
            Te mostrabas satisfecha a pesar de los recientes disgustos. Me mirabas de reojo o te hacías la interesante diciéndome que querías escuchar sin interrupciones el concierto. Yo hice caso omiso, porque tenía las de ganar, como lo hacen los arrabaleros del tango, el género argentino reconocido a nivel mundial que ha sido fortalecido por el espíritu mexicano, aunque a muchos ortodoxos les disguste.
Veías con duda de experta a los bailarines Valeria Lorduguin y Cristian Sánchez, quienes acompañaron a la OMT durante el festejo, pero al final aplaudías discretamente porque a mi parecer lo hicieron bien. Para mí, el histrionismo de la bailarina Lorduguin, bautizada esa noche como "La Uruguaya", se hizo valer sobre el exigente entarimado de El Lunario. Su belleza física también destacó. Su espigada figura permitió a los presentes aferrarse al aplauso en cada cuadro coreográfico mostrado esa mágica noche.
Por su parte, el bandoneonista argentino, asentado en México desde hace varios años, César Olguín, ofreció un emotivo concierto de aniversario de su Orquesta, donde intervino en cada bloque de tres canciones de su programa "Tango que me hiciste mal", para hacer bromas con el público y luego interactuar con un sentido del humor como pocas veces le he visto en años recientes. La solemnidad fue la gran ausente esa velada. El humor blanco y negro-irónico se le da muy bien al argenmex. “Una noche para no olvidar ¡che!”, me dije hacia mis adentros y empecé hablar como me enseñaron en Córdoba y Buenos Aires, Argentina, sólo para volver a sentirme en mi otra casa, mi otra nación, mi otro hogar.
La OMT sacó de pronto el as bajo la manga para mantener el exquisito y sensual ritmo, presentando al artista invitado de la noche: el cantante Pablo Ahmad, quien interpretó varios tangos con tintes mexicanos. Incluso uno muy sentido para esta nación que acogió tan bien al género argentino por excelencia. La presencia de Ahmad sobre el escenario lució contundente, al igual que su potente voz.
También hubo otra sorpresa esa noche, César Olguín presentó a Clara Stern, con un doctorado en Letras, como la primera bandoneonista de México, como una artista completa y con grandes virtudes. En el instrumento nos lo dejó en claro la atractiva ejecutante. Habrá que agregar a las sorpresas algunos temas interpretados esa noche, que van más allá de los clásicos del tango, como “Mil ochocientos noventa y nueve”, dedicada a Jorge Luis Borges. Olguín la tituló así en honor al año de nacimiento del escritor de “El Aleph”. Tocaron “El otro camino” de Rodolfo Mederos y la sentidísima “Júrame” de María Grever. Se estrenó esa noche “Sirena de mar”. Hubo mucho para suspirar.
Ya en camerinos, el director de la OMT y líder del proyecto musical de tango mexicano, César Olguín, dijo que tras esta actuación en El Lunario se darán un merecido descanso, porque fue exhaustiva la sesión de grabación del disco, los ensayos y sobre todo, porque los integrantes tienen compromisos pendientes con las orquestas con las que además tocan. Espera estar listo para presentar el contenido del nuevo disco "Tango que me hiciste mal" en los festivales culturales de octubre, como el Festival Internacional Quimera de Metepec. ¡Ojalá se concrete!
Luego de ese recital, recorrimos una parte importante de la ciudad capital, mi enfermiza y amada vieja “ciudad de hierro” como le llamaba cariñosamente Rockdrigo González. Anduvimos como tangueros, recorriendo las calles llenas de prostitutas, caminando entre museos cerrados de placer, entre herméticos silencios y estereofónicos gemidos. Terminamos el tango como se debe y revivimos la llama como siempre, más allá de los reclamos pertinentes. Y al día siguiente, una vez más a vivir el tango, tan sensible, tan llano, tan germinal, tan rudo. Y de nuevo, a mover las muinas, los dolores de parto, los enojos entripados, porque en definitiva lo que nosotros vivimos interminablemente es un tango, el tango de la vida, del amor, del siempre, del otra vez, del empezar de nuevo, una y otra vez, hasta que volvamos a bailar, hasta que volvamos a nacer, hasta que volvamos a cantarle a la muerte a que se espere “La eternidad y un día”, como diría el cineasta griego Theo Angelopoulus. ¡Thanks For Yaya!

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lunes, 8 de julio de 2013

"Aquí sobre la tierra", documental sobre el éxodo de migrantes nahuas dentro de México


Fëlix Morriña
¿Tatita Antioco, por qué he olvidado a los míos, los del campo, como lo han hecho las autoridades de todos los gobiernos existentes en este país llamado México? ¿Por qué dejé de ir al rancho para respirar la tierra y hablar con los trabajadores del campo? ¿Por qué me duele tanto el contenido del documental de Mauricio Bidault, "Aquí sobre la tierra" (Nika Ipan Ni Tlajtipantli, 2011)? ¿Por qué se es un migrante hasta en tu propio país? ¿Tatita Rafael, dime por qué la raza de bronce dejó de florecer en su propio entorno cuando eran los que antes mandaban y a los que se les entregaba tributo?
¿Dime Madre Lidia, por qué no te alcanzó el tiempo para enseñarme los secretos de la Pacha Mama y un poco de náhuatl? ¿Madre Juana, por qué no me dijiste que sería un extranjero en mi propio entorno, un extraño en mi propia zona vivencial actual? ¿Por qué abuelos, desde donde quiera que estén, no me dijeron a tiempo que no sería amado toda la vida y que me quedaría una vez más solo? ¡Sistemáticamente tan solo como todos los seres que habitan Santa Cruz, la comunidad del estado de Hidalgo, donde se desarrolla una parte del documental de 110 minutos narrado en náhuatl, una de las 64 lenguas-idiomas indígenas de México, con subtítulos en español!
            Muchos sabemos que cuando el hambre llega y no se tiene absolutamente nada para llevarse a la boca, uno tiende a sacar al demonio que llevamos dentro para ir de cacería y obtener por la buena, o por la mala, el sustento de los nuestros, y por esa razón sea calificado como un delincuente. Son las circunstancias que orillan a esas acciones. Hay otros, que recorren como el abuelo Antioco, gran parte del país o entidad vendiendo sus diversos productos para sobrevivir. La diferencia es que antes la gente se divertía con lo que tenía, pese a la pobreza. "Yo no sabía que era pobre, hasta que me lo dijeron", recuerdo haber escuchado esa frase de mis labios en la adolescencia. ¡Todo cambió desde entonces!
            Lo único que tenemos es el futuro. ¡"El futuro más distante"… llegará!, como dice la canción del mismo nombre de José Manuel Aguilera, del grupo La Barranca, incluido en el reciente excelso disco "Eclipse de memoria". La muerte es lo único que tenemos seguro, nada más. El documental de Bidault me hizo recordar a mis abuelos, gracias a toda la valiosa información periodística que te da el cine documental como éste. Por supuesto, se agradece sobremanera el tratamiento serio y sumamente respetuoso del éxodo que sufren nuestras comunidades indígenas dentro de todo el territorio nacional. En este caso, se abordó el éxodo de los nahuas de la huasteca hidalguense que huyen hacia la segunda capital más importante de México: Guadalajara. Ahí tampoco les va bien. Tal parece que nunca estaremos bien en ningún lado.
El eslogan para promover el DVD, que puede conseguir querido lector en librerías de prestigio como Gandhi y el Parnaso u otra que usted conozca, es contundente y nos deja perplejos, sin la necesidad de estar en la ex Yugoslavia, u otro país con graves problemas de racismo: "No necesitas salir del país para ser migrante". Y no sólo las comunidades indígenas viven este tipo de éxodo y discriminación, todos lo hemos vivido de alguna manera, o nos hemos enterado de algún caso cercano.
Es más, la horrible muerte de la joven migrante nahuatleca de la zona subtropical del estado de Hidalgo a manos de delincuentes juveniles en la ciudad, es de muchos una historia contada hasta el cansancio, y yo ya estoy hasta la madre. Estoy harto de escuchar o saber que una mujer deja a sus hijos con su progenitora para ir a trabajar, conseguir algo de dinero para que coman los suyos, y como resultado de su esfuerzo, encuentre la muerte. He ahí la importancia de los abuelos en la educación de muchos de nosotros. Sin embargo, como periodista que registra los fenómenos como este tipo de éxodo, así como su impacto social, cultural y económico, no puedo dejar de promover este tipo de cine, un cine que tiene una valía como el mejor séptimo arte del mundo. ¡Gracias Bidault por esta aportación sociocultural acompañada de excelsa música de la huasteca!
Ustedes, abuelos paternos y maternos, desde donde quiera que estén en algún punto del Universo me preguntarían en este momento: "¿Qué te ha enseñado hijo ‘Aquí sobre la tierra’ de Mauricio Bidault?". La respuesta es: Muchas cosas abuelos Antioco, Rafael, Lidia y Juana, entre ellas, que pese a toda desgracia, a todo dolor, a todo desamor, a la falta de oportunidades de todo tipo, principalmente laborales y de una vida "digna y mejor", ya sea en la urbe o en la zona rural; se tiene esperanza y futuro, como lo dice al final uno de los protagonistas, el joven que terminó la secundaria y se fue a buscar su futuro a Guadalajara y no consiguió más que maltratos y trabajo duro. A su regreso, cual hijo pródigo, dijo a las cámaras de video con una sonrisa de oreja a oreja, tras haber saludado a los suyos, a sus seres queridos: "Mi futuro… es lo que sigue"… nada más. ¡Nada más!

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De “La noche más oscura” a dos filmes orientales de medio calibre

Félix Morriña

Para los amantes del cine sajón, en especial el estadounidense, la película de Kathryn Bigelow “La noche más oscura” (“Zero Dark Thirty”, 2012) les resulta una joya del séptimo arte porque en ella se narra cómo ultiman al ser más buscado de la historia reciente a nivel mundial: Osama Bin Laden. Muchos serios historiadores estarían en contra de este alarde fílmico ganador de Mejor edición de sonido dentro de los premios Oscar. Fue nominada a cinco categorías de estos premios: Mejor película, Mejor actriz, Mejor guión original, Mejor montaje y Mejor sonido. Ganó el Globo de Oro a la Mejor actriz, dentro del género Drama, con lo cual Jessica Chastain ha obtenido mejores trabajos dentro de la gran industria.
            Estrenada el 19 de diciembre del 2012 y sacada al mercado en DVD en marzo de este año, “La noche más oscura” presenta abiertamente los motivos que orillaron a los marines gringos a torturar a diversas personas de origen árabe, pertenecientes a células terroristas de Al Qaeda, con la finalidad de obtener información que les llevara al Enemigo Público Número Uno del mundo. Con tintes por momentos del cine documental, la película de 102 minutos trata de mostrarnos lo bien que hacen las cosas los vecinos del país del norte. Algunos estarán de acuerdo, otros de origen árabe-libanés la rechazarán por la polémica que pueda desatar el tratamiento del tema, ya de por si delicado, la película cumple con su cometido comercial: Impactar con un tema escabroso.
            Pese a todo lo que se pueda decir del asunto bélico y de defender las naciones-patrias contrarias a la visión del mundo del medio oriente, la cinta nos permite rescatar el papel fundamental que desempeña la mujer en asuntos tan delicados en política internacional, así como de espionaje y de asuntos militares extremos. Según la versión fílmica de los hechos reales en los que está basada “La noche más oscura”, por parte de Kathryn Bigelow, una mujer fue el eje rector de la operación militar para derrocar en la “Zero Dark Thirty” (hora en la que el terrorista más buscado tras el 11 de septiembre, fue pasado por armas), gracias a su obstinamiento, obsesión, empecinamiento y capricho.
            Con las actuaciones de Jessica Chastain, Jason Clarke, Joel Edgerton, Chris Pratt y la participación especial del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, “La noche más oscura” le permitirá analizar, desde la óptica de la Unión Americana, oaseáse de los ganadores, las aportaciones de la sesentona directora de los filmes “Near Dark”, “Point Break” y ganadora de seis premios Oscar por “The Hurt Locker”, Kathryn Bigelow. Como siempre, usted tiene la última palabra.
            Yo no sé qué diría el maestrazo y célebre cineasta japonés Akira Kurosawa sobre el cine oriental de estos días, en el que por el mínimo motivo hay trabajos de acción llenos de tanta violencia innecesaria, con el pretexto de retomar a las artes marciales y los usos y costumbres de esa parte del mundo. Seguro estoy que se lamentaría y para que este interlocutor no lo haga amargamente, le puedo decir que depende de usted si se acerca al filme coreano “No mires al espejo” (“Into The Mirror”, 2003), el cual llegó a mi manos en formato DVD hace una semana y la verdad el resultado me dejó mucho qué desear. De hecho en el mercado nacional, sólo se consigue bajo este formato para los amantes de este tipo de cine.
            Luego de investigar un poco, llego a la conclusión de que lo más importante de este filme de suspenso y un poco de terror, es el contexto en el que el entonces novel cineasta (fue su primer filme) Kim Sung-ho hace de los espejos, la imagen que proyectan éstos, la doble personalidad que generan, la fijación histórica, el contexto sociocultural, los fetichismos y las supersticiones. Pero, el gran pero, es que lo echa todo a perder conforme pasa la trama, misma que transita en un centro comercial de lujo, donde hubo una muerte durante un incendio un año atrás.
Lo que por momentos pareciera atraparte con ese asunto de la imagen detrás del espejo (o como diría el cantautor español Joaquín Sabina, “ése que está detrás del espejo”), que tanta poesía ha generado a lo largo de la historia, se pierde entre lo burdo de la trama, con algunas muertes que obligan a un ex policía a desenmarañar el significado. Un alma en pena que se posiciona detrás de los espejos para explicar su ausencia, pidiendo ayuda para resolver su situación fantasmagórica, como también cada quien de los involucrados saca sus demonios, reflejos y culpas a pasear.
Sin más, “No mires al espejo” de Kim Sung-ho fue Premio del Público en el Festival de Cine Gérardmer años después de su estreno. Le recuerdo, usted sabe dónde y con quién invierte su tiempo.
Volviendo a citar a Akira Kurosawa, le preguntaría: “Maestro, ¿qué piensa usted del filme ‘Versus’ (titulado en español “El combate final”, del año 2000) de su coterráneo Ryuhei Kitamura?”. Seguro, se pararía de su peculiar asiento sin decir palabra alguna y se retiraría del lugar. Acto seguido, buscaría al susodicho cineasta y… ¡Imagínense!
La película le gustará a los morros que están metidísimos en los combates mortales. Les gustará más si hay mucha sangre y actores monigotes salidos de alguna serie Manga o de caricaturas de peleas continuas, es decir, tan bonitos y estilizados que con sangre siente uno que se viene hacía dentro (¡jajajajajajajaj!). También les agradará porque en ella hay “misticismo” ancestral entre el bien y el mal, como la eterna lucha entre los vivos y los muertos. ¡Órale! A veces disfruto de estas cintas “kitsch”, más en compañía del ser querido que no sabe qué decirte y con tal de quedar bien, te insinúa que es buena o que para un domingo en la noche-madrugada no está tan mal. La verdad, es que las tengo que soportar porque hay que ver de todo para saber que Akira Kurosawa es la neta del planeta, al menos en esa parte del mundo, llamado Asia. ¡Bueno, “hacia” allá vamos ahora!


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